domingo, 13 de febrero de 2011

Tres hijos muertos o casi. Ejemplos de amor filial.

Guzmán el Bueno. Ejemplo de fidelidad al rey


Alonso Pérez de Guzmán - Guzmán el Bueno - hijo bastardo de Don Pedro Núñez de Guzmán, nacido en León el día de San Ildefonso de 1256 defendió por mandato del rey Sancho IV la plaza de Tarifa, plaza amenazada por el tío del monarca, el infante don Juan al que ayudaban meriníes y nazaritas.
Después de días de asedio, el ejército sitiador al mando del infante Don Juan amenazó a Guzmán el Bueno con matar a su hijo Pedro Alonso que tenía entonces 18 años, pues lo tenían en su poder.
Lo maniataron, se lo presentaron a Guzmán y amenazaron con degollarlo ante su presencia si no les era entregada la plaza de Tarifa. La negativa de Guzmán el Bueno fue clara, dijo que la villa no se la rendiría a nadie. Y en cuanto a la muerte de su hijo, ofreció su propio cuchillo para que lo mataran, añadiendo que además de darles el cuchillo les daría otros cinco hijos si los tuviese pero jamás entregaría la plaza de Tarifa, que su señor el rey le confió.
Naturalmente el hijo de Guzmán el Bueno fue degollado y su cabeza fue catapultada al interior de la muralla de Tarifa.

Con esta muestra de amor hacia su hijo y por esta acción de fidelidad al Rey, Alonso Pérez de Guzmán ganó tal reputación que pasó a la historia con el nombre de Guzmán el Bueno.

Abraham. Ejemplo de amor a Dios


El patriarca judío, el primero de los patriarcas común de las tres religiones monoteístas, es un personaje significado por ser el que pactaba con Dios, y conocido por el relato del sacrificio de su hijo Isaac a Dios (Génesis 22:1-19).
Según las Escrituras Isaac era un muchacho cuando Dios pidió a Abraham que lo sacrificara. Abraham anduvo durante tres días hasta llegar al sitio señalado por Dios, el túmulo donde debía asesinar a su primogénito. Isaac cargaba con la leña para la hoguera del holocausto mientras preguntaba a su padre donde estaba el animal que debían sacrificar, Abraham respondía que Dios proveería, Dios siempre provee. Bien sabía el patriarca que no habría cordero ni otro animal para el sacrificio. Llegados al túmulo Abraham levantó el cuchillo para sacrificar a su hijo primogénito y en aquel momento un ángel de Dios detuvo la mano del patriarca impidiendo el golpe fatal.

Con esta muestra de amor hacia su hijo y por esta acción de fidelidad, Dios compensó a Abraham con una descendencia sinnúmero.


Felipe II. Ejemplo de fidelidad a la Iglesia Católica


Este rey absolutista español (1556-1598). Hijo del emperador Carlos I y de Isabel de Portugal, llegó a ser el monarca más poderoso de su tiempo en su reino jamás se ponía el sol.

Fue un hombre de profunda religiosidad, no tuvo otra preocupación en su vida y su gobierno que la preocupación por la defensa de la fe católica, principio al que dio proyección universalista dada la extensión y el carácter imperial del legado recibido.

Se propuso contener, disponiendo todos los medios y recursos, el avance del protestantismo, y cualquier otra herejía. Esta fue, sin duda, la mayor preocupación del monarca español. En este sentido, instó la reanudación del concilio de Trento, que confirió un carácter combativo a la Contrarreforma, y revitalizó la Inquisición para actuar contra la herejía. Esta actitud desencadenó a partir de 1568 la sublevación de los moriscos de las Alpujarras y de los Países Bajos, reprimidas por don Juan de Austria y el duque de Alba, respectivamente. Tales revueltas coincidieron con una fuerte ofensiva otomana en el Mediterráneo, que detuvo en 1571, cuando la flota de la Liga Santa logró la concluyente victoria de Lepanto.

Tal fue su fanatismo religioso que ante el avance de las doctrinas reformistas llegó a afirmar:
Y aun si mi hijo fuera hereje, yo mismo traería la leña para quemarle.

Con esta muestra de amor hacia su hijo y por su acción integrista contra los herejes, Felipe II pasó a la historia como uno de los más grandes reyes de España.

6 comentarios:

  1. Has elegido tres historias que revelan qué fácil es apelar a un "bien superior" para justificar la insania, en este caso, matar al propio hijo, pero hay ejemplos varios y nefastos en la historia de la humanidad.
    Por desgracia no hay vacuna contra ese mal.
    Un saludo.

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  2. Amaltea, bonito ejemplo tomaron de los dioses, Cronos devoraba a sus hijos cuando nacían.
    ¿Esto es lo que enseñaban los dioses?
    Salud

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  3. Pues sí, muy oportuno nos hablas de Cronos devorando a sus hijos, tal es así que el Tiempo no ofrece tregua ni perdón y transcurre implacable para todos.

    Pero más allá del Tiempo devorando a las criaturas o Saturno a sus hijos, aquí hay más de un padre real y guiado por Abraham: y con qué alegría ofrecían a sus hijos, y más dieran al enemigo si los tuvieran, bueno, bueno, tranquilos que tampoco hay que tomar carrerilla para matar a los hijos, ¡qué bondadosos, qué grandes hombres, qué ejemplo de lealtad, moralidad para seguir! Sí, sí, sin duda.
    Pues menudo era Guzmán el bueno, ofreciendo su propio cuchillo. Buena publicidad se habría ganado Felipe II si hubiera quemado vivo a su hijo. Y ya lo dijo Javier Krahe:


    "Sacudir con corriente alterna
    reconozco que no está mal:
    la silla eléctrica es moderna,
    americana, funcional.
    Y sé que iba de maravilla
    nuestro castizo garrote vil
    para ajustarle la golilla
    al pescuezo más incivil.

    Pero dejadme, ay, que yo prefiera
    la hoguera, la hoguera, la hoguera.
    La hoguera tiene qué sé yo
    que sólo lo tiene la hoguera."

    Como la hoguera nada, ni Guzmán el Bueno a cuchillo ni nadie. Más española, ¿no? más en nombre de Dios, más sana, más pura...

    Ah, me has hecho recordar a Eurípides: la tragedia de Agamenón e Ifigenia. Para que los dioses sean propicios, ya se sabe nada mejor que el sacrificio de un hijo, de una hija, que para el caso vale.

    Buen repaso, querido Francesc. Muestra clara de la naturaleza humana y de los dioses creados por ella.
    Un abrazo, amigo.
    Salud.

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  4. Querida Elena, los dioses son inclementes y ahora se les sigue la estela.
    Antes que el Verbo, primero fue Cronos y lo devoró todo y ahora el tiempo y la historia le siguen.
    Guzmán el Bueno fue el primero de la casa de Medina Sidonia y ahora siguen.
    Abraham fue el patriarca de las tres religiones monoteistas que se secularmente se han tirado las piedras por la cabeza y ahora siguen.
    Los duques de Alba ayudaron a Felipe II en su cruzada de fanatismo, intolerancia e integrismo y ahora siguen.
    Salud

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  5. Amic Puigcarbó, aquests personatges devien menjar poc, no fumaven, no bevien, i res de res, devien ser de color verd.
    salut

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