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lunes, 23 de junio de 2025

180 zapatas para unos cimientos

 


He conocido varios gitanos que trabajaban en el sector de la construcción. La mayoría de ellos estaban en el ramo de las estructuras de hormigón. El trato con ellos siempre fue excelente y de alguno de ellos aprendí mucho.

Recuerdo el caso de Rafael, el jefe de obra que conocí en una de mis primeras obras que dirigí como arquitecto. Aquel gitano era un tipo listo, trabajador y con mucha experiencia.

Se trataba de una obra de construcción de un edificio industrial, una fábrica de cables de acero. Tuve que dirigir el replanteo de los cimientos y luego continuar con todo el resto de la construcción, es decir desde los cimientos hasta la cubierta. 

Uf, tremendo y fue ¡al principio de mi carrera!

La cimentación del edificio constaba de 180 zapatas cuadrangulares donde se habían de apoyar las máquinas del trenzado de los cables.

El replanteo consistía en dibujar sobre el terreno los pozos de cimentación que se tendrían que excavar y llenar con hormigón al día siguiente.

Rafael me ayudó muchísimo. Para trazar las perpendiculares aplicamos la regla del        3-4-5, que como todos sabemos, con estas dimensiones conseguimos el triángulo pitagórico que nos permite el trazado de las líneas en ángulo recto. 

El gitano me decía, "hagámoslo con las estacas y una cuerda embadurnada con yeso, así me lo enseñó un compadre de Lérida que era muy listo y que había aprendido muchas cosas de un cura".

Lo difícil era situar el eje de la primera zapata, referenciarlo respecto a algo existente. Me valí de unos aparatos topográficos muy viejos, los que tenía la empresa constructora. 

Utilicé un teodolito Cicorg Butenschon y un nivel de latón sin marca que, según me dijeron, había sido usado por agrimensores del ejército de Napoleón, ambos, teodolito y nivel. montados sobre trípode de patas de palo. 

Lo de los agrimensores de Napoleón no me lo creí, casi nunca me creo nada y mi compañero el gitano Rafael tampoco se creía muchas cosas, así era de listo.

jueves, 19 de junio de 2025

De la Agricultura a las flores y al teatro


El Palacio de la Agricultura que se construyó para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 es el mayor de los pabellones de aquella exposición. 

Su extensión inicial era de 16.000 m2. Se reformó después y actualmente sólo se conserva la mitad de su superficie. El conjunto está formado por varias edificaciones.

Primero se dedicó a la Agricultura, después fue mercado de las flores y actualmente está dedicado al Teatro (Instituto del Teatro, Teatre Municipal Mercat de les Flors, Teatre Lliure).

Allí todo es teatro. Su arquitectura es teatral, es como una función dramática del paso de un estilo arquitectónico a otro. Parece una función de urgente representación. Una arquitectura que pretende representar una imagen florentina y queda reducida a un conjunto de molduras de tierra cocida (muchas de ellas rotas) que se distribuyen sobre paredes revocadas y pintadas de blanco.

El conjunto se encuentra en la frontera del barrio de la França Xica en el Poble Sec y el Parque de Montjuïc.

Los autores del proyecto, los arquitectos Josep Maria Ribas i Casas y Manuel Maria Mayol i Ferrer, quisieron seguir los cánones de la arquitectura noucentista y para ello adoptaron un lenguaje propio del quattrocento florentino.

Proyectaron, sin embargo, fachadas blancas y amarillas con los vanos de puertas y ventanas enmarcados con molduras postizas de cerámica.

La profusión de elementos de barro cocido discurre por todas partes (marcos, ménsulas, pilastras jónicas, cuarteles, volutas, jambas, arcos con arquivoltas, etc.) 

Sobre el arco de la puerta principal y monumental hay un relieve, también de tierra cocida con alegorías del trabajo en el campo y la inscripción "AGRICVLTVRA"

Todo me parece un teatro en el que hay múltiples torres ochavadas que sobresalen sobre el tejado, cubiertas de teja adornadas con pináculos cerámicos y la gran cúpula con tambor central que pretende emular las magníficas cúpulas nervadas del Renacimiento.

Ahí encontramos un catálogo de galerías, arcos, entablamientos, frontones, conchas, decoración en candellieri, ventanas renacentistas y arcos serlianos, (no encuentro ningún sentido al uso del serliano en esta composición de fachada, esto me desagrada).

En el cuerpo de acceso, el de la esquina, vemos dos lonjas de acceso formadas por tres arcos de terracota que descansan sobre columnas toscanas de piedra, dos galerías de ventanas con columnas toscanas y un alero de tierra cocida.

