miércoles, 11 de diciembre de 2024

Deseos musicales

Figura, pastel. Josep Maria de Sucre (1886-1969)


Antes de que llegue el tiempo de las músicas incultas y asilvestradas, me gustaría escuchar y guardar en mi memoria:

Una sonatina para dos instrumentos iguales que tocaran melodías distintas perfectamente armonizadas entre sí.

Una miniatura para cuarteto de cuerda.

Una sinfonía rezagada con un adagio lento a modo de estilo tardío y decadente que me recordara a Tomasi de Lampedusa. Que fuese una sinfonía ideal para escuchar en una mañana lluviosa.

Un andantino para siete instrumentos de viento madera tocando al unísono.

Me gustaría que un compositor joven, entusiasmado y alegre me compusiera una rapsodia a modo de cantata breve para cuatro voces acompañadas de dos trompas y un clarinete bajo. Si fuera posible, me gustaría que el texto de la cantata fuera de algún autor del Siglo de las Luces.


Mientras espero escribir la carta a los Reyes Magos de Oriente, iré escuchando la música de Fauré, Brahms, Couperin, Mozart, Bach, Beethoven, Debussy y Arvo Pärt.


lunes, 9 de diciembre de 2024

El tiempo y las ondulaciones

 



No sé si el tiempo existe o no. Kant dice que es una forma "a priori" de la sensibilidad.
Contemplo las huellas que el tiempo deja sobre la piel -esa cosa que es lo más profundo del ser humano- y veo en ella el paso de los solsticios y otras marcas que los infortunios han ido dejando; entonces dejo que Kant continúe, no está mal lo que dice este filósofo ilustrado. 
Todo es ondulante, cambiante, y procuro adaptarme a las ondulaciones. lo hago con buen humor y echándole ironía al asunto.
Y ahora, entre las ondulaciones de Montaigne y las formas "a priori" de Kant, resulta que los tiempos son líquidos. Estoy convencido que nosotros vamos a la deriva sobre las crestas ondulantes de los tiempos líquidos.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Originales

 



Si un escritor quiere ser original, debe conocer todo lo que se ha escrito en el mundo y en todos los tiempos y tenerlo todo impreso en su memoria. Recordarlo todo y volverlo a recordar, si no es así, corre el peligro de escribir algo que ya se ha escrito antes y de esta manera deja de ser original. Si no quiere repetir, es indispensable conocer toda la historia de las civilizaciones y que toda la historia del arte.

El volumen de todos estos conocimientos es muy grande y no cabe en la cabeza de cualquier escritor, artista o influencer, cuya cabeza es demasiado pequeña para contener todo aquel material.

Quien pretenda ser original debe saber que todo ya se ha dicho antes. Nihil novum sub sole.

Todos aquellos que quieran ser originales, habrán de saber, además, que sus ansias de originalidad serán superadas por la inteligencia artificial.

Se puede hacer o escribir lo que sea siempre que tenga sentido, que esté compuesto con la debida corrección, que sea una comunicación eficaz o que contenga una sustancia estética. Se puede, eso sí, repetir lo conocido, dándole una forma y una expresión distinta del original, pero pretender ser original stricto sensu es algo pueril.

Además, debemos comprender que la originalidad no es una sustancia estética, es, en todo caso, una cuestión comercial que interesa a la industria del entretenimiento, a la publicidad y a los que se dedican a la psicología de salón.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Piedras vivas



Desde el primer Renacimiento, en el trecento de Petrarca y Dante, y hasta finales del cinquecento, en pleno antropocentrismo humanista, circuló un debate sobre la petrificación de la vida y la humanización de las rocas. Fueron disquisiciones muy fructíferas desde el punto de vista artístico.

Los humanistas contemplaban las esculturas greco-romanas y querían ver el origen de la humanidad en los mármoles.

David -Detalle mano derecha-   Miguel Ángel Buonarroti. 

La piedra es inerte, pero esta cualidad no parecía interesar a los renacentistas, ellos se empeñaban en la búsqueda de una sustancia vital en el interior de las rocas calcáreas y de los mármoles.

Miguel Ángel afirmó que su David ya estaba en el interior del bloque de mármol y que él, como escultor, no hizo más que eliminar los trozos de piedra que sobraban y que envolvían aquella figura tan maravillosa, con venas y músculos de mármol.


