El caballo de Mustapha-Pacha
El barón Antoine-Jean Gros se suicidó lanzándose al Sena. Había aprendido a pintar con su padre y depuró su técnica y su arte con el maestro Jacques-Louis David.
Cabeza de mujer (1820)
De formación rigurosamente neoclásica, Antoine-Jean Gros (1771-1835) fue un espíritu de grandes contradicciones. Admiraba el dibujo de los neoclásicos y el color de Rubens y sobre todo el de los grandes pintores de la escuela veneciana.
Bonaparte en el puente de Arcole (1796)
Gesto clásico y corazón romántico dirigían los pinceles de Gros. Admiró las victorias de Napoleón y sufrió por el dolor que causaban las batallas.
Se exilió y regresó a casa.
Retorno al neoclasicismo.
Napoleón visitando a los apestados de Jaffa (1804)
La contradicción entre clasicismo y romanticismo le llevó al río y se ahogó.
Quizá tenía más fuerza en él la racionalidad y la armonía, el equilibrio y las proporciones, que no los vaivenes emocionales que su corazón le trajinaba con las sensiblerías de la época.
ResponderEliminarVaya uno a saber.
Sí Miquel, "vaya uno a saber".
EliminarLos vaivenes emocionales son muy peligrosos, sobre todo cuado le sacuden a uno mientras pasea por la orilla del Sena.
Abrazos.
Una época de grandes cambios a nivel histórico que, forzosamente tendrían sus repercusiones en el ámbito artístico y literario, también en el psicológico: ¿soy clásico o romántico?, que diría tiempo después el poeta sevillano exiliado en Colliure. Un ejemplo más de la contradicción inherente al ser humano.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Grandes cambios, en aquella época y ahora que también, que parece que nos sumergimos en el mar de las emociones románticas y exigimos razón al Estado.
EliminarLa eterna lucha entre Apolo y Dionisos.
De las luchas siempre sale alguien malherido.
Saludos.