lunes, 30 de junio de 2025

En el extremo de la bahía

 


En el extremo sur de la bahía hay un pino frondoso, me sentaré a su sombra y contemplaré la curva del mar. 

sábado, 28 de junio de 2025

Bombonas de butano

 


Creo que en una bombona de butano caben unos 12,5 kg. de este gas licuado. Considero que las bombonas de gas butano han significado un avance tecnológico muy positivo. Con ellas se ha conseguido llevar energía calorífica a lugares donde no hay canalizaciones de gas natural o no disponen de una buena distribución de energía eléctrica.

Encuentro por ahí a bastantes individuos que dicen conectarse con las energías del universo y que ellos con su corporeidad son transportadores de energías positivas. Ellos son envases. Son los esotéricos de las energías.

Según los científicos, la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma, pues bien, algunos, además son capaces de canalizarla y transportarla.

Aunque sean gordos o flacos, me parece que los esotéricos de las energías son como bombonas de butano, van transportando su energía y metiéndose en casa de los demás a calentar la olla.

viernes, 27 de junio de 2025

Adimensional

 



En 1964 Herbert Marcuse ya nos hablaba del hombre unidimensional. Han pasado años y a la vista del panorama social, político y cultural y vistos los resultados de los informes sobre la educación en las escuelas, me atrevo ha decir que de lo unidimensional hemos pasado a lo adimensional. 

Cada año va bajando el nivel de conocimientos, las notas de los exámenes son peores a cada curso que pasa, las aulas son un campo de Agramante. Son lugares de trastorno general, donde conviven la pamplina y la violencia, la imbecilidad y lo políticamente correcto.

Por donde parecía pulular el hombre unidimensional, allí donde había una escasa y única dimensión, ahora, podemos decir que ya no existe ninguna dimensión, ninguna, por lo menos en cuanto a conocimientos se refiere.

Actualmente tenemos argumentos suficientes para hablar de un espécimen muy abundante que aún no ha alcanzado ninguna dimensión intelectual, es decir mujeres y hombres incompletos.

Son sujetos a medio hacer, quiero decir individuos a los que la educación aún no los ha acabado de formar como personas cívicas.

Los veo en las calles, en los comercios, en los parlamentos, en las instituciones y en los medios de comunicación. Lo constato cuando observo a muchos sujetos que no saben qué cosa es el sentido común y que desconocen el nombre de las cosas. Pobres, paupérrimos de vocabulario, sustituyen la onomatopeya o la opinión por el emoticón. Enseguida gritan, pero se equivocan al soltar el improperio, porque no saben qué palabras deben utilizar.

Son seres en crudo, dominados por el azar absoluto. Son como una transmutación de la piedra pómez. Pura torpeza espacial en marcha y carentes de sentido de proximidad social. Tropiezan, chocan entre sí, se atropellan... Es como ver una masa de carne, una hamburguesa poco hecha, subiendo al autobús.

El hombre adimensional está convencido de que cada día se puede vivir mejor trabajando cada vez menos, otros sólo piensan que han venido al mundo a pasar unas vacaciones; unos y otros están convencidos de todo ello porque se lo han dicho en las aulas, los medios de comunicación, los políticos y los anuncios publicitarios.

Se me antojan seres de una prehistoria rediviva que gira en espiral y que da vueltas y crece.

O habitantes de una ciudad distópica por cuyas calles camina, entre basuras y detritus, el sujeto asilvestrado, oscuro, sordo, cegado de ira, una ira que no sabe lo que es.


miércoles, 25 de junio de 2025

El Barón de Holbach y las maneras de François Couperin

 


Paul Henri Thiry Barón de Holbach (1723-1784) conocía la música de François Couperin (1668-1733). Le gustaban las composiciones que Couperin había recopilado en sus cuatro libros de suites, obras que el músico, quizá para despistar, denominó "ordres" en vez de suites. Son 220 piezas para clave agrupadas en veintisiete Ordres.

Muchas de estas suites llevan unos títulos sorprendentes, o por lo menos extraños, que también parecen jugar al despiste. Títulos como:

Las barricadas misteriosas

Hermana Mónica

Ningunos

La hechicera

Los gatos monteses quejumbrosos

Les fastes de la grande et anciénne Mxnxstrxndxsx

Los saltos mortales Ixcxbxnxs

Tiernas languideces

Baratijas.

