miércoles, 27 de febrero de 2013

Las buenas intenciones del expresionismo


Anschluß, Alice in Wonderland - Oskar Kokoschka

 
La casa de cristal (1914) - Bruno Taut

Solemos asociar las imágenes de Munch o Kokoschka y de otros expresionistas con un  temperamento amargo, pesimista y descorazonador. Apreciamos la obra de los expresionistas como una actitud de desesperación o, cuando menos, de escepticismo ante el panorama social y político ante la inestabilidad que se cernía sobre la Europa central de aquellos años.

Pues bien, estas imágenes expresionistas amargas, que se han fijado en nuestra memoria estética, contrastan con el optimismo de los manifiestos y proclamas que entonces se publicaban y que iban firmados por los propios creadores expresionistas.

Gropius escribe:
El objetivo último de toda actividad creadora es la construcción.

La Bauhaus proclama:
Deseemos, imaginemos, creemos todos juntos la construcción nueva del futuro que ha de ser ‘una’ en su forma: la arquitectura, la escultura, y la pintura creadas por millones de manos artesanas, se levantará hacia el cielo como el símbolo cristalino de una nueva fe.

El manifiesto de la Arbeitrat, firmado entre otros por Max Taut, Bruno Taut y Walter Gropius dice:
Arte y pueblo han de construir una unidad. El arte ya no ha de ser placer para unos pocos sino que ha de servir en vida y felicidad de las masas...

¿Qué hay en estas proclamas de la angustia expresionista?
¿Qué actitud trágica y subjetiva contienen los manifiestos de los artistas expresionistas?

Las proclamas que formularon los artistas centroeuropeos de principios del siglo XX estaban cargadas de buenas intenciones. Con ellas, estos “hombres de buena voluntad” reaccionaban contra el impresionismo y contra el naturalismo positivista y plantearon una deformación de la realidad. 

Expresaron su angustia ante el triste panorama social europeo, parecían atisbar un futuro de uniformes y botas castrenses que marcaban el paso marcialmente.

Antepusieron la expresión a la impresión e hicieron preguntas.

lunes, 25 de febrero de 2013

Materiales abrasivos


Contemplo la aurora que huye entre los sauces.
Detrás de la colina, los restos de la noche
han dejado sus huellas y el clamor de las sombras.
El miedo contenido ha grabado las piedras.

Tan oscuro es el sueño como loco es el miedo
y tan clara es el alba como el vuelo del búho
que al alba se deslumbra con una luz salvaje.
El deseo nocturno ha vallado el camino.

Tan falso es el deseo como áspero es el barro
de la tierra baldía, donde ningún granado
dará sus frutos de teselas encarnadas.

Detrás de los peñascos, ya no se oirán jamás
las voces abrasivas del cínico Diógenes,
tan sólo la belleza nos mostrará su rostro.

domingo, 24 de febrero de 2013

Así hablaba Zaratustra

Richard Strauss 
Also sprach Zarathustra

Con la utilización de las grandes obras musicales para el cine se corre el riesgo de caer en el reduccionismo, éste, según mi parecer, constituye un peligro superior a la banalización.

El cine ha ayudado a difundir grandes piezas musicales y el maridaje entre una buena música y una buena película ha dado resultados de una excelente calidad.

Ocurre, sin embargo, que la propia naturaleza del lenguaje cinematográfico hace que se utilicen fragmentos cortos de la obra musical y, por necesidades de tiempo y de expresión cinematográfica, se tiende a reducir. La obra musical, generalmente, queda solamente apuntada y abreviada en pocos compases. Entonces la gran obra se convierte en un lema o en un eslogan y nada más.

Si tomamos el ejemplo de 2001: A Space Odissey, la cinta de Stanley Kubrick, vemos como tan sólo unos pocos compases de Also sprach Zarathustra de Richard Strauss aparecen y se divulgan persistentemente.

Listo, banalizado, popularizado y publicitado, con este reduccionismo se mete el poema sinfónico en la cinta cinematográfica.

Aunque Eduard Hanslick no vio en el Zaratustra de Strauss más que un conjunto de ruidos, la obra de Richard Strauss es mucho más que un lema publicitario. Béla Bartok vio en Also sprach Zarathustra "un rayo de luz que iluminaba nuevos caminos en el arte musical" una luz de la que él mismo se sirvió.