David -detalle vena yugular- Miguel Ángel Buonarroti

Mi queridísima Còssima dice que Miguel Ángel era un "pela-piedras" -¡hija mía, cuánta razón tienes-, el Buonarroti pelaba el bloque de mármol como si la piedra fuera un "persico".

La Pietà -detalle de la mano y el brazo-. Miguel Ángel Buonarroti

miércoles, 4 de diciembre de 2024

El cementerio judío de Worms

 


En el cementerio judío de Worms

se conservan tumbas del siglo XI

que prudentemente se adaptan al paisaje.

Las centellas de la noche,

entre los cipreses verticales,

iluminan rincones oscuros del pensamiento.


Desde lo alto del sicomoro contemplo

el literario flujo que se extiende desde el verbo

hasta la mampostería seca del muro altísimo

y recuerdo a mis hermanos.

Las centellas de la noche,

entre los nubarrones fríos,

iluminan la triste efeméride y la novedad.


En la sombra del palacio se han enredado 

los vocablos de la confusión y sobre los cimientos

de la envidia, poco a poco, se levanta una Babel sangrante

Las centellas de la noche,

entre las sombras invisibles,

descubriremos la dimensión de la oscuridad.


F.C. (del libro "Mètrica en un entorn discret")


Original en catalán


El cementiri jueu de Worms


Al cementiri jueu de Worms
es conserven tombes del segle XI
que prudents s’adapten al paisatge.

Les espurnes de la nit,

entre els xiprers verticals,

encenen racons obscurs del pensament.

De dalt el sicomor contemplo

el literari flux que s’estén des del verb

a la maçoneria seca del mur altíssim

i recordo els meus germans.

                     Les espurnes de la nit,

entre els núvols freds,

enlluernen l’efemèride trista i la novetat.

A l’ombra del palau s’han enredat els mots
de la confusió i
damunt els fonaments
d
e l'enveja, a poc a poc, s’aixeca una Babel sagnant.

                   Les espurnes de la nit,

entre les ombres invisibles,

descobrirem la dimensió de la fosca.


F.C. (del llibre "Mètrica en un entorn discret")

Nota:

En 2010 publiqué "Mètrica en un entorn discret

se trataba de una edición no venal que se distribuyó entre los asistentes a unas Jornadas Poéticas en El Penedès patrocinadas por un conocido mecenas que amaba la poesía y la escultura moderna.

Por tratarse de una edición no venal he evitado hacer difusión de esta publicación. Sin embargo, en este blog he dejado constancia de algunos poemas que aparecen en el libro.

"Mètrica en un entorn discret" es un poemario escrito en catalán en el que pretendía seguir el rigor formal del "Arte de la Fuga" de Juan Sebastián Bach. Son ejercicios poéticos nacidos de la seducción que produce el rigor de la obra del Kantor de Santo Tomás.

Los poemas van siguiendo cada una de las partes del “Arte de la Fuga”

martes, 3 de diciembre de 2024

Mi materialismo

L'home que sempre guanya (1960). J.M. García-Llort



En este blog, he puesto muchas entradas en el apartado llamado

materialismo, vulgaridad y técnica

Este apartado es como un cajón de sastre donde voy depositando algunas reflexiones sobre lo que veo. Ahora digo algo sobre mi materialismo, en otra ocasión escribiré sobre la vulgaridad y la técnica.


Mi materialismo es aquel que, de una manera serena, se opone a todo idealismo. 

Me conformo con la estricta dependencia de la materia. Mis pulmones materiales me permiten ir respirando más o menos bien  y mi corazón material bombea con regularidad. Incluso la materia que percibo con mis sentidos me produce alguna satisfacción, por ejemplo el color de unos tomates maduritos o el tacto del lomo de un conejo.

Estoy convencido de que en la materia se desvela el secreto del conocimiento.

Creo que mi materialismo es lo opuesto a lo que percibe el idealista que anda por ahí contemplando el cuarto menguante de la luna y que dice que los objetos no pueden existir sin que haya una mente que sea consciente de ellos. Naturalmente que soy consciente del tomate y del conejo y pienso que las ideas no existirían sin que hubiera una materia que percibir.

Idea y materia se necesitan, pero el idealismo es otra cosa, y los idealistas muchas veces entorpecen.

Yo creo que la convicción más certera y profunda que tiene el idealista son sus ganas de comer. Cuando come y calla no entorpece. 

sábado, 30 de noviembre de 2024

Indolencia Jené

 
La sombrerera (1877). Eva Gonzalès (1849-1883)



Indolencia Jené es el pseudónimo de una escritora amiga mía. Tiene una mente clara, un gran sentido del humor y una capacidad prodigiosa para simplificar cualquier idea o situación.

