viernes, 24 de marzo de 2023

Éramos jóvenes


Éramos jóvenes, queríamos "romper moldes" y nos apuntábamos a un pesimismo teatral.

Éramos conscientes del esfuerzo que había que hacer para seguir adelante.

Era tiempo de reconstrucción.

La duda nos acompañaba, pero no era una duda sistemática, era más bien un estado de incertidumbre ante la vida que teníamos por delante.

La soledad nos ponía de pie ante de unas fachadas antiguas de mitos y nociones.

Los estudios fueron encauzando el pesimismo que, en muchos casos, quizás en los más positivos, se convertía en un escepticismo racional.

Cada choque con la realidad ponía en evidencia nuestra estricta dependencia de la materia.

El estudio nos facultaba para enfrentarnos a la realidad, comprendiéndola y nos servía para adaptarnos a los cambios. Gracias al cálculo y al pensamiento teórico pudimos ejercitar la crítica racional.

Éramos jóvenes y tuvimos que sustituir la soledad por la responsabilidad. ¡Menudo trueque!


miércoles, 22 de marzo de 2023

Dos puentes

 

 


Sólo existen dos puentes que conducen al otro lado. Uno apunta a mediodía y el otro mira a septentrión. Son, por lo tanto, paralelos.

Los dos puentes son de piedra y no atraviesan ningún río. Se construyeron sobre un mar de zarzales y de glaciares encendidos. Unen dos tierras ubérrimas y contiguas donde crece la albahaca y las adelfas florecen durante todo el año.

En medio de cada puente está la cabina del fielato.

Para llevar el arte y la razón al otro lado del puente hay que pagar un peaje muy caro.


de "El caminante y la urraca"

lunes, 20 de marzo de 2023

Sombras de primavera

I pini di Villa Borghese


 
I pini di Roma



Se ha alargado el día, la noche es más corta.

Observo la sombra de primavera: la sombra de un individuo negro es negra y la de un hombre blanco también es negra.

En esta ciudad-universo, la luz no hace distinciones. Las malas digestiones afectan a todos, al adolescente que se siente solo y al intelectual comprometido.

Tampoco hay distinción en las aguas del estanque, en ellas se reflejan los pinos, la confusión y la calma; la geometría de las cornisas, los capiteles y el desorden sensible del ramaje.

La lucha inveterada de Apolo y Dionisos. Las sombras de los combatientes y el nacimiento del arte que surge de ellas.

Urbi et orbi.

domingo, 19 de marzo de 2023

La arquitectura cambia de idioma

  Katama Tower 



El lema clásico de Vitrubio

utilitas, firmitas, venustas

(útil, sólida, bella)

 

que definía las cualidades que debe cumplir la arquitectura, ha ido evolucionando. Ha cambiado de idioma. Ha pasado del latín al inglés.

Aquel utilitas, firmitas, venustas se han convertido en luxury, show-business, vanity. Al paso del latín al inglés podéis darle la significación que queráis.

La arquitectura debe ser útil –utilitas–, responder perfectamente a la función que tiene encomendada y servir a las necesidades humanas. No vale trastocar utilitas por luxury para construir grandes edificios insostenibles que hacen gala de un derroche de materiales y de despilfarro energético. Son monstruos que parecen comérselo todo y se lo comen, y con chulería nos muestran su piel lustrosa de muros cortina de vidrio y titanio.

Tampoco debe sustituirse la firmitas por el show-business de unos edificios que hacen ostentación de grandes voladizos o proezas estructurales que no sirven para nada, o que sólo sirven para mostrar el espectáculo efímero de una arquitectura de bambalinas construida al servicio del negocio del lujo inmobiliario o mediático. Cuando contemplo las fachadas ostentosas de los edificios de lujo, pienso inmediatamente en la durabilidad y en la vida útil del edificio, ¡cuán caro resulta mantener este espectáculo! Me indigno calculando el dineral que se derrocha en el show-business de la arquitectura.

La venustas se ha convertido en vanity, el concepto de belleza del edificio se ha convertido en un culto a la celebridad de arquitecto de campanillas o del promotor que ha pagado la obra. El concepto de belleza se trastoca por la desmesura y la megalomanía y por una originalidad malentendida. Se sustituye la belleza de la arquitectura por la vanidad y sólo cuenta la foto del día de la inauguración de la obra y el posterior envanecimiento publicitario de los promotores.