Also sprach Zarathustra es uno de los poemas sinfónicos más interesantes de Strauss, es la anticipación de la estética musical que encontramos más tarde en Una vida de héroe.

No es una música descriptiva, así lo manifestó el mismo compositor, y no es, tampoco, la exposición de una filosofía profunda como podría parecer cuando escuchamos los compases iniciales formando parte de 2001: A Space Odissey. Es una reflexión musical inspirada en la lectura del Zaratustra de Nietzsche, que Strauss elabora metódicamente base del contraste y del crescendo, con algún apunte contrapuntístico hasta llegar al clímax de la danza dionisíaca que Richard Strauss expone de forma irónica en referencia a los valses de Johann Strauss.


viernes, 22 de febrero de 2013

Miradas distantes

Retrato del Papa Inocencio X. Roma 1650
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.



...con las manchas distantes,
que son verdad en él, no semejantes,
                                           Quevedo

En efecto don Diego, pinta usted con manchas distantes. Pero al contemplar la mirada de Inocencio X, me parece que es más cierta la aseveración de Mengs que dijo que usted pintaba con desprecio.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Horacio - Costa Llobera



Horacio
Oda XXX (primera estrofa)

Exegi monumentum aere perennius
regalique situ pyramidum altius,
quod non imber edax, non Aquilo impotens
possit diruere aut innumerabilis
annorum series et fuga temporum.
--- --- traducció al catalá de Narcís Comadira --- ---

He alçat un monument més durador que el bronze.
més alt en majestat que les piràmides,
que ni l’hivern voraç ni la tramuntanada
no podran ensorrar, ni la cadena
del anys innombrables ni el pas del temps que fuig.
--- --- al castellano --- ---
He construido una obra más perenne que el bronce,
más alta que el túmulo real de las pirámides;
que no podrán destruirla ni la voraz tormenta
ni el fuerte Aquilón, ni la innumerable serie
de los años con que se escapa el tiempo.


__________________________________________________


Miquel Costa i Llobera
El pi de Formentor (primera estrofa)

Mon cor estima un arbre! Més vell que l’olivera,
més poderós que el roure, més verd que el taronger,
conserva de ses fulles l’eterna primavera,
i lluita amb les ventades que atupen la ribera,
com un gegant guerrer.

--- --- traducción --- ---
¡Mi corazón ama un árbol! Más viejo que el olivo,
más potente que el roble, más verde que el naranjo,
en sus hojas conserva la eterna primavera,
y lucha contra los vientos que arrasan la ribera
cual gigante guerrero.

                                              
El pino de Formentor (primera estrofa)
Miquel Costa i Llobera

lunes, 18 de febrero de 2013

Clientes particulares


La strada entra nella casa. Umberto Boccioni

En mi práctica profesional me he tenido que enfrentar a proyectos muy diversos, la mayoría de los encargos han sido de empresas, edificios de oficinas, encargos de entidades públicas y muy pocos de clientes particulares. En estos últimos casos la experiencia ha sido más bien negativa, no por el resultado arquitectónico en sí, sino por el proceso de acercamiento al proyecto.

Con el cliente particular tienes que hablar y llegar a conocer demasiados detalles íntimos de su forma de habitar una casa, pero lo peor no son las intimidades físicas, sino las manías que el cliente te va confesando a base de rodeos.

El cliente particular te informa de su manera de vivir y te dice cuales son sus deseos. Todos quieren aparentar, y te piden que diseñes su casa para parecer más de lo que son: más ricos, más glamurosos, más cultos, más educados, más solidarios. 


Poco se preocupan por la arquitectura, por la buena construcción o por las instalaciones.

Muchos rechazan soluciones constructivas racionales, prefiriendo otras menos eficaces, pero que ellos consideran más suntuosas.

El dialogo empieza con las necesidades funcionales y acaba en una cascada de exigencias presuntuosas y de petulancia. El cliente antepone lo ficticio, lo resultón, lo afectado y lo postizo a la bondad de los materiales y de la buena construcción, incluso a costa del confort. Se empeñan en imponer la chifladura del alto standing.

