jueves, 30 de enero de 2014

Espejo parabólico


En telaraña                 de gregorianos hilos
caen las gotas             sobre los pentagramas.

Todos los glóbulos     saben donde caer,
¿al paraninfo               o entre espejos de arena?

Se hundirán                 en cristal parabólico,
aquel que todo            acrecienta y deforma,
hasta un final              de cuervos y luciérnagas,
y de los pájaros           solares que centellan.

Perverso espejo          que agiganta la aurora
de la república            del deseo y la furia.
Caerá la tarde             dibujando castillos

sobre el mosaico         negro de sombras parcas.
También las gotas       caerán sobre un mar bravo
¿Caerán al atrio          o en el salón hipóstilo?

martes, 28 de enero de 2014

El bosque recobrado

Bosque de pinos (1901)
Gustav Klimt
Las hojas brotan de nuevo
en los robles de siempre,
habrá de pasar el solsticio
para que la elegía otoñal
pinte otra vez de ocre el follaje;
los gusanos y los hongos
desharán la corteza
con incansable afán
y todo tendrá que cambiar
para que encinas y tilos dibujen
de nuevo el paisaje conocido.

La floresta es siempre la misma.
Nada cambia, sólo la mirada
que atisba entre las ramas:
un futuro que se acorta
y deja atrás un pasado
que poco a poco se alarga.

El tiempo no yace en el bosque,
los días viven en la memoria
y el paso de las estaciones
sólo dejará un calco de hojas.
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lunes, 27 de enero de 2014

Apañar un reloj



Giovanni Anselmo
Piccola torsione (1968)

Creyeron que el reloj de la historia se iba a parar, pues no había un primogénito que le diera cuerda. Aquellos varones facinerosos (debía haber escrito barones con b) decidieron buscar al tonto que apaña los relojes y para ello se reunieron en un altozano.

El tonto elegido creyó que debía apañar el reloj y toqueteando engranajes y esferas se encontró que le sobraban piezas y se desprendió de todas aquellas que le parecieron innecesarias.

Vano temor el de los facinerosos ya que el reloj de la historia continuó funcionando. Jamás se había parado. La historia continúa en marcha aunque sobren piezas y continúa con cuerda para rato, haya o no haya primogénitos.

Los varones (barones) tuvieron que mantener al tonto que apaña los relojes en su puesto de relojero y dejar que continuara dando cuerda a la historia. Así se habían comprometido.

sábado, 25 de enero de 2014

Las musas se prejubilan



Òliba (1958)
Jaume Muxart i Doménech

Las musas primero se prejubilan, luego se enteran de la existencia de Safo y finalmente entran en júbilo eterno, echan un baile, se ponen contentas y vuelven a la tarea de continuar inspirando.

Mientras tanto no nos dejaremos engañar por una inspiración mal entendida. Continuaremos con la pluma en ristre, con el cincel o el cortafríos, ordenaremos los pentagramas, mezclaremos los pigmentos y rectificaremos los planos tantas veces como haga falta y, sin dejar de reflexionar, intentaremos descubrir el misterio que se esconde tras el cálculo, la armonía y la proporción.

jueves, 23 de enero de 2014

No somos la vanguardia. Una reflexión sobre la arquitectura catalana



A menudo contemplamos el engreimiento de ciertos profesionales de la arquitectura que andan por ahí, planeando a un palmo por encima de los demás mortales y, vemos absortos cómo los medios de comunicación nos presentan las proezas del vuelo del estornino arrogante.

Todo esto se acompaña con la autocomplacencia de una sociedad que, observa el espectáculo de unos pájaros que, entre vuelo y vuelo, proyectan algún edificio de estética gratuita, y llegado el día de la inauguración de la obra, la ciudadanía cree que somos y hemos sido la punta de lanza de la vanguardia.

Somos conscientes de que muchos arquitectos han hecho un trabajo dignísimo y de gran responsabilidad, han entendido que debían dedicar su esfuerzo a satisfacer la necesidad de los ciudadanos y han proyectado edificios sabiendo que la arquitectura es un bien cultural que refleja la tensión de su tiempo. Y también es cierto que aquí hemos desarrollado una arquitectura bien construida que ha tenido una gran consideración internacional.

La arquitectura catalana a sabido interpretar y asimilar las corrientes europeas de la vanguardia, les hemos dado un carácter genuino y hemos comprendido que la construcción definía la forma de cualquier lenguaje arquitectónico. Pero, stricto sensu,  la arquitectura catalana no ha sido vanguardia de nada.