Cuando hablo con ella de arquitectura, me dice que la cosa es simple, todo es fácil, dice: "es cuestión de decidirse entre los puntos o las líneas".

En cuanto a la literatura, asegura que las peores obras son las que describen los sentimientos. A ella lo que más le agrada es la descripción literaria de lo real. Le gusta Goethe pero ningún otro autor alemán posterior a él. Aborrece la literatura actual de ficción y cree que la poesía de hoy está cayendo muy bajo, dice Indolencia que la poesía se está perdiendo en un mundo de psicologías de saloncito.

Adoptó el pseudónimo de "Indolencia" porque sabe vivir sin lamentarse de casi nada y porque está convencida de que detrás de la máscara de la indolencia se pueden emprender grandes empresas y proyectos sin menester llevar puesto el antifaz de lo políticamente correcto.

Cree Indolencia que algunos actos placenteros no son más que unas prácticas monótonas y bastante marranas.

Dice Indolencia que muchos aspiran a ser ladrones, pero se quejan de que les roben. Aunque les roben -dice Indolencia- lo que realmente les indigna es que no puedan ser ellos los que roban.

Más de una vez, Indolencia Jané me ha dicho  que le gustaría ser más clasista de lo que es. Yo pongo cara de extrañeza y enseguida me detalla una lista de sus intenciones clasistas:

1) Dejaría de hablar con aquellos que cometen faltas de ortografía.

2) No tendría amistad con los que se taladran la cara, ni con los que se desfiguran el rostro con tatuajes, convirtiendo su careto en un grafiti.

3) No querría saber nada de los que presumen de estudios o conocimientos que no tienen. No hablaría con ellos.

4) No me intercambiaría ningún mensaje con los que critican sin saber de lo que hablan.

5) Huiría de los torpes espaciales y de los maleducados.

6) No me gustan y no quiero saber nada de los individuos que se creen capaces de arreglar el mundo. Cuando los veo -dice Indolencia- agarro mi bolso con firmeza y echo a correr.

jueves, 28 de noviembre de 2024

Las grietas del muro

Baile de soldados en Suresnes (1903). André Derain


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En las grietas del muro

han colocado papelitos

donde habían escrito

sus lamentaciones encendidas.


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Las pilastras y columnas que soportan

la cubierta y los deseos

tienen un corazón de tensiones

donde se concentran los secretos.


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En los grandes vestíbulos

festejaron la ostentación

con mármoles pulidos

y con los saltos de los acróbatas.

martes, 26 de noviembre de 2024

Bruno Munari

 


Mientras intentaba comprender a los arquitectos neorracionalistas italianos de la "tendenza", los Giorgio Grassi, Massimo Scolari, Aldo Rossi, Giuseppe Samonà, Ezio Bonfanti, Ludovico Quaroni y Carlo Aymonino; aborrecía cada vez más a los arquitectos "pop" americanos.

Me desagradaba lo que decían Robert Venturi y su esposa Denise Scott Brown y no conseguía entender ni aceptar lo que dibujaban los estadounidenses Five Architects. Todo aquello me parecía un espectáculo ocioso de alguien que se quería distraer haciendo una arquitectura de campanillas.

Mi admiración se dirigía sobre todo hacia los maestros anteriores a la "tendenza", allí estaban los arquitectos milaneses: Enrico Peressutti, Ernesto Nathan Rogers, Ludovico Barbiano di Belgiojoso, Ignazio Gardella y otros.

En medio de aquel buen gusto italiano descubrí los textos, la obra plástica y los diseños de Bruno Munari (1907- 1998).

Bruno Munari. Autorretrato


Munari había dejado atrás el futurismo chillón que tanto gustaba al "fascio" y recuperaba la tradición secular del Renacimiento insertándola en la vanguardia italiana del diseño y la arquitectura. Bruno Munari fue un auténtico polímata que teorizaba y realizaba, un homo faber, con su escultura, pintura, cine, diseño gráfico e industrial, teoría; desde el futurismo que decaía, hasta el arte cinético, pasando por el surrealismo, el arte concreto y la abstracción.

Leí con fruición y con mucho interés "El arte como oficio", "Diseño y comunicación visual", "Diccionario de los gestos italianos", "Espacio habitable" y muchas de las publicaciones que había editado Einaudi. Con los textos de Bruno Munari me parecía entrar en un universo de formas civilizadas al alcance de todos.

