miércoles, 30 de junio de 2021

Antoine-Jean Gros

 

El caballo de Mustapha-Pacha

 

El barón Antoine-Jean Gros se suicidó lanzándose al Sena. Había aprendido a pintar con su padre y depuró su técnica y su arte con el maestro Jacques-Louis David.

 

 

 Cabeza de mujer (1820)

 

De formación rigurosamente neoclásica, Antoine-Jean Gros (1771-1835) fue un espíritu de grandes contradicciones. Admiraba el dibujo de los neoclásicos y el color de Rubens y sobre todo el de los grandes pintores de la escuela veneciana.

 

 

 Bonaparte en el puente de Arcole (1796)

 

Gesto clásico y corazón romántico dirigían los pinceles de Gros. Admiró las victorias de Napoleón y sufrió por el dolor que causaban las batallas. 

 

Se exilió y regresó a casa. 

Retorno al neoclasicismo.

 


Napoleón visitando a los apestados de Jaffa (1804)

 

La contradicción entre clasicismo y romanticismo le llevó al río y se ahogó.

lunes, 28 de junio de 2021

El existencialismo es un humanismo pusilánime

El existencialismo es un humanismo 
 (J.P. Sartre),


 

El señor Sartre dice que, el existencialismo es un humanismo. Yo añadiría que lo es, pero en la medida de su pusilanimidad.

 

Fue Husserl quien se inventó el existencialismo y lo hizo sin buscar aquella “verdad verdadera” reclamada por Sören Kierkegaard. A Albrecht Husserl le faltaron imágenes y sus palabras quedaban huérfanas.

 

Creo sin embargo que el existencialismo surge de un vacío de expresión. Cuando las palabras van desapareciendo y un temblor se apodera del semblante, el pensamiento teórico entra en el territorio tenebroso del miedo y busca su acomodo en un humanismo teñido de negro.

 

Vinieron el miedo y las guerras y Europa se llenó de dolor y muerte y el romanticismo tardío soltó sus últimas lágrimas, mientras los pensadores se empeñaban en encontrar un nuevo humanismo.

 

Decididamente el existencialismo es un romanticismo post-bellum. 

Decididamente lo pusilánime está justificado.

 

Al existencialismo también le faltaron imágenes.