Hemos trabajado con corrección, pero no nos engañemos, no somos la vanguardia por mucho que planeemos. Echemos, para ello, un vistazo desapasionado y veamos que nuestros grandes arquitectos supieron construir bien y mirar con mirada atenta lo que venía de otros andurriales.

El gótico catalán tiene una genialidad estructural y constructiva que permitió construir espacios interiores con grandes luces, pero su lenguaje no es original, ni falta que le hacía. Pero con todo su buen sentido común, aquellos esforzados constructores no fueron vanguardia de nada: adoptaron las formas centroeuropeas y pasaron el cepillo por la verticalidad escolástica del gótico y construyeron los muros con una proporción horizontal digna, sí muy digna, que elevó los pináculos de las ccatedrales a una dimensión más humana. Probablemente fue debido a la escasez de medios.

Desde el punto de vista de avance técnico o de propuesta formal, el renacimiento no trajo ningún ejemplo plausible y en el barroco, la avanzadilla arquitectónica, brilló por su ausencia. 

Pasados tiempos tan oscuros, llegamos a la Renaixença y con ésta al Modernisme. Los arquitectos modernistas, tan admirados ahora por los turistas y tan potenciados hoy como objeto mercantil, hicieron una arquitectura que seguía el dictado del Art Nouveau, las artesanías exaltadas del Arts & Crafts o el detallismo de los prerrafaelitas anglosajones o el nazarismo teutón.

Después de la fiebre modernista y del panteísmo de Gaudí, entramos de lleno en el tiempo de las vanguardias y lo hicimos con pie firme, oteando el mar clásico, para dar entrada al Noucentisme, ecléctico y neo-brunelleschiano y sobre todo lanzamos la mirada hacia la vanguardia europea.

Mirando el racionalismo y las vanguardias, fuimos conscientes de la modernidad, pero no fuimos punta de lanza. Nuestra arquitectura estuvo ligada a los postulados del Movimiento Moderno, a la Bauhaus o al purismo de Le Corbusier.

Nuestros arquitectos del GATPAC interpretaron el racionalismo con maestría y más tarde, pasada la Guerra Civil, el Grupo R recogió la herencia racionalista y supo incorporar a la arquitectura ciertos valores psicológicos o lúdicos que la hicieron más humana. Estuvieron atentos a las propuestas organicistas, al empirismo formal nórdico, y receptivos a las enseñanzas de Aalto y  sensibles al talento refinado de los italianos Gardella, Rogers, Scarpa, Albini y Samoná. Mucho oficio, mucho compromiso formal y una gran interpretación de la arquitectura más avanzada, pero nuestros arquitectos no fueron la avanzada.

Después de todo esto se produjo la gran brecha del pop, la frivolidad de los Five Architects, el post modern y la arquitectura del espectáculo. Todo amenizado y dispuesto en estratos intrascendentes o capas de aire de lo superficial para que los pájaros de plumas oscuras volaran mejor.

La arquitectura catalana es una arquitectura con ambición de desarrollo pero no es una arquitectura de investigación formal básica. Se ha levantado con una notable dignidad pero sin ser la vanguardia de nada.

martes, 21 de enero de 2014

Faig del paisatge...



 Joan Miró
Litografía 1974


Faig del paisatge l’autobiografia
i amb les cançons em venen al record
antigues notes que van deixar una petja
i un clar dibuix a les hores cuir.

Des les capçades fins la vall abundosa
s’estén el llenç, que amb les concessions
i privilegis del temps passat, usurpen
el clar present i pinten el meu cel.

La murtra avara d’avui tot s’ho apropia,
cims i muntanyes grisenques de Giorgione,
el fullatge orfe dels arbres manieristes,
i les arquetes daurades de Bizanci.

Les caderneres imiten les tonades
de Liszt i Mahler i ben a prop del bosc
es desfà l’ombra sota les oliveres
en un marc gèlid de records i sandàlies.

Els passos fan a la terra abundosa
pelegrinatges de gravats coneguts,
xilografies que, impreses en paper
blau de Venècia, s’exposen als museus.

Les profecies de garrigues i cingles
fa temps que foren pintades als retaules,
van ser llavors, auguris de granit
que es proferien des del púlpit obscur.

Els daurats gòtics, els llenços florentins,
els angelets i les Venus jacents
que pudoroses al mirall s’oferien,
són el paisatge de la forma i la dada.