En el edificio podemos contemplar magníficas obras de diversos artistas, Miquel Barceló, Frederic Marès y pinturas de Darius Vilàs.


Precisamente en la esquina de la calle Lleida y el paseo de Santa Madrona, en este ángulo del edificio, Frederic Marès realizó una placa de bronce sostenida por dos ángeles en homenaje al arquitecto Manuel Maria Mayol, uno de los dos autores del Palacio de la Agricultura.

Mayol murió en 1929, el año en que se inauguró la Exposición Internacional de Barcelona. Murió joven, a los 30 años de edad, un joven esperanzado adscrito al estilo noucentista. Su arquitectura, a juzgar por lo poco que construyó, me parece apresurada, en el sentido de que le faltan horas de reflexión y dibujo. Veo en su noucentisme una tríada que nada tiene que ver con el lema de Vitrubio que recomendaba: 

fírmitas-utilitas-venustas,

allí veo 

desequilibrio-despropósito-desproporción.

Su arquitectura es más teatral que firme, útil y bella. Parece que Mayol haya querido interpretar el noucentisme tomando modelos del renacimiento florentino, pero su interpretación parece afectada por la espectacularidad y una cierta carga ornamental, más o menos injustificada, heredada del modernisme que ya había muerto.

En el conjunto de los edificios que hoy componen el antiguo Palacio de la Agricultura, no podía faltar también un restaurante. No voy a hablar de menús, ni de servicios, no voy a hablar de comida, ya he dicho que allí todo es teatro y prefiero haber hablado de arquitectura.

lunes, 26 de mayo de 2025

Arquitectura barroca alemana


 Iglesia de peregrinación en Steinhausen (1728-31)

 Dominikus Zimmermann


Galería de los Ancestros, Residenz Múnich. 

François de Cuvilliés 


Veo los espacios interiores de la gran arquitectura barroca alemana y no dejo de pensar en la Reforma que la Iglesia Católica decretó contra el protestantismo.

El ornamento y las filigranas barrocas parecen dispuestas para anular el escaso renacimiento alemán, un estilo que no era, en aquellas tierras, la resurrección del arte clásico sino una tímida renovación de la arquitectura alemana que surgía después del gótico.

El espacio barroco de la arquitectura alemana es delicuescente. Es una escolástica renovada donde las líneas paralelas van retorciéndose, formando recovecos donde el espacio se disuelve.

Las proporciones de los volúmenes barrocos parecen inflamadas, en mi opinión, parecen buscar la trascendencia de las piedras. Las líneas horizontales se mezclan con las verticales con el objeto de provocar la movilidad de la mirada del espectador, esto obliga a retorcer el cuello y a mover los ojos en direcciones opuestas, a veces contradictorias o caprichosas. Creo que el objeto de todo esto es la dar una impresión de algo ilimitado.

Las plantas de los edificios barrocos alemanes presentan geometrías elípticas, octogonales o coronas circulares de donde parten unos paramentos profusamente adornados que contribuyen a la disgregación o descomposición del espacio. Quiero decir que el ornamento, la curva y la contra-curva hacen que no podamos entender la geometría de la planta. Todo parece dar vueltas, se produce una rotación que acentúa un cierto temor de que algo se nos pueda caer encima.

El barroco alemán parece edificado para albergar la heterogeneidad del pensamiento germano, me refiero a las diferentes y tan diversas escuelas de la filosofía que es pergeñaba en las aulas de la universidad de Jena. Los interiores barrocos, con tantas líneas opuestas parecen la expresión de las grandes ideas opuestas que se dan en el pensamiento alemán: folclore-canon, idealismo-naturalismo, anarquía-legalidad, arrebato-cálculo, protestantismo-catolicismo, diversidad-unidad, etc. Antagonismos profundos que quedan impresos en las piedras, en las molduras y en el ornamento.

Creo que la arquitectura barroca alemana se nutre de las contradicciones metafísicas que se discutían en Jena. A veces pienso que las tierras germánicas son propicias al drama psicológico que tanto exasperaba a Nietzsche.

Para quienes quieran saber más sobre la arquitectura barroca alemana, he puesto una lista de algunos arquitectos alemanes, muchas de cuyas obras he visitado:

Abadía de Melk. Jakob Prandtauer


Cosmas Damian Asam y Egid Quirin Asam (hermanos), Desarrollaron una gran actividad a finales del periodo barroco. Se dedicaron también a la pintura (Cosmas Damian) y a la escultura (Egid Quirin).