Y como si de un psicólogo o confesor se tratara, entre diseño y diseño, tienes que escuchar las opiniones de cliente particular que te dice cómo vive, cómo se comporta la pareja, la tía o la hija. 


Casi siempre acabas arrepintiéndote de conocer demasiado a las personas y así te arrepientes de conocer tanto al cliente y a fe que, más que conocer como se comporta de la hija de un ejecutivo, prefiero saber cual es el comportamiento estructural de una pared de ladrillo con toda su sencillez y toda su nobleza cerámica.

domingo, 17 de febrero de 2013

Un poeta admirado


Admiro a un poeta que últimamente está escribiendo versos muy “zen”. Se está ensimismando. Admiro su silencio.

Este poeta es crítico de arte y un gran conocedor del arte de vanguardia y se maravilla ante el arte clásico. En esto coincidimos.

Se interesa más por la obra del arte que por el artista. Dice que el artista-hombre falla y muchas veces puede llegar a decepcionarnos, en cambio la obra de arte queda ahí con su mudez elocuente dispuesta a callar todas las miserias de la condición humana y a mostrarnos el misterio de la belleza o de una expresión que trasciende.  A veces, sin embargo, el arte no está dispuesto a callar y se expresa mostrando precisamente las miserias de la condición humana y sus consecuencias.

Tras los cristales de la ventana que da al jardín, mi poeta contempla ensimismado los árboles y los parterres, se sienta y lee los versos de Li Yu

En el patio interior los árboles con sus copas de quitasol
atrapan, abandonados, este otoño tan claro.

Falta poco, amigo, hasta aquí hemos dejado de amar al artista para admirar su obra y pronto dejaremos de amar al hombre para estimar a los árboles. En esto coincidimos con Beethoven.

Mon cor estima un arbre! Més vell que l’olivera,
més poderós que el roure, més verd que el taronger,
conserva de ses fulles l’eterna primavera,
i lluita amb les ventades que atupen la ribera,
com un gegant guerrer.
El pi de Formentor
Miquel Costa i Llobera

traducción

¡Mi corazón ama un árbol! Más viejo que el olivo,
más potente que el roble, más verde que el naranjo,
en sus hojas conserva la eterna primavera,
y lucha contra los vientos que arrasan la ribera
cual gigante guerrero.
  
                                El pino de Formentor
Miquel Costa i Llobera

sábado, 16 de febrero de 2013

Mendinho


Sedia-m' eu na ermida de San Simión
e cercaron-mi-as ondas que grandes son.
Eu atendend´o meu amigu'! E verrá?

Estando na ermida, ant' o altar,
cercaron-mi-as ondas grandes do mar.
Eu atenden[d´o meu amigu'! E verrá?

E cercaron-mi-as ondas que grandes son:
non ei [i] barqueiro nen remador.
Eu [atendend´o meu amigu'! E verrá?

E cercaron-mi-as ondas do alto mar:
non ei [i] barqueiro ne sei remar.
Eu aten[dend´o meu amigu'! E verrá?

Non ei i barqueiro nen remador:
morrerei “eu”, fremosa, no mar maior.
Eu aten[dend´o meu amigu'! E verrá?

Non ei [i] barqueiro nen sei remar:
morrerei eu, fremosa no alto mar.
Eu [atendend´o meu amigu'! E verrá?


Mendinho trovador gallego medieval que vivió probablemente en el siglo XIII.

Traducción al español

Sentada me estaba yo en la ermita de San Simeón
y me cercaron las olas, que grandes son.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

Estando en la ermita ente el altar
me cercaron las olas grandes del mar.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

Y me cercaron las olas que grandes son,
y aquí no tengo barquero ni remero.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

Y me cercaron las olas del profundo mar:
no tengo aquí barquero ni sé remar.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

Aquí no tengo barquero ni remero;
voy a morir hermosa en la marea alta.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

No tengo aquí barquero ni sé remar,
voy a morir hermosa en el profundo mar.
¡Esperando yo por mi amigo! Pero, ¿vendrá?

jueves, 14 de febrero de 2013

Poema bobo que un corrupto nunca escribiría


Conoces mi responsabilidad
como yo conozco tu afecto fiel
y por ello te agradezco el presente.
Ya sé que tus intenciones son puras
como la sonrisa de una muchacha
y tan diáfanas como la aurora,
pero he jurado servicio absoluto
a estos vecinos que han confiado en mí
y te devuelvo el jarrón y las flores
que todavía no se han marchitado.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Anti - romanticismo

Manuel Cano de Castro
Museu d'Art de Sabadell


Conocida es mi militancia contra el romanticismo y, con esta lucha como compañera, soporto mis contradicciones y con placer escucho con deleite la música de Schubert.