Els cims d’avui són un calc de feldspat
que, sota els raigs de sol, cremen amb foc
dels capitells i murs dels edificis
de Brunelleschi a la riba de l’Arno.

Alineat dintre el seny, en un ordre
de perspectives que confonen rieres,
i olis flamencs, rau la bellesa oculta
i el mal negoci dels laberints ambigus.

Tot el paisatge és el retrat novell
pintat al fresc a les parets de l’ànima
i la natura és l’acte teatral
de les cançons de les joves de Mísia,

de les cariàtides i dels versos perduts
al mar Tirrè i de les melodies
a boca closa entonades de nit
sota lluernes íntimes d’art i rauxa.

I veig el savi que s’enfila al cloquer,
encara avui, a contemplar l’extens
camp de roselles! Alternativa exacta
del color roig dels olis de Tiziano,

Olis de Turner d’una tempesta encesa
són la imatge única que el meu magí coneix
del mar incògnit, de l’illa de tenebres
i l’oceà que s’estén fins la nit.

Ocells i dones en el cel de Montroig
i un clar silenci de constel·lacions,
són les cançons que la natura imita
i el pensament les manté en la raó.
 
traducción


Del paisaje hago la autobiografía
y me vienen al recuerdo las notas
de las canciones antiguas que dejaron
su huella marcada en las horas de cuero.

Desde las copas de los árboles hasta el valle ubérrimo
se extiende el lienzo que, con las concesiones
y privilegios del tiempo pasado, usurpan
el presente iluminando de mi firmamento.

El mirto avaro de hoy se lo apropia todo:
los cerros y las montañas grises de Giorgione,
el follaje huérfano de los árboles manieristas,
y los arcones dorados de Bizancio.

Los jilgueros imitan las tonadas
de Liszt y Mahler, y muy cerca del bosque
se deshace la sombra bajo los olivos
en un marco helado de recuerdos y sandalias.

Los pasos hacen de la tierra fértil
un peregrinaje de reconocidos grabados,
xilografías que, impresas en papel azul
de Venecia, se exponen en los museos del mundo.

Las profecías del sotobosque y la maleza
ya hace tiempo que fueron pintadas en retablos,
fueron entonces, augurios de granito
que se proferían desde el púlpito oscuro.

Los dorados góticos, los lienzos florentinos,
los angelotes y las Venus yacentes
que pudorosas al espejo se ofrecían,
son el paisaje de la forma y el dato.

Las colinas de hoy son un calco de feldespato
que, bajo la luz solar, arden con el fuego
de los capiteles y de los muros de los edificios
de Brunelleschi a la orilla del Arno.

Alineado dentro de mi mente, con el orden
de las perspectivas que confunden los torrentes
y los óleos flamencos, yace la belleza oculta
y el mal negocio de los laberintos ambiguos.

Todo el paisaje es un retrato novel
pintado al fresco sobre las paredes del alma
y la naturaleza es el acto teatral amenizado
con las canciones de las jóvenes de Misia,

de las cariátides y de los versos hundidos
en el mar Tirreno y de las melodías
entonadas en la noche a boca cerrada
bajo los candiles íntimos del arte y el arrebato.

¡Y hoy, aún veo al sabio que sube
al campanario para contemplar el extenso
campo de amapolas! Alternativa exacta
del color rojo de los óleos de Tiziano.

Óleos de Turner de una tempestad encendida
son la única imagen que mi mente conoce
del mar incógnito, de la isla de las tinieblas
y del océano que se extiende hasta el confín de la noche.

Pájaros y mujeres en el cielo de Montroig
y un claro silencio de constelaciones,
son la música que la naturaleza imita
y mi pensamiento las mantiene en la razón.

lunes, 20 de enero de 2014

Claudio Abbado



El director de orquesta italiano Claudio Abbado ha fallecido este lunes (20 de enero 2014) a los 80 años en Bolonia.

Considerado uno de los grandes directores de orquesta, Abbado anduvo siempre en busca de la Belleza. En sus últimos años esto se convirtió en una obsesión serena.

A lo largo de su carrera, dirigió la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Filarmónica de Berlín donde relevó a Herbert von Karajan y fue director musical de los prestigiosos Teatros de La Scala de Milán o la Staatsope de Viena.

Claudio Abbado estaba convencido de que la educación musical de los jóvenes es indispensable para que los seres humanos vivan en libertad.