Tic-toc-choc

Sombras errantes

El chisme

Selváticos

La voluptuosa

Las tres viudas

La lúgubre

Los vándalos

Se conoce poco de la vida personal de François Couperin, se sabe que anduvo por la corte del Rey Sol con un caminar de pasitos cortos. Era reservado y jugaba al despiste. Estas circunstancias y su carácter aparentemente introvertido es lo que debía gustar al Barón de Holbach.

Precisamente, el Barón creía que los pasitos cortos, la discreción y el juego del despiste llevado con ironía, eran algunas de las maneras de pasear con éxito y medrar por los pasillos de Versalles.

Además de su extraordinario Le Système de la nature, el Barón d'Holbach escribió otros magníficos ensayos entre ellos

EL ARTE DE TREPAR A LA USANZA DE LOS CORTESANOS

Entre otras opiniones, en este libro de usanzas dice:

desde siempre, el estúpido habitual admira y reverencia, cual héroes y dioses, a algunos tunantes célebre que la historia nos ha dado a conocer por sus horribles masacres.

lunes, 23 de junio de 2025

180 zapatas para unos cimientos

 


He conocido varios gitanos que trabajaban en el sector de la construcción. La mayoría de ellos estaban en el ramo de las estructuras de hormigón. El trato con ellos siempre fue excelente y de alguno de ellos aprendí mucho.

Recuerdo el caso de Rafael, el jefe de obra que conocí en una de mis primeras obras que dirigí como arquitecto. Aquel gitano era un tipo listo, trabajador y con mucha experiencia.

Se trataba de una obra de construcción de un edificio industrial, una fábrica de cables de acero. Tuve que dirigir el replanteo de los cimientos y luego continuar con todo el resto de la construcción, es decir desde los cimientos hasta la cubierta. 

Uf, tremendo y fue ¡al principio de mi carrera!

La cimentación del edificio constaba de 180 zapatas cuadrangulares donde se habían de apoyar las máquinas del trenzado de los cables.

El replanteo consistía en dibujar sobre el terreno los pozos de cimentación que se tendrían que excavar y llenar con hormigón al día siguiente.

Rafael me ayudó muchísimo. Para trazar las perpendiculares aplicamos la regla del        3-4-5, que como todos sabemos, con estas dimensiones conseguimos el triángulo pitagórico que nos permite el trazado de las líneas en ángulo recto. 

El gitano me decía, "hagámoslo con las estacas y una cuerda embadurnada con yeso, así me lo enseñó un compadre de Lérida que era muy listo y que había aprendido muchas cosas de un cura".

Lo difícil era situar el eje de la primera zapata, referenciarlo respecto a algo existente. Me valí de unos aparatos topográficos muy viejos, los que tenía la empresa constructora. 

Utilicé un teodolito Cicorg Butenschon y un nivel de latón sin marca que, según me dijeron, había sido usado por agrimensores del ejército de Napoleón, ambos, teodolito y nivel. montados sobre trípode de patas de palo. 

Lo de los agrimensores de Napoleón no me lo creí, casi nunca me creo nada y mi compañero el gitano Rafael tampoco se creía muchas cosas, así era de listo.

sábado, 21 de junio de 2025

El ciprés blanco

 
Tony Oursler 


Junto a la escasa sombra del ciprés blanco

se encuentra la fuente del Olvido

donde beben los impíos,

aquellos que no estiman la plenitud

de los cuerpos enamorados.


Al otro lado, está la fuente de la Memoria

que ofrece su agua fresca

a los que desean la plenitud

del recuerdo y la perfección de un torso.


De ambas fuentes, todos bebieron sus aguas

y confundieron las caricias con los mármoles

y, desorientados, emprendieron la larga marcha

hacia las sombras frondosas del bosque de metal.


Entre los árboles de cobre y níquel

hallaron la puerta del infierno,

donde vive la Belleza que les esperaba

sentada en un sitial de lodo,


Los bebedores, conocedores de las sombras,

sólo encontraron, entre el légamo,

una sombra espesa en la que se perdieron.


