martes, 17 de diciembre de 2024

Tres monos

 



Hay diferentes maneras de plantarse delante de la realidad:

1) no oír, no hablar y no ver,

o al revés,

2) oír, hablar y ver.


Si se trata del comportamiento, prefiero la discreción, es decir, lo primero: no oír, no hablar y no ver.


Si se trata de observar, prefiero lo segundo: oír, hablar y ver. Oír con atención, escuchando; hablar con prudencia y mirar con interés.


Estas estatuillas de los "tres monos místicos", solían tenerlas encima de la mesa de sus despachos los abogados, los notarios, algunos médicos... eran profesionales serios y discretos.

En las mesas de los arquitectos no había esta clase de estatuillas, eran mesas inclinadas de dibujo y en un plano inclinado no hay mono que se tenga en pie. 

3 comentarios:

  1. Creo que la versión actual de lo que podrían simbolizar los tres monos (lo de místicos, ya me patina), sería la actitud ante la sobreabundancia de falsedad que hay hoy en la información alrededor del mundo y de la que ya prácticamente nadie, escapa. Eso que suele llamarse "fake news"

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    1. Amigo Ricard, a mí que tampoco me busquen en lo místico, lo que ocurre es que el nombre de estas figurillas es "los tres monos místicos".
      Hoy estos monos han quedado obsoletos, el panorama actual es de indiscreción, charlatanería, frivolidad, espectáculo zafio, engaños planificados, mentiras, incontinencia verbal, impostura... ay, ay, ay, cuántos adjetivos podríamos añadir y los pobres monitos allí plantados.
      Salud

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  2. Estimado Francesc Cornadó:

    Tu reflexión sobre las "dos formas de plantarse ante la realidad" a partir de los tres monos místicos me parece profundamente sugerente y cargada de matices. La dualidad que planteas entre la discreción (no sentir, no hablar, no ver) y la observación activa (oír, hablar, ver) resuena como una invitación a equilibrar prudencia y curiosidad en nuestra relación con el mundo.

    La imagen de los tres monos, en su sobria disposición frente a una arquitectura que evoca serenidad y orden, refuerza tu mensaje. En el contexto cultural japonés, estas figuras no solo simbolizan un código ético, sino también un recordatorio de la importancia de la introspección y el autocontrol. Sin embargo, tu comentario sobre su ausencia en las mesas inclinadas de los arquitectos añade un toque de humor delicioso, casi como si sugirieras que la naturaleza dinámica del oficio impide aferrarse a una postura fija.

    Me quedo especialmente con tu idea de "oír con atención, hablar con prudencia y mirar con interés". Es una máxima que trasciende profesiones y culturas, invitándonos a vivir con mayor conciencia y respeto hacia lo que nos rodea. Gracias por compartir esta reflexión tan rica.

    Un cordial saludo,

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