miércoles, 31 de mayo de 2023

Remedios para la vida




LeíaRemedios para la vida” de Francesco Petrarca y se lo comentaba con un amigo y colega arquitecto. Ambos decíamos conocer a otros colegas a los que también les gusta Petrarca.

Mi amigo y yo, buscando razones para saber por qué este poeta gusta a los arquitectos, llegamos a la conclusión de que ello es debido al orden riguroso de sus sonetos o quizás por aquello que Petrarca escribió en Epistolae de Rebus Familiaribus, 7,7

En aquellas epístolas el poeta dijo:

Solet architectus esse optimus propriorum operum demolitior

(El arquitecto suele ser quien mejor sabe destruir su propia obra)


Está claro, sabemos dónde están los puntos débiles y a ellos dirigimos la piqueta demoledora. 

lunes, 29 de mayo de 2023

Mirando hacia siroco

Abanico. Pepe Dámaso


Miro hacia siroco, de allí llegan muchos dolores de cabeza. El viento barre la superficie de esta tierra mía que tanto admiro -admiro su superficialidad. Creo que en el subsuelo se esconden fantasmas y por encima, un suelo de espejismos.

Levantado el telón, se representa una comedia de sátiros y locos que conviven en una heterotopía con bambalinas bien iluminadas.

Procuro evitar las modas y no confundir la seriedad con la monotonía del hábito profesional. Con toda probabilidad, moda, seriedad y hábitos son elementos de una puesta en escena.

Miro hacia siroco otra vez, hoy sin embargo, la mirada es crepuscular, en cierto modo críptica y busco en el cielo una estrella danzante, pero está demasiado lejos de la superficie de esta tierra mía y de la superficialidad de mi pensamiento.

sábado, 27 de mayo de 2023

Hermetismo, lecturas y vinagre en tiempo de campaña electoral

 
David Bierk (1944-2002)

 

Cuando se avecina una campaña electoral me entran ganas de leer textos herméticos o de ver alguna reproducción de Antonello da Messina.

Me preparo para soportar argumentos estrambóticos. Escucho música de Mozart, Haydn y Beethoven. Evito las comidas avinagradas y la lectura de J.J. Rousseau.

A pesar de mis ganas de hermetismo, leo el Zibaldone de Leopardi, Cadalso y algunos moralistas franceses: Voltaire, Montaigne, Pascal, La Rochefoucauld, Saint-Simon, La Bruyère.

Me retiro y pienso que cada tierra libra su guerra.

jueves, 25 de mayo de 2023

Aritmética cuestionada

 

Herwig Zens, Der Fagottist, 1999


Dos y dos son cuatro, o no.

La matemática es una ciencia exacta, pero parece que su exactitud -tan grande como la sucesión de los números naturales- no cabe en la mente de los humanos porque tenemos la cabeza demasiado pequeña.

Tanto es así, que la sencillez y claridad del “dos y dos son cuatro” ha sido puesta en entredicho por escritores, filósofos, científicos, poetas, matemáticos y políticos.

He aquí algunos ejemplos:


Arthur Koestler (1905-1983). Escritor: 

Dos y dos no son cuatro, sólo cuando las unidades matemáticas no son seres humanos.


G. Ch. Lichtenberg (1742-1799). Científico: 

Dudo de todo por lo menos una vez, incluso de la proporción de que dos y dos son cuatro.


George Mikes (1912-1987). Escritor:  

En Inglaterra es de mala educación afirmar algo con aplomo. Puedes opinar que dos y dos son cuatro, pero no debes afirmarlo rotundamente, pues en un país democrático otros pueden opinar distinto.


Francisco Romero Robledo (1838-1906). Político:

En la aritmética política, dos y dos son jamás cuatro.


Antonio Machado (1875-1939). Poeta:

Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada.

 

Fiódor Dostoyevski (1821-1881). Escritor:

En mi opinión, dos más dos son cuatro no es más que una insolencia. Dos más dos son cuatro se hace el guapo, se cruza en su camino con los brazos en jarra y los escupe.

 

George Orwell (1903-1950). Escritor:

La libertad consiste en poder decir que dos y dos son cuatro. Admitiendo eso. se deduce todo lo demás.

 

Bertrand Russell (1872-1970). Filósofo, matemático:

Así, el enunciado "dos y dos son cuatro" trata exclusivamente de universales y, por tanto, puede ser conocido por cualquiera que esté familiarizado con los universales en cuestión y pueda percibir la relación entre ellos que afirma el enunciado. Debe tomarse como un hecho, descubierto al reflexionar sobre nuestro conocimiento, que tenemos el poder de percibir a veces tales relaciones...


Bertrand Russell (1872-1970). Filósofo, matemático:

Volvamos a la proposición "dos y dos son cuatro". Es bastante obvio, en vista de lo que se ha dicho, que esta proposición establece una relación entre el "dos" universal y el "cuatro" universal. Esto sugiere una proposición que ahora intentaremos establecer; es decir, todo conocimiento a priori se ocupa exclusivamente de las relaciones de los universales. Esta proposición es de gran importancia y contribuye en gran medida a resolver nuestras dificultades anteriores en relación con el conocimiento a priori.


 

martes, 23 de mayo de 2023

Condensaciones



No soy original ni exclusivo. Procuro condensar y seleccionar otros pensamientos y, poco a poco, asimilarlos y organizarlos. 

No puedo aspirar a nada más, me conformo con ser un conglomerado de otras almas, más o menos nobles, pero diversas.


lunes, 22 de mayo de 2023

Mito de Narciso, versión 2.0

 


El mundo está en nuestras manos, lo contemplamos en la pantalla del teléfono. En ella encontramos paisajes lejanos, fotos de los demás y un universo de discursos e imágenes más o menos manipuladas.