F. Cornadó

jueves, 19 de junio de 2025

De la Agricultura a las flores y al teatro


El Palacio de la Agricultura que se construyó para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 es el mayor de los pabellones de aquella exposición. 

Su extensión inicial era de 16.000 m2. Se reformó después y actualmente sólo se conserva la mitad de su superficie. El conjunto está formado por varias edificaciones.

Primero se dedicó a la Agricultura, después fue mercado de las flores y actualmente está dedicado al Teatro (Instituto del Teatro, Teatre Municipal Mercat de les Flors, Teatre Lliure).

Allí todo es teatro. Su arquitectura es teatral, es como una función dramática del paso de un estilo arquitectónico a otro. Parece una función de urgente representación. Una arquitectura que pretende representar una imagen florentina y queda reducida a un conjunto de molduras de tierra cocida (muchas de ellas rotas) que se distribuyen sobre paredes revocadas y pintadas de blanco.

El conjunto se encuentra en la frontera del barrio de la França Xica en el Poble Sec y el Parque de Montjuïc.

Los autores del proyecto, los arquitectos Josep Maria Ribas i Casas y Manuel Maria Mayol i Ferrer, quisieron seguir los cánones de la arquitectura noucentista y para ello adoptaron un lenguaje propio del quattrocento florentino.

Proyectaron, sin embargo, fachadas blancas y amarillas con los vanos de puertas y ventanas enmarcados con molduras postizas de cerámica.

La profusión de elementos de barro cocido discurre por todas partes (marcos, ménsulas, pilastras jónicas, cuarteles, volutas, jambas, arcos con arquivoltas, etc.) 

Sobre el arco de la puerta principal y monumental hay un relieve, también de tierra cocida con alegorías del trabajo en el campo y la inscripción "AGRICVLTVRA"

Todo me parece un teatro en el que hay múltiples torres ochavadas que sobresalen sobre el tejado, cubiertas de teja adornadas con pináculos cerámicos y la gran cúpula con tambor central que pretende emular las magníficas cúpulas nervadas del Renacimiento.

Ahí encontramos un catálogo de galerías, arcos, entablamientos, frontones, conchas, decoración en candellieri, ventanas renacentistas y arcos serlianos, (no encuentro ningún sentido al uso del serliano en esta composición de fachada, esto me desagrada).

En el cuerpo de acceso, el de la esquina, vemos dos lonjas de acceso formadas por tres arcos de terracota que descansan sobre columnas toscanas de piedra, dos galerías de ventanas con columnas toscanas y un alero de tierra cocida.

En el edificio podemos contemplar magníficas obras de diversos artistas, Miquel Barceló, Frederic Marès y pinturas de Darius Vilàs.


Precisamente en la esquina de la calle Lleida y el paseo de Santa Madrona, en este ángulo del edificio, Frederic Marès realizó una placa de bronce sostenida por dos ángeles en homenaje al arquitecto Manuel Maria Mayol, uno de los dos autores del Palacio de la Agricultura.

Mayol murió en 1929, el año en que se inauguró la Exposición Internacional de Barcelona. Murió joven, a los 30 años de edad, un joven esperanzado adscrito al estilo noucentista. Su arquitectura, a juzgar por lo poco que construyó, me parece apresurada, en el sentido de que le faltan horas de reflexión y dibujo. Veo en su noucentisme una tríada que nada tiene que ver con el lema de Vitrubio que recomendaba: 

fírmitas-utilitas-venustas,

allí veo 

desequilibrio-despropósito-desproporción.

Su arquitectura es más teatral que firme, útil y bella. Parece que Mayol haya querido interpretar el noucentisme tomando modelos del renacimiento florentino, pero su interpretación parece afectada por la espectacularidad y una cierta carga ornamental, más o menos injustificada, heredada del modernisme que ya había muerto.

En el conjunto de los edificios que hoy componen el antiguo Palacio de la Agricultura, no podía faltar también un restaurante. No voy a hablar de menús, ni de servicios, no voy a hablar de comida, ya he dicho que allí todo es teatro y prefiero haber hablado de arquitectura.

lunes, 16 de junio de 2025

Pompeyo

 




El historiador romano Plinio nos cuenta grandes proezas militares y cómo algunos guerreros, centuriones o generales, agradecían a los dioses las victorias que obtenían.