Mi prevención ante el Romanticismo es general. Muchas quimeras nos han decepcionado. El ideal romántico de la redención del hombre por el camino del amor y la belleza ha fracasado, tal como han fracasado casi todos los ideales humanos.

A pesar del fracaso de los ideales a lo largo de la historia, continuamos a la sombra de los mismos, sufriendo por amor y deleitándonos con las melodías edulcoradas de un Mascagni, y con estas sombras creemos en la razón como si fuera un ideal más, para hacernos humanos, más humanos y practicamos la fuga apresurada del romanticismo.

¿Traerá algún provecho la actitud antirromántica? No lo sabemos, ésta es la cuestión. Pero lo que sí sabemos es que la razón ha proporcionado bienestar, ha servido a la higiene pública, a la mejora de las comunicaciones y de la calefacción; hay más pollos y más jamón que antes. En la razón y sobre todo en el razonamiento, se fundamenta la técnica, y gracias a ella ha mejorado la calidad de vida, la cesárea, los antibióticos y la conservación de los alimentos.

Pero aquellas sombras románticas continúan mareando las consciencias y desde las  penumbras lánguidas y bajo los malditos claros de luna, los medios de comunicación y los planes de educación fomentan una sensiblería mezquina donde se da demasiado valor al peso de las emociones. Es un romanticismo cicatero que debilita el discernimiento.

Por otra parte, de forma estentórea, en tanto que hipócrita, se quiere dar carta de rigor a las actitudes subjetivas y a veces sensibleras, y se utilizan estímulos emocionales para dar verosimilitud a actuaciones políticas, económicas y sociales que casi siempre sólo sirven a los intereses de los más poderosos.

Los medios de comunicación son capaces de envasar los sentimientos románticos y las sensiblerías más adocenadas y ponerlas en el mercado para sacar dinero a costa de mucho dolor. Sin ningún miramiento se fomentan pasiones y se montan espectáculos abominables.

Ante las agresiones constantes de irracionalidad sólo nos cabe adoptar una actitud de incredulidad. El escepticismo está servido.

lunes, 11 de febrero de 2013

Mis profesores


Ya sea por los homenajes que han recibido últimamente o premios a toda una carrera profesional, ya sea por el reconocimiento reciente de sus obras o tristemente por alguna nota necrológica, mis antiguos y sabios profesores de la Escuela de Arquitectura han aparecido en los medios de comunicación.

Esto suscitado mi recuerdo y gran mi admiración a estos sabios y grandes profesionales a cuyas clases asistí y cuyas lecciones dejaron en mí una huella indeleble y no quiero dejar pasar la oportunidad de mencionar algunos de ellos. Ahí va la lista algo resumida:

Arnau Puig, profesor de Historia del Arte.
Teórico de la vanguardia y de la modernidad, destacado miembro de Dau al Set.

Eugenio Trías, profesor de Estética y Composición.
Filósofo. Desarrolló la teoría del pensamiento sobre los límites del arte.

Xavier Rubert de Ventós, profesor de Estética y Composición.
Filósofo, Desarrolló la teoría de la sensibilidad.

Rafael Moneo, profesor de Proyectos Arquitectónicos.
Arquitecto, autor de obras como el Museo de Mérida. Premio Príncipe de Asturias.

Oriol Bohigas, profesor de Proyectos Arquitectónicos.
Arquitecto, autor del proyecto de la Vila Olímpica de Barcelona. Autor de una magnífica reseña sobre la arquitectura modernista.

Ignasi de Solà-Morales, profesor de Elementos de Composición.
Arquitecto, autor de la reconstrucción del Liceu de Barcelona.