Fue nombrado senador vitalicio de Italia el pasado 30 de agosto y decidió destinar la totalidad de su sueldo a la Escuela de Música de la localidad de Fiesole en su último gesto para promocionar la música clásica. Fue precisamente en Fiesole donde tuve la oportunidad de conocer al maestro Abbado. A él no le gustaba, sin embargo, que le llamaran maestro, pero su magisterio musical fue indudable y comprometido y sirvió de ejemplo para muchas generaciones de músicos.

Nacido en Milán el 26 de junio de 1933 hijo de padre violinista y profesor de conservatorio, y de madre pianista, estudió composición y piano con Carlo María Giulini en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán y se formó en la dirección de orquesta con Carlo Zecchi y Hans Swaroski, en las Academias Chigiana de Siena y de Viena.

Fue un hombre que luchó por las libertades, un ciudadano comprometido con la izquierda y amante del arte en todas sus manifestaciones.

Comprometido también con la regeneración del panorama musical, admiró a los clásicos y barrocos y tuvo algún distanciamiento con los compositores romántica, aunque dirigió con maestría la obra de Verdi, de Wagner y de Mahler. En 1965 vio su primer gran éxito en el Festival de Salzburgo, al dirigir la Segunda Sinfonía de Mahler. 

Su compromiso con la música contemporánea se extendió desde las primeras vanguardias hasta la atonalidad, incluyó en su repertorio obras de compositores contemporáneos como Luigi Nono o Karlheinz Stockhausen.

Escuchaba el silencio y reflexionaba, siempre persiguió una interpretación fidelísima de la partitura, huyendo de toda floritura y adorno superfluo.

Mi admiración y recuerdo para este gran hombre.

sábado, 18 de enero de 2014

Arqueología reciente



Disco de Festo (lado A)
siglo XIV a.C. 

He estado observando durante unos minutos unas fotografías que realicé hace unos años en el palacio de Cnosos en Creta y miraba también una reproducción en bronce del disco de Festo que adquirí como recuerdo de mi viaje por aquella isla.

Ante las piezas arqueológicas siempre intento establecer cronologías, procuro situarlas en el tiempo y ver cuánta distancia hay entre una época y otra y, mientras me llevo alguna sorpresa, disfruto con la belleza de muchas manifestaciones del arte arcaico.

Ciertamente siento una gran fascinación por las obras que han permanecido después de tantos siglos y que han sido admiradas por tantas generaciones.

La historia y el drama humano están grabados en los mármoles y en los bronces arqueológicos y ahora se nos presentan ante nosotros en forma de estatuilla o de una pieza de orfebrería.

Me pregunto dónde empieza la arqueología.
¿Es una cuestión de siglos?
¿O se trata, sin embargo, de una manifestación humana que fue y que ahora ya no es posible que se produzca pues han cambiado las condiciones ambientales o sociales que la permitieron?

Si es una cuestión del paso de los siglos, deberemos establecer dónde cortamos. ¿Podemos hablar de arqueología industrial? ¿Es lícito llamar restos arqueológicos a los sillares de edificios del siglo XVIII encontrados bajo las obras de rehabilitación de un mercado?

Si se trata de la desaparición de las condiciones ambientales o sociales que permitieron una determinada obra humana y que ahora ya no volverán, dejad que me retire a un rincón a contemplar la cultura europea como una pieza de arqueología.

Europa, aquella que fue la vieja Europa de Beethoven, de Tiziano, de Dante o de Rilke; murió y el pensamiento europeo, con toda su cultura, se convirtió en pieza de arqueología para ser expuesta en el museo de los nuevos poderosos, o simplemente la hicieron añicos para tirada al vertedero, pues no creo que los nuevos ricos gasten demasiado dinero en construir museos.

viernes, 17 de enero de 2014

Pendencia


El término pendencia procede de pender y según el DRAE (Diccionario de la lengua española) tiene tres acepciones:
 
1. f. Contienda, riña de palabras o de obras.
2. f. Der. Estado de un juicio que está pendiente de resolución.
3. f. ant. Cualidad de lo que está por decidir.

De pendencia deriva pendenciero, que según el DRAE significa: propenso a riñas o pendencias. El verbo pendenciar, derivado de pendencia, significa reñir o tener pendencia.