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Destaco algunas de las obras de mi admirado Bruno Munari:

Macchina Aerea

Macchine Inutili

Cóncavo-convexo

Pinturas proyectadas

Pinturas polarizadas

Slides

Negativos-positivos

Macchine Aritmiche

Libri illeggibili

Polariscopi

Ricostruzioni teoriche di oggetti immaginari

Forchette parlanti 

Sculture da viaggio

Fósiles del 2000

Fontana a 5 gocce

Aconà biconbì Sfere doppie, 

Nove sfere in colonna, 

Tetracono

I colori della luce

Far vedere l'aria

Inox

Tempo nel Tempo

Scacco Matto 

Sulle scale mobili

Filipesi

Alta Tensione

Rotori

Alberi

Xeroritratti 

Cuerpos de mármol

De la frialdad marmórea al calor del cuerpo 

(prefiero el silencio de la piedra que el bullicio de la carne amontonada)

Apolo y Dafne. Gian Lorenzo Bernini


El rapto de Prosepina. Bernini



Giuseppe Sanmartino


La Piedad (detalle). Michelangelo Buonarroti



Udine Rising from the Waters (1880). Chauncey Bradley Ives 



Ajax y Cassandra (detalle) 1922. Jacopo Cardillo -Jago- 



Hermafrodito durmiente (detalle). Gian Lorenzo Bernini



La Niña lectora. (véase la lágrima que desliza por la mejilla). Pietro Magni



Dama velada. Raffaele Monti



Ninfa (detalle del agua que fluye sobre el pie) 1864. Giovanni Battista Lombardi



Busto de la Virgen María. Giovanni Strazza



Verdad velada. Antonio Corradini



Ugolino y sus hijos (detalle) Jean-Baptiste Carpeaux 



Busto de Maria Duglioli Barberini (1626). Giuliano Finelli

domingo, 24 de noviembre de 2024

Un nivel positivo de escepticismo

 
Crevole Madonna (fragmento) 1280. Duccio di Buoninsegna



Para alcanzar un nivel positivo de escepticismo y de desengaño es indispensable que la cultura y la riqueza ocupen el lugar que les corresponde en la mente y la barriga de las personas sensibles y que, de una manera ineluctable, ya nada les pueda llevar al engaño.

Serán mujeres y hombres cultivados que se moverán más por el gusto que por las ideas.

viernes, 22 de noviembre de 2024

Anton Bruckner

Anton Bruckner. Caricatura de Pablo Morales de los Ríos 


Parece que actualmente Anton Bruckner (1824-1896) no está muy de moda. Tiene detractores y es criticado por muchos que sólo conocen algunos compases de alguna de sus sinfonías y poca cosa más.

No es que yo sea un ferviente admirador de este compositor austríaco - que no lo soy- lo que ocurre es que cuando veo un cúmulo exagerado de críticas o de alabanzas sobre algún artista o sobre alguna obra, enseguida me pongo en guardia. Los cúmulos y aglomeraciones me hacen sospechar.

Me ocurre en los dos sentidos, tanto si son críticas positivas como si son negativas. Así me ocurrió con Gustav Mahler, entonces tampoco me sumé a la corriente de admiradores de la música de Mahler, que pareció que en algún momento, a todo el mundo le gustaba la música de aquel maniático compositor vienés. Gustaba incluso a un vicepresidente del gobierno y también a muchos que, después de ver la película "Muerte en Venecia", quedaron rendidos al adagietto evanescente y preciosista de su 5ª sinfonía.

Pues bien, ahora ocurre lo contrario con Anton Bruckner. Este compositor parece un proscrito. 

Relativizo las críticas negativas que se vierten sobre este músico del tardo-romanticismo y creo que la mejor manera de hacerlo es volver a escuchar su obra. Escucho su música para órgano -no me gusta casi nada-, escucho sus misas que ya me gustan un poco más; escucho sus sinfonías y ahí me encuentro con una ambivalencia de sensaciones, algunos compases los encuentro demasiado rimbombantes y otros me parecen de una magnífica creatividad. Hay de todo.

Bruckner decía:

Podría escribir como otros quieren, pero no me atrevo.