Nos enseña que el gran Pompeyo, tras haber triunfado sobre varios pueblos de Asia, quiso agradecer a la diosa Minerva sus victorias.

Acabadas las guerras, Pompeyo se dedicó a atropar piedras, amontonarlas y construir con ellas un templo a la diosa e hizo grabar en la puerta del templo una inscripción digna de ser aprobada por los romanos.

La inscripción dice así:


POMPEYO EL GRANDE ·GENERAL·

DESPUÉS DE CONCLUIR UNA GUERRA DE TREINTA AÑOS.

DESPUÉS DE HABER DERROTADO,

HABER PUESTO EN FUGA,

MATADO Y HABER HECHO PRISIONEROS A

DOS MILLONES CIENTO OCHENTA Y TRES MIL HOMBRES.

DESPUÉS DE HABER HUNDIDO O TOMADO

OCHOCIENTOS CUARENTA Y SEIS BARCOS.

DESPUÉS DE HABER SOMETIDO

MIL QUINIENTAS TREINTA Y OCHO

VILLAS Y FORTALEZAS,

DESPUÉS DE HABER SOJUZGADO

TODOS LOS PUEBLOS COMPRENDIDOS ENTRE

EL MAR ROJO Y EL MAR DE AZOV,

SATISFACE ESTE VOTO A

MINERVA

sábado, 14 de junio de 2025

Supermercado

El espectador de espectadores. Equipo Crónica


Hacía más de cuatro años que no entraba en un supermercado. Creo que la última vez que entré en uno de estos establecimientos fue el verano de 2021. Entonces salí asqueado y me dije: 

aquí no se puede estar, se me quitan las ganas de vivir.


Pues bien, está claro que soy uno de estos animales que tropiezan dos veces en la misma piedra, y hoy he tenido la mala experiencia de volver a meterme en uno de estos antros de colorines, ruido, luces fluorescentes, torpeza, mal gusto, mala educación, mezcla de olores y pestazos y a salir me repetí lo que decía aquel verano de 2021 "se me quitan las ganas de vivir". 

Parece que ni el supermercado ni yo hayamos cambiado demasiado.

viernes, 13 de junio de 2025

Declamación

 
Paisatge. Modest Urgell. 


Las razones secretas viven en sí mismas. Una exigencia moral nace junto a la columna dórica y se mantiene a lo largo del viaje. Su efecto difumina las diferencias -sujeto, idea, palabra- y con ellas, el gesto automático de las manos que dibuja la honradez en el aire.

Pensamiento y palabra son los vínculos constructivos que se unen de forma hiperestática. Pensamiento y palabra son una misma cosa... y las manos, y las manos, y las manos.


Ruïna i horitzó. Modest Urgell

Quizá la profundidad del hombre solo es la momia del cuerpo antiguo que se esconde tras la máscara.

Sarcófago del retraso, lugar de destellos vacantes que niegan lo intacto, lugar ocupado por unas breves insignificancias cuyos movimientos desconocemos. Son como las partículas de Bohr y Heisenberg, variables ocultas, das stimmt schon, das stimmt schon, (esto es cierto, esto es cierto) sí, pero está oculto.

Otro científico descreído propuso un juego, sacó la lengua y dijo: "Dios juega a los dados y los lanza donde nadie puede verlos". Intuido el caos, el científico se fue y volvió a sacar la lengua.

¿La materia y el hombre, son los dados escondidos que habrán de llenar el sarcófago?


Poble de nit 1880. Modest Urgell


Un cuerpo ilusionado, en perpetua evanescencia, reclama el Bien ausente, reclama la Belleza. Épekeina tés ousías, más allá de la esencia, en la República de la Idea, en la República del Deseo, y Platón*, contempla impasible el aire del porvenir.

Toda Belleza se vale de la trampa o el trampantojo.

Hay un fundamento del fundamento que se sustenta sobre estratos movedizos, resbala y se pierde por los vericuetos del arte de la palabra.