Dominikus Zimmermann. Destacable su iglesia de peregrinaje de Weis, cerca de Steingarden, de planta elíptica, con paredes estucadas con la técnica italiana de la scagliola que imita el mármol, utilizó en esta iglesia estucos azules y rosa sobre fondos blancos, amarillos y dorados.

François de Cuvilliés, a pesar de su nombre y apellido que parecen franceses y su ascendencia belga, es uno de los más destacados arquitectos del arte rococó alemán, fue autor de las obras los palacios Portia, Frugger y Holnstein. Su obra más destacada es el Pabellón de Amelienburg.

Dientzenhofer era una familia de muy buenos arquitectos -Georg, Christoph, Johann, Johann Leonhardt, Kilian Ignaz,

Matthäus Daniel Pöppelmann, cabe destacar el admirable conjunto de jardines, pabellones y galerías Zwinger, una auténtica genialidad del barroco sajón destinada a la celebración de fiestas.

Joseph Efner fue uno de los iniciadores del rococó en Baviera,

Johann Carl Ludwig Engel fue el arquitecto responsable de la reconstrucción de Helsinki,

Johann Friedrich Eosander, barón de Goethe, militar de origen sueco, proyectó diversos edificios militares.

Friedrich Wilhelm von Erdmannsdorg evolucionó de un barroco sosegado al neoclasicismo.

Johann Michael Fischer construyó 32 iglesias, veintitrés conventos y numerosos palacios, hoy estas cifras son difíciles de comprobar -qué le vamos a hacer- de momento vamos a decir que fue uno de los grandes arquitectos autor de la gran arquitectura religiosa del barroco alemán, destaca su Abadía de Ottobeuren,

Johann Bernhard y Josef Emanuel Fischer von Erlach (padre e hijo), se empeñaron en dar a la arquitectura alemana un carácter propio, lejos de la influencia de la gran arquitectura italiana,

Johann Lukas von Hildebrandt uno de los más grandes exponentes de la arquitectura barroca en Austria. Fue ingeniero del ejército imperial. Construyó los palacios de Göllersforf, Pommersfelden y entre otras obras significativas, cabe señalar la Casa del pájaro que canta,

Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff, noble y militar, admirador de Palladio. su estilo se sitúa entre el rococó y lo versallesco. Utilizó de manera magistral, el orden corintio,

Johann Balthasar Neumann, uno de los grandes arquitectos del barroco alemán. Fue matemático, militar, fundidor de campanas, cohetero, tapicero, pintor. Destaco muy especialmente la Residencia de Würzburg y la iglesia de peregrinación de los Catorce Santos cuya planta es un prodigio del barroco alemán,

Jakob Prandtauer, construyó un gran número de edificios "medio monasterio", "medio palacio" muy del gusto barroco de los abades y soberanos Habsburgos. Es destacable su Abadía de Melk cuya bóveda tiene un intradós primorosamente recargado que nos obliga a retorcer las cervicales,

Maximilian von Welsch, un destacado maestro de la arquitectura barroca, fue ingeniero militar autor de fortificaciones, jardines y edificios para Wärzburg y Bruchsal.

sábado, 12 de abril de 2025

Arquitecturas exacerbadas




Hay algunas arquitecturas, sobre todo las dadas a la cosa simbólica y a la ostentación, que las percibo como una mueca irónica, como un engaño de muros cortina. 

High tech de sillares mórbidos, mampostería concertada de aluminio y vidrio.  

Son como el tedio producido por las pasiones exacerbadas, como el que sentía el último rey de Asiria, Sardanápalo, cuya concupiscencia inspiró a los músicos y pintores románticos; a Eugène Delacroix, Emiliano Pacini, Franz Liszt, Benjamin Wilhelm Mayer, Giovanni Domenico Freschi, Lord Byron, Victor-Alphonse Duvernoy, Alexander Sergeievitch Famintzin, Victorin de Joncières, Edwin Atherstone, Giulio Alary, Christian Ludwig Boxberg, Hector Berlioz. 

-perdonad la lista demasiado larga, pero creo que muchos artistas se inspiran en el tedio y en la concupiscencia.



Hay una determinada arquitectura que también produce un tedio vital. En ella también hay una concupiscencia, se trata de la erótica del poder. 

Es la muestra de un cinismo en tiempos de autocomplacencia.  

Y después, ¿qué? ¿la lucha de Hernani?

lunes, 3 de marzo de 2025

La ciudad ecléctica

El sueño de un arquitecto, pintura de Thomas Cole 


El eclecticismo arquitectónico es un estilo de tópicos. El urbanismo de la ciudad ecléctica es amable porque recoge las tipologías convencionales que una sociedad ha ido almacenando en la mente colectiva.