Si tomamos el vocablo original “pender” podemos decir que pendencia vendría a significar la cualidad de algo que pende, algo que cuelga, algo que está suspendido. Vendría a ser algo así como esa cinta pegajosa que en los comedores antiguos pendía del techo para que en ella se pegaran las moscas y los zancudos.

En catalán el término pendencia se traduce por batussa, renyina o baralla; en definitiva se trata de una pelea o una bronca que acaba a tortas.

Y pendenciero se traduciría como busca-raons, cercabregues o batisser; en  definitiva algo así como un gamberro peleón.

jueves, 16 de enero de 2014

Jardines clásicos


El homenaje de las Musas a Lorenzo de Médicis, con Apolo, la Virtud y la Fama, (fragmento)1638-1641,  
Cecco Bravo, (Florencia, palacio Pitti, sala de Giovanni di San Giovanni)
El jardín es la representación del paisaje natural. Se trata de la añoranza de la naturaleza que se conserva en la mente. El jardín es un paisaje enmarcado, una pequeña maqueta o un teatrino de la naturaleza.

El jardín es refugio y confidente, es el mito de la infancia que se opone a los mitos sociales y a las convenciones, se opone a la machine d’habiter porque sus construcciones son de rocalla y por sus parterres pasean las ardillas y en sus taludes hay vegetación rara.

Hay jardines emplazados en suaves pendientes que miran al mar y abren sus márgenes de piedra seca hasta más allá del horizonte. Hay otros jardines que se encuentran cerrados, son inaccesibles y privados, son jardines que entre la maleza ocultan las meditaciones de Lorenzo el Magnifico que un verano se alejó del Arno, como si fuera una lechuza, y abandonó la ciudad. Se trata de pequeños jardines situados junto a los palacios y de los cuales, toman su nombre y su sombra.

Lo más profundo que tiene el jardín no son las raíces de las plantas sino la superficie de sus sendas y parterres y el color de las flores: encarnados, gualdas y morados de Carpaccio, de Giorgone y de Tiziano.

El jardín que fue pretexto para el Magnifico, es excusa para los amantes que, en tiempos pasados, sentados en los márgenes de mampostería se añoraban. Entonces, invadidos por el aroma intenso del jazmín, escribían en un cuaderno, que apoyaban en la falda, diarios inspirados en su amor y en sus anhelos y no mencionaban, sin embargo, el jazmín. Esto la flor nunca lo perdonó.
La naturaleza del jardín está construida con pérgolas verdeadas de enredaderas, con márgenes de lajas de piedra granítica o feldespática que se alternan con acacias y adelfas, con fuentes que manan sus aguas a la sombra de los cedros del Líbano, con esculturas de faunos y pórticos de columnas proporcionadas con capiteles de orden toscano. La arquitectura debe ser sencilla sin ostentación alguna de capiteles con hojas de acanto y evitar el dórico austero ya que el contraste de sus proporciones rompería el equilibrio delicado de rosas y crisantemos.

miércoles, 15 de enero de 2014

Un poema de John Keats


John Keats (Londres 31 octubre 1795 - Roma 23 febrero 1821)
           

Oda a una urna griega

                          V
........
O Attic shape! Fair attidude! with brede
Of marble men and maidens over wrought,
With forest branches and the trodden weed;
Thou, silent form, dost tease us out of thought
As doth eternity: Cold Pastoral!
When old age shall this generation waste,
Thou shalt remain, in midst of other woe
Than ours, a friend to man, to whom thou say'st,
“Beauty is truth, truth beauty” — that is all
Ye know on earth, and all ye need to know.


                         V
........
Tú, de belleza dura, fría e inmortal,
esculpido tu mármol
de delicados cuerpos,
esplendorosa hierba
y florecidas ramas,
misteriosa como la eternidad,
cuando el tiempo consuma nuestro tiempo,
seguirás confortando el dolor de otras gentes.
Dirás entonces, muda, como ahora:
“La belleza es verdad, la verdad es belleza”.
Y eso habrá de ser todo cuanto os baste saber.

domingo, 12 de enero de 2014

Inflamiento


Ernst Ferdinand Oehme (1797-1855)
Procesión en la niebla
 
La historia, como una pelota, va dando tumbos, va rodando sobre el tiempo; ora bota, ora topa contra un muro de granito, rebota y vuelve para atrás o sale por la tangente, repite el movimiento y se desinfla.

Llego a pensar que la historia se parece a un juego de pelota o un caminar indeciso que discurre por senderos poco iluminados, es como una procesión en la niebla.