Al pie de la Torre de Babel, la palabra nombra lo innombrable. Se rompe el silencio y el vuelo de los cuervos entorpece la visión de las nubes.

A pesar del estrépito, la Nada es el futuro colgado en los sauces que acompaña al silencio de las arpas.

* Tenía una vecina poeta que quería asesinar a Platón.




Nota.-

Este escrito obedece a un afán que a menudo me embarga, es un deseo de caminar sobre el enigma, discurrir por los mundos herméticos, como debía hacerlo Antonello da Messina.

El texto está influido por la pernicie y oscuridad de la sinrazón y también, por qué no decirlo, por la música de Benjamin Britten


martes, 10 de junio de 2025

Senderos de magia y razón

 

Enticement (1960). Asger Jorn



La magia, el tarot, lo esotérico, la homeopatía, el psicoanálisis y las demás ciencias brujas, entusiasman a un gran número de personas de buena voluntad. No creo que haya demasiada buena voluntad en las cosas esotéricas, pero sí que hay demasiado entusiasmo entre los que creen en ellas.

La magia, los hechizos y la brujería tienen el terreno abonado entre los incautos. Lo esotérico machaca la buena voluntad de pamplineros, papanatas, crédulos, cándidos e insensatos que son propensos a los sentimientos encendidos. Su candidez suelen pagarla cara. Ellos cargan con la vehemencia que anula la razón, la pasión desmedida que va contra el amor y el optimismo que distorsiona la percepción de lo real.

Suele confundirse la pasión exaltada con el entusiasmo creativo. No lo digo ahora, pero quizá en el futuro podría decir que admiro al entusiasta. Gracias al entusiasmo hemos conseguido mucho de lo bueno. Pero no así con la pasión exaltada, por culpa de ella nos ha caído encima mucho de lo malo.

Las esperanzas infundadas, las nieblas románticas y las utopías nos sirven para ir pasando el rato de una manera más o menos hipnótica y mágica.

Ilusionistas y charlatanes políticos, curanderos, echadores de cartas y demás embaucadores esotéricos nos hablan de la magia de la vida, y por ahí andamos, entre dos caminos: la lucha por la provisión del pan y el apaño de la fe ciega. 

Los caminos son abrasivos, tanto que nos pueden lesionar las plantas de los pies, pero si nos dejamos llevar por la palabrería y la fe de los ilusionistas, habremos de saber que la fe, más que mover montañas, lo que hace es erosionar peñascos e inhibir toda capacidad de crítica.

No, no. Me alejo de los senderos inconsistentes y, caminando como un vesánico entre zarzales y sobre un suelo de cristales rotos, me las compongo para encontrarme cada día un poquito mejor, para tener una comida sencilla y apetitosa, amar, pensar sin limitaciones y poder explicarlo.

sábado, 7 de junio de 2025

La comodidad de lo tardío

 


La evolución de los estilos artísticos discurre por momentos de desencanto y por otros de entusiasmo. Hay unos tiempos de pesimismo en los que el artista va repitiendo y reproduciendo los modelos que conoce, evitando cualquier aventura o reflexión estética que no sea reputada o acreditada. Va depurando su obra y todo parece acomodarse en estancias confortables y el estilo se hace tardío. Un arte que expresa algo que se está muriendo.

Cabe decir, sin embargo, que en "lo tardío" encontramos auténticas maravillas como los retratos de Bronzino, el "abrigo de Marcel Proust", los cantantes que con la boca cerrada acompañan a Madama Buterfly, algunas delicuescencias sublimes del Art Nouveau, etc. 

Lo tardío lo encontramos  al final de los periodos históricos que preceden a los cambios de paradigmas sociales.

Hay un arte greco-romano tardío, un románico tardío de cúpulas facetadas, un gótico tardío de formas flamígeras, un renacimiento tardío que se hace manierista, un barroco tardío que se convierte en rococó, un romanticismo tardío de lágrimas disecadas, un realismo tardío y unas vanguardias tardías que sucumben ante el espectáculo mediático..., son estilos que aparecen al final de un periodo artístico y parecen obstinarse en permanecer en él.

