lunes, 22 de mayo de 2023

Mito de Narciso, versión 2.0

 


El mundo está en nuestras manos, lo contemplamos en la pantalla del teléfono. En ella encontramos paisajes lejanos, fotos de los demás y un universo de discursos e imágenes más o menos manipuladas.

Conocemos el mundo a través de la pantalla y en ella también nos contemplamos como lo hacía Narciso, cuando se contemplaba en las aguas del arroyo. Los materiales han cambiado y hoy el arroyo es de cristal líquido. Son unas aguas en versión 2.0. La imagen que nos devuelve la pantalla puede llegar a enamorarnos, como se enamoró Narciso de su hermoso rostro.

Narciso, hijo del dios del Cefiso y de la ninfa Liríope, despreciaba el amor y contempló su imagen en las aguas del arroyo que nacía de una fuente, allí se vio reflejado y se enamoró de sí mismo, quiso besar el rostro reflejado y murió ahogado. Allí nació una flor.

También como Narciso, actualmente podemos perecer ahogados en un mar de plasma y, si hay batería suficiente, probablemente nacerá una flor de asfalto.

En los tiempos líquidos, la pantalla del teléfono es el elemento acuoso donde nos miramos, ahí se encuentra nuestro rostro, en el selfie y en las redes sociales.

Pulsamos el botón de “grabar” para saber qué es real. Transportamos la realidad y nuestro cuerpo mitad humano, mitad iPhone, de aquí para allá. Y no sabemos si con el trasiego hemos dejado atrás nuestro cuerpo de carne y hueso.

Nuestra imagen ha subido de la pantalla del telefonillo a la nube –al satélite que todo lo refleja. Es un viaje on line. Al fin y al cabo, nuestra vida es una performance, una hipercaracterización que viaja y que va dejando el rostro y el rastro de nuestra vida privada pegados en la red de la tarántula y va esparciendo una estela de datos que quedan a disposición de quien los sepa utilizar. Probablemente, estos, sabrán recoger la flor.

18 comentarios:

  1. Tinc zero dependència del mòbil. És greu Doctor? El faig servir només per trucar i rebre trucades, i per escoltar la ràdio quan surto a caminar o amb la bici, i últimament ni això, m'enduc el transistor.
    És bo, sortir de tant en tant a caminar una bona estona sense el mòbil, et permet badar sense presses.

    Salut.

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    1. Amic Puigcarbó, la meva relació amb el telefonillo es molt escasa, ara he estat uns quants dies sense el telèfon -me'l van prendre- i, en cap moment, el vaig trobar en falta.
      Salut

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  2. No te quepa duda que saben recoger la semilla de esa flor que se llama "datos".
    Y aquí podríamos acercarnos a Aristóteles, siempre presente, pues, de estos "actos", los datos, la "potencia", o sea, la información, que es la cosecha que desea el sistema, pues con ellos, el control.
    Un abrazo

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    1. Sí, Miquel, utilizan nuestros datos y nosotros, tan embobados por la tecnología, no paramos de ir facilitándoselo.
      Salud

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  3. En efecto, Francesc, tal cual lo describes. No es solamente el narcisismo de que te vean y te veas en el móvil, sino el mismo ejercicio físico se impone al individuo. No hay más que ver cómo va tanta gente a pie por la calle o en el autobús sin quitar el ojo al aparato que encima no es tuyo, aunque hubieras pagado, pues cada "servicio", incluido contenido de redes, tiene su dueño que hace su negocio galáctico a costa del consumidor.

    Sí, ya no somos individuos humanos tradicionales, somos seres míticos mitad humano mitad móvil, narciso mentiroso, más engañoso que la corriente del río.

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    1. Amigo Fackel, veo cómo se contemplan en la pantalla y hacen gestos raros y muecas estrambóticas y con estas pintas se fotografían, mientras otros se aprovechan de su narcisismo.
      Salud

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  4. Una preciosa metáfora la de la pantalla como lago actual. Le felicito. No obstante creo que la mayoría de los ahogados hoy en día en el plasma, más que germinar en narciso lo hacemos en cardo borriquero.
    Saludos

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    1. Amigo Julio, la pantalla nos ofrece unas imágenes que podríamos asimilar a lo rupestre. Una mirada simplista de la realidad.
      Lo del cardo borriquero es genial.
      Saludos

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  5. Narciso es la constatación de quien no tiene nada que aportar, nada que decir y nada en que pensar. En ese erial mental su imagen, la única que es capaz de ver, se le muestra como perfecta. No hay nada con qué comparar.
    Un saludo.

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    1. Daniel, poco puede aportar el individuo que sólo está pendiente de su imagen.
      Es un erial donde difícilmente puede crecer nada que fructifique.
      Saludos

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  6. Al menos, Narciso dio lugar a mito. Nosotros nos diluimos en la nada.

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    1. Ahora, Pedro, hay muchos mitómanos y muchos mitos efímeros, son influencers, ídolos de la bachata, DJ's. Todo pasajero como los telefonillos, que en pocos años ya pasan a ser chatarra.
      Saludos

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  7. Totalmente de acuerdo FRANCESC, además la imagen que usas de narciso es totalmente gráfica, no solo por el infantilismo de los selfies y esa necesidad de publicar nuestra maravillosas vida minuto a minuto para que todos baben viéndonos en sus móviles aunque estemos muriéndonos de asco en la realidad, es esa incapacidad de levantar los ojos de la pantalla, que casi parece un apéndice de nuestra mano y que nuestro mundo se reduzca a la mera virtualidad sin ver, ni disfrutar, ni saber nada que no nos entre por ahí. Hasta las relaciones amorosas se contactan por medio de aplicaciones ( digo amorosas, por llamarlas de alguna manera ; ) vendemos una imagen y solo eso, el fondo de las personas y la vida real, no le interesa a nadie... creo que somos narcisos y papanatas para más inri ; )

    Un beso grande FRANCESC!

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    1. Querida María, a menudo me topo por la calle con individuos que van mirando la pantalla del telefonillo sin darse cuenta de lo que hay a su alrededor, entonces sucede que tengo que apartarme rápidamente para evitar el encontronazo con el Narciso embobado. También observo algunas muecas raras que son comunes en muchos de estos que no paran de hacerse “selfies” arqueando de forma mórbida su bezo. Para estos del bezo prominente, lo único que ocurre en el mundo es lo que aparece en sus pantallas. Supongo que sus relaciones amorosas deben ser un prodigio de sensaciones virtualiales. Orgullosos todos de su modernidad y de su adaptación a las tecnologías son capaces de tocar el cielo con la punta de sus dedos –me refiero al cielo que aparece en la pantalla, un cielo manipulado con el Photoshop.
      Abrazos.

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  8. La "realidad-irreal" que se vive a través de lo digital es la puntilla al penoso estado mental de una parte de nuestra población. Somos el país de Europa que consume más ansiolíticos con receta médica. El "Mundo Feliz" de Aldous Huxley, en versión cutre.

    Saludos.

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    1. Amigo Rodericus, la pantalla es un aparatito muy pequeño, no me extrañaría que su pequeñez determinara la dimensión de la salud mental de las mujeres y los hombres que andan distraídos mirando la realidad "pantallil"
      Salud

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  9. Parece que todos somos aspirantes a actores y actrices de teatro la verdad, sin tener ni dotes para ello.

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    1. Amigo Xan Do Río, somos aspirantes a actores y además llevamos la cámara dispuesta en cada momento y somos directores de la película y la difundimos, total inaudito. Se edita cualquier cosa, sin filtro ni autocrítica.
      Saludos

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