Manuel de Solà-Morales, profesor de Urbanística.
Arquitecto, autor del Moll de la Fusta (puerto de Barcelona)

Tomás Llorens, profesor de Historia del Arte.
Filósofo. Director del Museo Reina Sofía.

Joan Margarit, profesor de Estructuras.
Arquitecto y poeta.

Joan Bassegoda, profesor de Historia del Arte.
Arquitecto e historiador. Director de la Cátedra Gaudí.

Federico Correa, profesor de Proyectos.
Arquitecto, autor del proyecto de l'Anella Olímpica, extraordinario dibujante.

Francesc Mitjans, profesor de Proyectos.
Arquitecto, autor del estadio del F.C. Barcelona.

Estos profesores son herederos de la impronta arquitectónica del racionalismo del GATPAC y del Grup R.

Con su actividad docente y con su ejercicio profesional, estos hombres sabios dejaron su huella en la Barcelona moderna y su concepto de construcción de la ciudad se ha expandido por toda la cultura arquitectónica internacional.

Josep M. Sostres, Federico Correa y Oriol Bohigas son quienes mejor representaron la evolución de la arquitectura que había quedado truncada con la maldita Guerra Civil.

Arnau Puig dio el sentido teórico de la modernidad a partir de las últimas vanguardias libres de Cataluña.

Eugenio Trías y  Xavier Rubert de Ventós componen el cuerpo estético de todo este panorama arquitectónico, junto a ellos cabe considerar al heterodoxo Quetglas y al controvertido Luis Racionero que nos explicaba estética taoísta,

Rafael Moneo con Carles Martí, Helio Piñón y Albert Viaplana, formulaban un nuevo  racionalismo a partir de la evolución del Movimiento Moderno y de la escuela neo-racionalista italiana de Aldo Rossi, Carlo Aymonino y Ludovico Quaroni.

Serra Florensa con la exposición que hacía de los medios naturales de control ambiental y Fernando Ramos con su sistematización de los detalles arquitectónicos explicaban el sentido que tiene la construcción como definidora del espacio arquitectónico.

Francesc Mitjans, el gran arquitecto, nos enseñó cómo se debe afrontar un proyecto y el valor que tiene la relación forma- función.

Joan Margarit, ¡qué puedo decir de este gran poeta! que con Buxadé -magnífico y entusiasta- nos explicaba Cálculo de Estructuras, ni más ni menos que "estructuras" explicadas por un poeta. Ellos fueron los primeros que plantearon el cálculo con elementos finitos.

Manuel de Solà-Morales y Lluís Cantallops junto con Sagarra y Busquets, desde el recién creado LAB (Laboratori d'urbanisme de  Barcelona), definieron nuevos parámetros para la intervención urbanística.

En fin, todo aquello fue un entusiasmo que, por lo que he ido viendo, no se ha repetido. Ahora la docencia de la arquitectura atiende a los mercados más que a la cultura y al arte arquitectónico.

domingo, 10 de febrero de 2013

El profesor Eugenio Trías


In memoriam

Eugenio Trías Sagnier
mi profesor de Estética y Composición (1976)
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona

sábado, 9 de febrero de 2013

Una tierra estéril

Relief éponge. Yves Klein

Gracias al esfuerzo del hombre, arando y abonando, se consigue que una tierra baldía se convierta en una campiña fértil.

Con el abono, echando estiércol y otros fertilizantes, conseguimos que los terrenos más mineralizados se transformen en vergeles o ricas arcadias. A base de estiércol y materias orgánicas en descomposición se obtienen suelos provechosos.

Lo putrefacto, las materias corrompidas, el fiemo, las heces caballares o de cualquier otra bestia herbívora y la podredura en general, mezclados con los terrones de un suelo estéril, llegan a transformar un erial en un campo ubérrimo.

Cuanto más estiércol, más producción y mejores frutos.

Hablo de agricultura, ¿o quizás también de literatura?

