Una fuerza se representa
mediante un vector que nos informa de su intensidad, de su dirección, del
sentido de desplazamiento y del punto de aplicación de la misma.
Cuando hablamos de cálculo de
estructuras o mecánica esto resulta de fácil comprensión y su cálculo es
sencillo; pero cuando nos referimos a fuerzas sociales, resulta difícil conocer
cómo será el vector.
Los que dicen saberlo todo,
manejan los datos del vector social, los manipulan según sus plusvalías y sacan
las conclusiones que les convienen. Toman decisiones al respecto e imponen su
palabra dirigiendo el vector-fuerza de aquí para allá según sus intereses. Con
este panorama de imposición ocurre que:
1)
la intensidad de la fuerza es equivalente al valor de los datos que los
poderosos manipulan y utilizan a su antojo.
2)
la dirección y el sentido por donde se desplaza la fuerza dependen de la
estrategia y de los intereses de los mandamases.
3)
el punto de aplicación de la fuerza es concreto y directo, se aplica con porras
y garrotes y con el ejercicio de la violencia.