La era de la ostentación ha pasado con más pena que gloria. Ahora que hemos entrado de lleno en la crisis sistémica (hasta ahora era sólo una pre-crisis) vemos como se ha acabado la fiesta del consumo.
Los comercios abarrotados y con escaparates rutilantes, que disponían toda su maquinaria publicitaria para recaudar las pagas extraordinarias de la ciudadanía, deberán ir cerrando, pues no habrá dinero para dispendios innecesarios ni para satisfacer aquella ostentación de vanidades que iluminábamos con las bombillas del despilfarro.
El periodo de ostentación y de malversación que hemos dejado atrás es una historia inmediata que habla de guerras y de grandes dictaduras. Se puede asegurar que nunca el hombre había vivido con tanta comodidad y bienestar, pero nunca las guerras habían provocado tantas muertes. El siglo XX con dos guerras que han devastado Europa. El nacimiento de regímenes totalitarios que han hecho de la incivilidad la razón de su existencia. El Holocausto, el Gulag, el millón de muertos en la guerra civil española y tanta y tanta barbarie han hecho que un autor nombrara el siglo XX como el Siglo de la Megamuerte, y después de eso ninguna luz nueva parece despuntar en el horizonte.
Las organizaciones de ayuda, de beneficencia o de solidaridad, que tantos corazones confortan, se fundamentan en el dolor y su razón de existir es el dolor. Y no quiero hablar del desastre ecológico o de las fechorías que ha de soportar la naturaleza.
No parece que el progreso se asiente en la razón, más bien parece que todo se afianza en la razón del dinero y de las plusvalías inmediatas.
No creo que al final tengamos que ir recogiendo mendrugos de pan por las calles, pero sí que parece que unas nieblas oscuras nos esperan. También esplendor del Imperio Romano siguió la larga oscuridad de la Edad Media.
Lateralidad cruzada, nada que ver con cables : )
Hace 3 días
Sí,parece que estamos ante la caída del imperio Romano, aunque los bárbaros hace tiempo que andan por aquí, eso sí, camuflados entre títulos y masters de toda especie que les habilita para preparar las invasiones económicas más bárbaras a este lado de la Galaxia.
ResponderEliminarSaludos
Amaltea, en las escuelas de negocios, en los master MBA, enseñan a los futuros directivos de las multinacionales a elucubrar estrategias de ingenieria financiera con el único objetivo de conseguir las plusvalías que los mercados exigen, estas estrategias son amorales, ninguna de las variables de la ecuación tiene un valor ético ni de sostenibilidad, solo prevalece el beneficio monetario más atroz. Estos directivos se pasan jornada tras jornada cabilando, bajo presión, los métodos y sistemas a implementar para conseguir los beneficios, ya sea manipulando precios, voluntades o vanidades, corrompiendo a políticos, a los medios de comunicación o lo que sea.
EliminarSalud
Si miramos atrás en toda crisis ha resurgido el cambio como en nosotros mismos si no nos dejamos abatir.
ResponderEliminarSalud
Isabel, albergo pocas esperanzas. Es cierto que siempre llega el final de cualquier crisis pero en el caso del Imperio Romano le sucedió una Edad Media de quinientos años de miseria.
EliminarIsabel, yo figuro en la lista de los hombres más pesimistas del mundo.
Salud
Hola encanto, si tienes algún refugio por si sucediera el ocaso, ¿hay sitio para mí?. A veces tengo miedo.
ResponderEliminarBesos.
Querida Lou, tengo un refugio, entre la zarabanda y la allemande, un lugar secreto junto a la ruta de las azucenas donde cabemos todos los amigos, allí ningún puñal nos alcanzará, estaremos a resguardo de las acometidas. Ah! además hay en el lugar un infernillo para preparar unas sardinitas a la brasa.
ResponderEliminarSalud