Si es cierto aquello de que pensar y hablar viene a ser la misma cosa, podremos concluir que cuanto más abonado esté nuestro pensamiento, más abonado estará nuestro discurso. Y si con estiércol del bueno hemos fertilizado nuestras reflexiones podremos llegar a acercarnos a eso que alguien califica de buena literatura.

viernes, 8 de febrero de 2013

Arquitectura victoriana

Cuando hablamos de arquitectura victoriana, más que referirnos a un estilo arquitectónico, nos estamos refiriendo a la edificación que se produjo en un periodo histórico. La época victoriana que comenzó en 1837 cuando la reina Victoria accedió al trono de Inglaterra y podemos decir que termina en 1901.

Se desarrolló en el Reino Unido y muy especialmente en los Estados Unidos y adoptó un lenguaje revival con la utilización de diferentes estilos antiguos, combinándolos entre sí y formando una especie de pastiche ecléctico. Se mezcla el gótico con el románico que incorporan estructuras ocultas de acero; se combinan los órdenes greco-romanos con formas folclóricas y clasicismo italianizante.  

La arquitectura victoriana resuelve los problemas de cubrición de grandes luces mediante el empleo de estructuras metálicas. Con el fin de obtener una planta diáfana, de superficie libre despejada de obstáculos, se sustituyen los muros interiores por hileras de pilares y jácenas que acaban empotrándose en las fachadas.

Los paramentos de las fachadas se nos presentan compuestos según una filigrana neo-gótica o de acuerdo con los órdenes clásicos, con pilastras, arquitrabes y frontones, que los encontramos ahí sin que tengan relación alguna con los elementos estructurales que reciben desde el interior.

Las fachadas no expresan la estructura que soportan, expresan otra cosa, incluso la pendiente de los frontones que vemos en el alzado va por un lado y la pendiente real de la cubierta va por otro.

La estructura aporta un orden propio, que en una arquitectura sincera debería expresarse en la composición de la fachada pero que en el estilo victoriano esto no ocurre.

La arquitectura victoriana expresa el puritanismo imperante en la época, presenta una fachada bien compuesta, ordenada y limpia que esconde un interior que es distinto: vigas y jácenas de acero, elementos incipientes de la producción industrial.

Si utilizamos un lenguaje panfletario podemos decir que la arquitectura utiliza el engaño de mostrar una cara de lo que no es.

La eliminación del falso puritanismo no llegará a la arquitectura hasta que Paxton con su Crystal Palace de 1859 (Londres) o Eiffel en la exposición universal de París que decididamente apuestan por la sinceridad de la estructura y su expresión en el orden de las fachadas y de la composición arquitectónica en general.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Elegía (traducción)


Dejo a manos del destino toda mi inocencia
y el lirio que me obligaron a llevar
-oh, dulzura reservada-
se marchita entre el tiempo y la palabra,
como el perfil confuso de la máscara.

Y hoy, con osadía, me adentro en el sueño
de un bello cuerpo perfeccionado en el mármol
y de su belleza
siento más que no sé
y de su tesoro escondido
quiero saber más, que poseer.

Elegia

Deixo en mans del fat tota innocència
i el lliri que m’obligaren a portar
-oh dolçor reservada!-
es marceix entre el temps i els mots,
com el perfil borrós de la màscara.


I avui, amb gosadia, m’endinso en el somni
d’un cos bell perfet en el marbre
i de la seva bellesa
en sent més que no en sé
i del seu tresor amagat
en vull saber, més que posseir.

martes, 5 de febrero de 2013

NO MÁS ALLÁ DEL LÍMITE DE LOS OLIVOS


Pedrag Matvejević  dice:

Nadie conoce todos los pueblos que viven en las costas mediterráneas, y estos pueblos tampoco se conocen lo suficiente a sí mismos. A veces no estamos seguros de poder establecer qué es un pueblo: ciudad o país, nación o Estado, separados o juntos.

y yo añado:

Estos pueblos tampoco se aman a sí mismos y menos aún, aman al pueblo vecino y el vecino tampoco ama al primero. Y con tanto desamor, no estamos seguros de poder establecer qué es un pueblo: ciudad o país, nación o Estado, separados o juntos.

Y todo esto ocurre en las costas de nuestro mar antiguo.
Más allá del límite que marcan los olivos, ocurren otras cosas.

Nunca murió Isolda

 
Casa familiar de Grimshaw. John Atkinson Grimshaw

Nunca murió Isolda. Desapareció. Su imagen se diluyó en la espesura de la niebla. Poco a poco, desvaneciéndose sobre un sendero húmedo.