La evolución del lema vitrubiano es un fenómeno que obedece al signo de los tiempos, es una corrupción de los valores clásicos de la arquitectura –algo que no hay que confundir con los valores de la arquitectura clásica–.

Todo esto es un puro espectáculo que surge detrás del telón pesado de una sociedad opulenta, que no duda en cargarse el estado del bienestar a favor de la ostentación y el lujo.

viernes, 17 de marzo de 2023

WhatsApp Art

 Pixel Forest. Pipilotti Rist

 

El arte es la expresión del signo de los tiempos, los artistas se hacen eco de lo que ven y muchas veces, su sensibilidad es capaz de anticipar aquello que sólo es un apunte de una realidad que se avecina.

En la actualidad asistimos a un buen número de obras de arte que expresan la ñoñez y la sensiblería de una sociedad mojigata que se rasga las vestiduras por cualquier insignificancia y enseguida publica su indignación en las redes sociales, en los grupos de amiguitos de WhatsApp.

Cualquier bagatela, cualquier niñería, es buena para construir un castillo con murallas de plastilina.

 Jeppe Hein

 

Hay un arte complaciente que encandila a los grupos de WhatsApp, estos que suelen felicitarse los cumpleaños y las pascuas utilizando las caritas amables que aparecen en el móvil.

Este arte complaciente expresa la blandura de una sociedad timorata, incluso el propio artista se convierte en un timorato que pinta de colorines su expresión acrítica y complaciente.

Se trata de un buenismo formal que no incomode, una complacencia que enmascare la realidad. Veo algunas obras de arte actuales y echo en falta la expresión artística crítica y el librepensamiento.

 Kasper Bosmans

 

Son obras que pretenden ser críticas pero que no ofendan a nadie, obras que parezcan transgresión pero que no lo sean demasiado, arte subversivo pero que sea alegre, feliz y empático. Sarcasmo descabezado. Dibujos de colorines, esculturas mórbidas, naíf industrial, grafismo corporativo, geometrismo de colores, dibujos de ludoteca, plastilina, instalaciones asépticas, muñecos de colores planos, video art con música ratonera, punk invertido, en definitiva, una transgresión aparente, la expresión de un buenismo hipócrita, un criticismo subvencionado y una benevolencia formal.

 

Afra Eisma

 

Lo que parece rabioso vende, lo que es rabioso ofende.

Creo que la cosa ya empezó con la degeneración del Pop Art. Desde Jeff Koons a los nuevos artistas de colorines, a los artistas dulzones del arte del WhatsApp.

 

Polly Apfelbaum

 

Estos son algunos de ellos: Jeppe Hein, Polly Apfelbaum, Paola Pivi, Kasper Bosmans, Martin Creed, Afra Eisma, Meschac Gaba, Pipilotti Rist, Erwin Wurn.

De ellos diría que Pipilotti Rist es la más pop y Erwin Wurn el más conceptual.

En la exposición "Amigos Imaginarios" que presenta la Fundació Miró (Barcelona) pueden contemplarse unos destacados ejemplos de este arte de WhatsApp. 

 We Are the Baby Gang, Paola Pivi. Foto: Davide Camesasca © Fundació Joan Miró, 2023


Al salir de la exposición tuve la sensación que había salido de una ludoteca.

 

Nota:

excepto la obra We Are the Baby Gang de Paola Pivi, cuyo copyrigt se ha citado, todas las demás imágenes han sido tomadas de Google en webs que informan de la obra de cada artista correspondiente. 

Pipiloti Rist             www.artforum.com 

Jeppe Hein              https://hypebeast.com 

Kasper Bosmans     www.artsy.net/artist/kasper-bosmans

Afra Eisma              www.kunstinstituutmelly.nl

Polly Apfelbaum      https://camstl.org

jueves, 16 de marzo de 2023

Paquito el chocolatero

 



En la banda lateral de mi blog, escribí este lema:

Materialismo, vulgaridad y técnica.

Estos aspectos –estas categorías– me acompañan siempre. Encuentro en ellas la satisfacción y una manera de entender el mundo.


El materialismo de las cosas tangibles, lo que comemos, lo que vemos, la realidad que apreciamos y palpamos. 