Alguien, con buena voluntad o estimulado por su vanidad, intenta colocar farolas por el camino, intenta iluminar o recoge la pelota de la historia y la vuelve a inflar.

Hay que tener muy buenos pulmones para hinchar la historia. Algunos creen tener gran capacidad torácica para hinchar lo que convenga y otros hacen que soplen los demás.

La modernidad no pasea por las Ramblas



Ya han pasado las fiestas de navidad y se han retirado las lucecitas que adornaban las calles. Ahora me dispongo a contemplar una ciudad más moderna, libre de bombillas de colores, de árboles iluminados y de muñecos disfrazados de color Coca Cola.

Ya sé que las Ramblas de Barcelona, por donde circulan miles de turistas, van quedando pocos signos de modernidad, pero aún albergo alguna esperanza, y ahora que ya ha pasado la vorágine de las fiestas, me dispongo a visitar el Arts Santa Mònica, este espacio que durante tantos años ha sido un referente de las tendencias más avanzadas del arte que se presentaban en Barcelona.

Ramblas abajo, antes de llegar a Santa Mónica paso por delante del Liceu, donde se está representando la ópera Cendrillon de Jules Massenet. Se trata del cuento de hadas de La Cenicienta, cuento entrañable y ñoño que se presenta con una escenografía escueta y con un vestuario que oscila entre lo naïf y lo grotesco. La música de Massenet es bella, ramplona, graciosa y bien orquestada, adecuada para un cuento de hadas. Todo bien representado, pavisoso, sosaina y chocho donde la modernidad brilla por su ausencia.

No pierdo la esperanza y antes de llegar a Santa Mónica me encuentro con las taquillas del Teatro Principal, que recientemente ha sido restaurado y han reabierto al público. Parece ser que se pretende configurar este equipamiento cultural como un espacio para la representación de espectáculos de cabaret. En seguida pienso en obras de cabaret literario y me viene a la mente alguna propuesta arriesgada, una avanzadilla que pudiera suponer una evolución de aquel cabaret expresionista que hizo furor en la República de Weimar, pero no, lo que me encuentro es que las hornacinas de piedra que fueron las antiguas taquillas, se han convertido en unos escaparates donde se exponen lujosos bolsos de piel, latas de caviar y botellas de champagne francés del más caro; total, sólo signos de lujo y ostentación en vez de modernidad.

Sigo en mis trece de ir a la búsqueda de algún signo de arte moderno y entro en Arts Santa Mònica y allí, los nuevos gestores de este centro, haciendo un alarde de progresía cultural, presentan la exposición  Un dilema. L'art contemporani i la inversió en la incertesa, donde se muestran obras de Francesc Abad, Mariona Moncunill, Basurama, Antoni Llena, Núria Güell con Juanjo Garfia, Ro Caminal, Antonio Ortega, Gabriel Pericàs, Raimond Chaves y Gilda Mantilla, Raquel Friera, Ana Garcia-Pineda, Martí Guixé, Les Salonnières, Antoni Marquès, Josep-Maria Martin, Sofia Mataix y Miquel Ollé, Tere Recarens y Özay Sahin. En general buena voluntad, pero no encuentro nada más que dato y concepto y una ausencia total de progreso formal.

Hay, sin embargo, en el Espai Balcó de Arts Santa Mónica un pequeño oasis que verdece en medio del desierto de la modernidad perdida. Se trata de la exposición LOCUS NAKED. Se presenta como un recopilatorio-diálogo de la obra de Marga Clark y Valentí Gómez i Oliver, es una mirada progresiva sobre el panorama formal de dos ciudades, Nueva York y Roma, son visiones esperanzadas sobre dos mundos aparentemente opuestos. Los dos artistas reflexionan sobre una ciudad proyectada hacia el futuro y otra que parece vivir anclada en el pasado, y sobre estos dos mundos, los artistas establecen un diálogo donde resaltan la importancia de la inteligencia, de la diversidad y del arte, como espacio universal de entendimiento y progreso.  Con fotografías, dibujos y textos nos explican cómo El passat il·lumina la nostra recerca present del futur (El pasado ilumina nuestra búsqueda presente del futuro).

En fin, después del paseo por las Ramblas compruebo que la modernidad se ha marchado de esta calle poblada de turistas. Sólo queda el pequeño balcón de Arts Santa Mónica donde encuentro un oasis de arenas esperanzadas.

domingo, 12 de enero de 2014