Tras la ventana, Tristán, contempló la niebla celeste que envolvía a Isolda. Un muro grueso y pesado le aisló del último adiós y del atardecer.

En el exterior quedó la redención por amor. Dentro, donde la espesura del aire confunde la razón, quedó Tristán, con el cáliz en la mano y la mirada perdida en el vano de luz oscura, mientras el azul de la mañana que contenía trazas de neblina apagó los suspiros de Isolda.

Inundada de claridad la copa, cabizbajo Tristán, con su mirada triste escrutó de nuevo el infinito a través del hueco celeste de la ventana sin que apareciera la faz redentora del más allá. Ni amor ni belleza, solo la señal de la niebla cebada por el frío.

El héroe, sin embargo, permaneció ajeno, en su alma y en su rostro solo se dibujó el embeleso por la desaparición de Isolda.

El héroe es ahora una sombra no redimida que sostiene la copa eternamente vacía de los hombres.

lunes, 4 de febrero de 2013

Todos los poemas de amor

-Purism- Le Corbusier


Todos los poemas de amor deben enmendarse.
Contienen bellas imágenes entre labios y dolor
-nada que objetar de la apariencia-
en todo caso, ciertas caligrafías
hechas con mano temblorosa.
En las horas de soledad
el amor desconcierta la mente y hace crujir los dientes.

Cuando el poeta rime de nuevo
hará versos con pasiones y secreciones
contará las sílabas de
per-pe-tua-ción de laes-pe-cie
y buscará metáforas para explicar
el deseo y el arrebato,
tal como siempre han hecho los poemas de amor.

Todos los poemas de amor deben ser retocados.
Las comas separan suspiros y lágrimas,
-nada que decir de la forma -
los claros de luna tienen una métrica precisa,
casi siempre perfecta de ritmo y de acentos
pero hay engaño detrás de los versos
más tristes que se puedan escribir esta noche.

sábado, 2 de febrero de 2013

Epitafio de Esquilo


En esta tumba yace Esquilo, hijo de Euforión,
Ateniense, muerto en Gela, la rica en trigo.
De su valor que hable el afamado bosque de Maratón,
y el Medo de larga cabellera, que bien lo ha probado.



Estas palabras fueron redactadas por el propio Esquilo, quien quería dejar la memoria de su patriotismo perpetuada en una lápida.

Estas palabras grabadas en la piedra que cubría la tumba de Esquilo han sido borradas por el tiempo.

Los siglos arrumban patrias y patriotismos, pero el arte de Esquilo perdura.

Un elogio de la locura


Al otro lado de la línea azul
se alinean sueños de centauros,
son los locos de la otra orilla.
Conocen las auroras lejanas
que se ocultan tras el muro de granito.
Sentados esperamos a los hermanos
que llegarán con tonadas disonantes.

Desde esta orilla, la iluminada,
oímos sus cantos incomprensibles
y miramos de lejos la fiesta
y hasta mañana no sabremos la razón
del loco del rigor plantado,
ni del hijo del clásico que le insultaba.

Tampoco conoceremos el arrebato
del loco del delirio auténtico,
y sentiremos una gran compasión
del loco débil y de su amante
que juntos se metían dentro de una cáscara
para protegerse del clair de lune.

Pasarán primaveras y atardeceres oscuros
hasta que los locos de solemnidad
y los padres del juicio invertido
nos traigan las locuras de invierno
o el terrible ruido del océano
y jamás sentiremos la fresca caricia del rocío.
Sin saber el motivo, nos reiremos
del orate del haba que se escondía de Pitágoras
y sentiremos una envidia rara
del loco ideal y del etrusco que escribía
sus deseos en un papel de estraza
y los escondía en los rincones de su alcoba.

Repasaremos la historia contemplando
el llanto egoísta del moro de Granada,
el retrato amarillento de Erasmo
que con rictus de disgusto
se dirigía a los locos de Rotterdam
ya a los que sufrían dolor de entendimiento
o que se habían infectado con las letras
del abecedario o con la turinella legitima.

Entonces desde lo alto del sicomoro
mediremos con gran cortesía
la mansa dimensión de la normalidad.