Los estilos tardíos complacen al poder. Mantenerse en lo conocido y oponerse al cambio es propio de las sociedades acomodadas y pusilánimes. La comodidad y el miedo complacen a los totalitarismos.

El librepensamiento, la crítica sistemática y los cambios artísticos, son factores que ponen trabas a la acción totalizadora del poder. De ahí que el poder se oponga a la evolución del arte y de las vanguardias.

Históricamente, la intolerancia y los fanatismos religiosos se han opuesto a las transformaciones formales.

El poder es totalizador y propugna el acomodo, lo complaciente, lo ñoño y lo pamplinero, se complace en un arte que se aferre a los estilos tardíos. Quiere un arte conservador que se vaya retorciendo sobre sí mismo como si fuera una hoja de acanto que, por efecto de la gravedad, se retuerce y se retuerce sobre una tumba.

No sé qué ocurrirá en el futuro, podría ser que el arte se retorciera hasta convertirse en una bolita de caramelo o en una nano-insignificancia.

Con un exceso de información, con mucha incultura y sometida al peso de la lápida mortuoria, puede suceder que la creatividad artística caiga en un sueño miserable de setecientos años de duración.

Cabe decir también que ningún arte es posible si la libertad está cautiva.

martes, 3 de junio de 2025

Los jardines del espíritu

 
San Romualdo y el jardín de la infancia (2015). Daniel Bilbao



Simon Stevin -Simón de Brujas- (1548-1620) fue un ingeniero experto en hidráulica y matemático notabilísimo, considerado el Leonardo del norte. Gracias a sus cálculos se pudieron construir los diques con los que los holandeses consiguieron ganar tierras al mar, los provechosos polders.

Coetánea de Stevin, nuestra santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia (1515-1582) considerada la cumbre de la mística experimental cristiana, opinaba también sobre cuestiones de hidráulica. Opinaba sobre las formas de riego de los jardines y proponía soluciones.

En el cinquecento, cuando los jardineros toscanos y sobre todo los ingenieros de los Países Bajos, con Simon Stevin al frente, habían logrado regar jardines situados en cotas altas, proyectando y construyendo sistemas ingeniosos y eficaces para subir las aguas, entonces Teresa de Ávila decía que la única manera de regar los jardines era rogando a Dios para que enviara la lluvia y que nada se debía hacer desviando el agua de los ríos ni construyendo artefactos del "demonio" para llevar las aguas de aquí para allá.

Cuestionaba la construcción de jardines, actividad injustificable para los místicos religiosos.

Parece ser que para los místicos experimentales cristianos sólo es justificable el jardín del espíritu.


domingo, 1 de junio de 2025

Pierre Réverdy

 
Pierre Réverdy, retrato hecho por Amedeo Modigliani


Pierre Réverdy (1889-1960) era un surrealista convencido. Buen poeta y crítico de arte.

Algunos han dicho que Réverdy era un místico. No sé muy bien hasta donde alcanza "lo místico", para mí es algo que pertenece a la esfera de la exclusividad, me parece que es un estado espiritual de "alto sranding". 

Pero sí que es cierto que su profundo sentimiento religioso quedó reflejado en sus versos.

Este poeta de Narbona era admirador de cubistas, dadaístas, picapedreros, pescaderos y surrealistas, también le gustaba la poesía de Vicente Huidobro y otros creacionistas. Era amigo de Georges Braque, Juan Gris, Louis Aragon, Tristan Tzara, Apollinaire, André Breton y Matisse, entre otros. La buena amistad con todos ellos le ayudaba a sentirse acompañado por el camino de su misticismo.

Réverdy decía: "en la tierra, el hombre se aburre literalmente hasta el fondo, y estaría muerto desde ya hace mucho tiempo si el arte no lo hubiese distraído de la preocupación enloquecedora de su destino inaceptable"

Une aventure méthodique. Lithographies de Georges Braque.


El surrealista Georges Braque, impresionado por la amargura de Réverdy decía: "Hoy es imposible pintar retratos de hombre o desnudos de mujer, porque los hombres y mujeres de hoy no tienen alma"

Si aceptamos la opinión Braque, actualmente los retratistas no tendrían nada que hacer.