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No penso el mateix i ho saps. DIguem algun rubí, diamant o el què vulguis que s'esmicoli, Francesc. Cap ni una. Els sentiments sí, però aquestes pedres, no, mai.
ResponderEliminarEls sentiments s'esmicolen és veritat. Però, saps? Prefereixo tirar endavant i refer-me.
Francesc, però per què ets tan tossut? De faves en rebem tots!
Ostres, vinga! No siguis així...
No m'agrada veure't trist.
Cierto, nada es inmortal. Ese pensamiento reconforta.
ResponderEliminarMotadel.la, fins i tot les geologies més granítiques esdevenen àrids. L'erosió de la que puc parlar no és només física, en el cas de les pedres dures pot ser també la seva pérdua de valor, per més preu que un brillant tingui o una maragda, res d'això té un valor útil, no serveixen només que per enaltir vanitats.
ResponderEliminarPer altra part t'he de dir que la disgregació, en el meu cas, no té res a veure amb la tristesa, això és un sentiment que no he conegut mai.
Salut
Querida Amaltea, He visto canteras grandes como montañas que se han reducido a montones de áridos para hormigón. Nada perdura, ni siquiera las piedras más preciosas. Sólo desde la ignorancia respecto al eterno paso del tiempo se puede llegar a creer que estas gemas tan preciadas no llegarán a convertirse en árido vulgar.
ResponderEliminarSalud
Llibreta Negra de excelente cosecha. Gracias a ella puedo recuperar un pequeño gran tesoro, el recuerdo de una palabra talismán, abracadabra de los sueños despiertos
ResponderEliminarMe encontré con esta enigmática, exquisita palabra en mi infancia. Los cuartos de estar de paredes parlantes, emergentes de pirámides majestuosas o de espejos vencidos y sobre las mesas, redondas o rectangulares, a veces, reposaban los libros; algunos con preciosas ilustraciones del Antiguo Egipto...
Primero, aprendí a decir la palabra, jugué con ella horas de alboroto y alborozo; pronunciándola, iba montándola y desmontándola sílaba a sílaba; hasta que crecía azul, muy azul, como un tesoro en voz alta. Cantaba en Lapislázuli, como si de una lengua nueva se tratara; más allá del mar existía un gran secreto, el lugar de las rocas azules...
Perduran en mi corazón libre,
sauló, sauló
Saludos,
Kova
Estimada Kova, hay vocablos que evocan con su sonoridad. A veces te sugieren contenidos y otras sus sílabas te reportan a mundos exóticos.Son talismanes como tu dices.
ResponderEliminarSalud