Conocemos el mundo a través de la pantalla y en ella también nos contemplamos como lo hacía Narciso, cuando se contemplaba en las aguas del arroyo. Los materiales han cambiado y hoy el arroyo es de cristal líquido. Son unas aguas en versión 2.0. La imagen que nos devuelve la pantalla puede llegar a enamorarnos, como se enamoró Narciso de su hermoso rostro.

Narciso, hijo del dios del Cefiso y de la ninfa Liríope, despreciaba el amor y contempló su imagen en las aguas del arroyo que nacía de una fuente, allí se vio reflejado y se enamoró de sí mismo, quiso besar el rostro reflejado y murió ahogado. Allí nació una flor.

También como Narciso, actualmente podemos perecer ahogados en un mar de plasma y, si hay batería suficiente, probablemente nacerá una flor de asfalto.

En los tiempos líquidos, la pantalla del teléfono es el elemento acuoso donde nos miramos, ahí se encuentra nuestro rostro, en el selfie y en las redes sociales.

Pulsamos el botón de “grabar” para saber qué es real. Transportamos la realidad y nuestro cuerpo mitad humano, mitad iPhone, de aquí para allá. Y no sabemos si con el trasiego hemos dejado atrás nuestro cuerpo de carne y hueso.

Nuestra imagen ha subido de la pantalla del telefonillo a la nube –al satélite que todo lo refleja. Es un viaje on line. Al fin y al cabo, nuestra vida es una performance, una hipercaracterización que viaja y que va dejando el rostro y el rastro de nuestra vida privada pegados en la red de la tarántula y va esparciendo una estela de datos que quedan a disposición de quien los sepa utilizar. Probablemente, estos, sabrán recoger la flor.

sábado, 20 de mayo de 2023

Vanguardias



En las vanguardias artísticas del siglo XX, encontramos una corriente racionalista que arremete contra todo romanticismo. Lo hace cuando el romanticismo tardío da señales de agotamiento y cuando Europa se encuentra sumida en un desequilibrio geopolítico que le habrá de conducir a la Gran Guerra.

El arte, como expresión humana, se hace eco de las tensiones sociales y propone nuevos lenguajes. Esta situación da lugar a las denominadas vanguardias artísticas del siglo XX.  Son los ciclos de la Historia del Arte. A unos periodos dominados por el intimismo y la pasión desmedida, le siguen otros donde la razón establece unas reglas de medición.

Aquellos artistas de la vanguardia europea creían las palabras de Nietzsche que aseguraban que Dios había muerto y que lo había matado la piedad de los hombres.

Quizá para indultar la culpa o para dar una explicación a su impiedad, los artistas, buscaron razones en la naturaleza o en el progreso científico. Personalmente observo en este afán, dos tendencias que se remontan al Iluminismo del siglo XVIII:  Rousseau y Voltaire.

Picasso 


Algunos artistas de la Vanguardia europea fijaron su mirada en el primitivismo. Creían ver en el arte de los pueblos primitivos la “candidez original” del buen salvaje de Rousseau. En el arte africano, en la Amazonía o en el de los mares del sur –máscaras rituales, ritmos más o menos sincopados, pinturas planas, etc. – pretendían encontrar una bondad de la naturaleza que sustituyera al Dios perdido. Ahí estaba el primitivismo de Stravinski y las obras del movimiento pictórico ruso de la Sota de Diamantes con artistas como Kazimir Malévich, Léopold Survage, Aristarj Lentúlov, Aleksandra Ekster, Iliá Mashkov, David Burliuk, Aleksandr Kuprín, Aleksandr Osmiorkin, Vladímir Burliuk y Piotr Konchalovski, también los artistas del grupo La cola del Burro y, en cierta manera, Braque, Picasso, Vladímir Tatlin y Marc Chagall.

 

cabaret Voltaire


Por otra parte, los volterianos defendían el progreso científico como una de las formas de alejar el ser humano del salvajismo. Para ello se valían del método científico, de la educación laica y universal y de la técnica serena y el mecanicismo, como formas de avance social. Preconizaban la transparencia, el vigor de la razón, y un optimismo de concordia que surgiría del conocimiento y la socialización de la ciencia. El arte de estos "volterianos avanzados" excluía toda emoción personal y elaboraron un discurso de argumentos ambivalentes: un optimismo y una pesadumbre esperanzados en la Bauhaus y en la amargura del Expresionismo.  Ahí están compositores como Prokofiev y los artistas plásticos del constructivismo ruso, vinculado al suprematismo y cubismo abstracto; el neoplasticismo de Piet Mondrian, Theo van Doesburg y el grupo De Stijl.


 

 Cantata Alexander Nevsky


En la música, en los compositores racionalistas, encontramos unas partituras retóricas –pienso en la cantata Alexander Nevsky de Prokofiev–, y composiciones donde la ironía es constante. Estoy por asegurar que es, en la vanguardia musical europea,  donde la ironía se hace más evidente: en el citado Prokofiev, en Shostakovich y añadiría Igor Stravinski, irónico en El pájaro de fuego o en Petruschka, pero también veo elementos irónicos en Ravel y en Debussy que parecen emular aquellos elegantísimos Couperin y Rameau que les precedieron.

En la vanguardia musical europea encontramos composiciones heroicas, y otras angustiadas que expresan el horror de un siglo de dolor y muerte. Todas ellas persiguiendo un puro mecanismo intelectual matemático, que por otra parte no deja de ser un fenómeno de "ser", más que de existir, entendido como construcción intelectual, no como experiencia.