La vulgaridad de lo cotidiano e inmediato, las manifestaciones populares del arte, lo que es contrario a toda exclusividad y el alto standing. 


Y la técnica que nos hace la vida más confortable: el váter, la lavadora, las redes de saneamiento…


Paquito el chocolatero” es una de estas manifestaciones populares que nos ayudan a vivir bien. ¡A cuánta gente ha hecho feliz este pasodoble!

Es una música que casi todo el mundo conoce y que la llevamos en el corazón, en la mente y los que tienen alma, la llevan en el alma.

El pasodoble “Paquito el chocolatero” fue compuesto en 1937 por Gustavo Pascual Falcó, un músico sensible que se la dedicó a su cuñado Francisco (Paquito) que era un vendedor de chocolate y hacía feliz a muchos niños con sus chocolatinas.

Esto es el materialismo, la vulgaridad y la técnica que a mí me agradan.

¿Qué se puede pedir más?

         ¡Haya cultura y prosperidad y chocolate para todos!


https://www.bing.com/videos/search?q=Paquito+El+Chocolatero+Valencia&&view=detail&mid=E86DAF56A6C190ACD44EE86DAF56A6C190ACD44E&&FORM=VRDGAR&ru=%2Fvideos%2Fsearch%3F%26q%3DPaquito%2BEl%2BChocolatero%2BValencia%26FORM%3DVDMHRS

(a mí esta versión me emociona)

martes, 14 de marzo de 2023

Florilegio barroco

Cristo y la Virgen en Nazaret (1635-1640). Francisco de Zurbarán

 


Con más o menos adornos, el barroco apela al orden, nunca al sentimiento.


El espacio barroco se diluye entre la curva y la contra-curva.


El Barroco absorbe la voluntad y la mirada con sus molduras clásicas a veces fragmentadas, volutas, atlantes dorados y ménsulas con orlas de laurel.


El barroco es un estado mental estereotipado.


El barroco es ambigüedad y fervor de púrpuras cardenalicias.

 

El brillo y la suciedad barroca, la penumbra y el claroscuro son la expresión de la Contrarreforma.


La suite barroca de contrapuntos y fugas resuena bajo el suspiro de vírgenes carnales, santos con aspecto de mendigos, frentes ensangrentadas y muchachos de mirada provocativa y uñas sucias disfrazados de dioses paganos. 


Zarabandas, bourrées, sicilianas, minuetos, gigas... sustituyen las polifonías de innumerables voces.

domingo, 12 de marzo de 2023

La franja risueña

 

Iglú. Mario Merz



Lo que ocurre por aquí, no tiene ninguna excepcionalidad. En Cataluña, en esta franja risueña que se extiende del cabo de Creus hasta el delta del Ebro, todo es tan vulgar como en cualquier otra parte de este mundo.


La conducta de los catalanes no tiene nada especialmente notable. Tanto si uno es surrealista como si es un becario de la realidad, los catalanes somos tan ordinarios como cualquier ciudadano que vive con la obligación de seguir adelante.


La cultura catalana se compone de una serie de contradicciones, algún acierto y algunas mezquindades como todas las demás. Qué nadie se crea que en esta “franja risueña” hay jóvenes más audaces y señoras más amables que en otros lugares de esta disecada piel de toro ”.


Aquí se trucan y falsean los cuentos como en los demás sitios del mundo mundial. Todo es tan vulgar que da gusto verlo. Por aquí no vuelan pájaros exóticos, aquí hay simples gorriones inquietos y todos tan contentos, intentando atrapar una migaja de pan que haya caído al suelo.


Por estas aldeas, muchos son los sueñan y se quedan dormidos en los laureles y luego, al despertar, se encuentran que el mundo ha continuado girando. Los laureles son una simple elucubración surrealista. Un sueño no es una creación artística, un sueño no es un programa de gobierno. El sueño es una DESFIGURACIÓN.


Por aquí encontramos utopías de cartón piedra como las historias de un conde peludo y hallamos expresiones tan arcaicas y modernas como los versos de J.V. Foix, cosas tan universales como las pinturas de Joan Miró, tan comprometidas como la modernidad de Mercè Rodoreda, tan conciliadoras como los poemas de Salvador Espriu y tan terrenales y auténticas como la prosa de Josep Pla. Como él yo también intento apartarme de las “collonadas” utópicas.