Escucho con atención su Sinfonía Romántica, la número 2, quizá la más popular. Creo que su título "Romántica" es adecuado. Debo decir, sin embargo, que a mí su romanticismo me entra a contrapelo; pero sigamos:

Comienza la sinfonía con los instrumentos de viento que se desarrollan de una forma rara, y lo hacen a través de unas tenues y relucientes notas de las cuerdas. En el segundo movimiento asistimos a una procesión lenta que parece el discurrir de unas ensoñaciones o, más bien diría, de unos elementos oníricos. Luego viene un scherzo que baja a galope de las alturas y luego se impone un imponente crescendo del finale.

Veo en esta sinfonía la ambivalencia que anotaba anteriormente. De un lado me parece que la sinfonía sugiere una especie de ternura terrenal y de otro, unos pasajes resplandecientes que aturden y paralizan, es como aquel personaje de Caspar David Friedrich que, al borde del acantilado, detenía sus pasos, para no caer al abismo.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

1.111.111

 


1.111.111 visitas.


Ya hace años que empecé este blog que hoy ha alcanzado este número tan simple de 1.111.111 visitas.

Sin vosotros y sin vuestros comentarios este blog no sería nada.

Gracias al blog he conocido grandes personas que hoy son verdaderos amigos.

Muchas gracias a todos.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Una variació sobre l'ècfrasi de l'escut d'Aquil·les

Escut d'Aquil·les, Variació 8.  F.C.


Al capvespre, l'escut d'Aquil·les ha aturat

una sageta fementida.

-no podràs, Aquil·les, sortir de l'entrellat-

les veus del corifeu et recorden

que la desobediència i els atemptats,

comesos al Jardí de les Delícies,

rebran el càstig que mereixen.



Avui, Aquil·les, trepitges un sòl de metàfores

i de geografies canviants.

El teu escut brunyit reflecteix l'adversari,

les dades, el món sencer, les aus fosques,

els que no han acceptat el repte i tots els altres.

L'escut d'Aquil·les és la descripció del món,

el poder, el camp de batalla, les armes,

l'atac i la defensa.



TRADUCCIÓN



Al atardecer, el escudo de Aquiles ha detenido

una saeta fementida.

-no podrás, Aquiles, salir del busilis-

las voces del corifeo te recuerdan 

que la desobediencia i los atentados 

cometidos en el Jardín de las Delicias 

recibirán el castigo que merecen.



Hoy, Aquiles, pisas un suelo de metáforas

y de geografías cambiantes.

Tu escudo bruñido refleja el adversario,

los datos, el mundo entero, las aves oscuras,

los que han aceptado el reto y todos los demás.

El escudo de Aquiles es la descripción del mundo,

el poder, el campo de batalla, las armas,

el ataque y la defensa.


viernes, 15 de noviembre de 2024

Egoísmo de autor

Carlo Carrà, Madre e Hijo



Hay quien dice que el escritor reflexiona a través del argumento, seguramente que por ahí andan las cosas.

Puedo aceptarlo con ciertos recelos, digo recelos porque muchas veces estas reflexiones son utilizadas por el autor como una terapia. Cuando esto ocurre, creo hallarme ante una especie de egocentrismo mezquino que calificaría de "egoísmo de autor".

Me gustaría más poder decir que el escritor reflexiona a través de la forma, sobre todo cuando se trata de poetas. Cuando pienso que algunas poetas y poetos han utilizado los versos como una terapia, enseguida acude a mi mente una palabra que en el diccionario de la RAE, figura como un vocablo coloquial: es el vocablo "neura".

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Casa Schröder



La casa Schröder es patrimonio de la humanidad y aquí, en nuestras ciudades, la contemplamos con admiración mientras nos quejamos de las malditas paredes medianeras de los edificios vecinos, pero parece que en Utrech lo llevan bien,  no les importan demasiado las paredes medianeras que quedan al descubierto.




Sus arquitectos Gerrit Rietveld y su pareja Han Schröder en colaboración con Truus Schröder - Schräder, hicieron la casa que querían hacer prescindiendo de las preexistencias ambientales, prescindieron de los vecinos, y construyeron en 1924 un edificio precioso.  


martes, 12 de noviembre de 2024

Desnivel

No hay ciencia mejor que la armonía de la música del alma



Declive o pendiente, el arte es siempre desnivel.


Subimos cuesta arriba, por la realidad o el código.


Evitaremos la repetición mecánica, los movimientos ancestrales, la lascivia del fauno, la tosquedad del cabrero, el ritmo de los tambores elementales, la torpeza de las geologías y preguntaremos por el sofisma, lo mendaz y la impostura.