Las fachadas que se suceden a lo largo de las avenidas son la expresión historicista de los tiempos pasados y la afirmación y proclamación de una supuesta grandeur

Se comprende así la monumentalidad y desproporción que a menudo, acompañan al eclecticismo arquitectónico.

La arquitectura ecléctica se construye atendiendo a su finalidad, utilizando el estilo más acorde con el tópico formal que anida en la mentalidad colectiva.

He aquí algunos tópicos:

--Los edificios de los parlamentos serán helenizantes, clásicos. Su arquitectura debe recordarnos las democracias de Grecia. Estas arquitecturas habrán de ser la petrificación del derecho romano.



--Las universidades serán de estilo renacentista, pues en ellas se recoge el saber universal como el que propugnaban los humanistas de Renacimiento. En Barcelona tenemos el ejemplo de la Universitat Central que es de un renacentismo desfigurado que contiene algunas formas y proporciones que pueden recordarnos la obra de Brunelleschi.



--Los ayuntamientos serán de estilo gótico con unos elementos que rememoren la riqueza de los edificios consistoriales de las ciudades de Flandes o de la Liga Hanseática. En Barcelona podemos ver, entre otros elementos góticos, el Saló de Cent.



La ciudad ecléctica es un lugar de fachadas opulentas de decoro y de decoración.

Su arquitectura sólo expresa unas certezas aparentes que son la representación de los tópicos colectivos.

En la ciudad ecléctica no caben la arquitectura popular ni la residencial. Aún así, los edificios de estilo ecléctico deberán convivir con la arquitectura "doméstica" que da cobijo a la gran mayoría de los ciudadanos. De no ser así, sería una ciudad muerta de cartón-piedra. 

domingo, 23 de febrero de 2025

Dos arquitectos

Dos arquitectos:

Leo von Klenze (1784-1864) y Louis I. Kahn (1901-1974)


Más de cien años separan a estos dos grandes arquitectos, sin embargo, tenían bastante parecido y ambos, ideas muy similares sobre la forma arquitectónica -he dicho forma y no he dicho función-

Además se parecían de cara.



Leo von Klenze (1784-1864)

Gliptoteca Múnich

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Louis I. Kahn (1901-1094)

Centro de la Comunidad Judía, Trenton (EE.UU.)


lunes, 17 de febrero de 2025

Fra Giovanni Giocondo

 


Fra Giovanni Giocondo (1433-1515) fue uno de los precursores del Renacimiento, desempeñó un papel muy importante en el desarrollo de la arquitectura del quattrocento.

Se le atribuye el proyecto y construcción de la Loggia del Consiglio de Verona (1476-1488) que para mí es el edificio más bello de Verona.

 Loggia del Consiglio (Verona)


Caminar por las calles de esta ciudad, con aceras de mármoles rosados y encontrarte ante la Loggia del Consiglio produce una impresión que queda grabada en la memoria para siempre. Aquellas columnas delicadas y la coronación del edificio adornado con las estatuas de los veroneses ilustres me proporcionaron una formidable experiencia estética.

Fra Giovanni Giocondo fue un hombre cultísimo, además de arquitecto e ingeniero, fue un dibujante extraordinario, humanista, arqueólogo y un notable editor que publicó De Architectura de Vitruvio y las cartas de Plinio el Joven y otros autores clásicos.

Trabajó en Nápoles al servicio de Alfonso II, durante más de quince años, allí proyectó la villa de Gaeta, para el duque de Calabria.

Se trasladó a Francia donde trabajó al servicio de rey Luis XII que le confió la reconstrucción del puente de Notre-Dame que acababa de hundirse. En el Palais de la Cité edificó la Chambre de Comptes y su escalera exterior, debo decir que estas obras francesas no las he visto y sólo las conozco por planos y fotos.

Fondaco dei Tedeschi (Venecia)


De nuevo en Italia, en Venecia, construyó en 1508 el magnífico Fondaco dei Tedeschi, un edificio cuya fachada es un ejemplo de composición equilibrada y de proporciones áureas muy del gusto renacentista. ¡Cuando contaba 81 años!, en 1514, un año antes de su muerte, fue llamado por el Papa para que trabajara con Rafael en la construcción de la basílica de San Pedro.

martes, 21 de enero de 2025

Leo von Klenze

 

Leo von Klenze (1784-1864) fue un arquitecto neoclásico tardío. Su obra presenta algunos aspectos eclécticos, pero es fiel al ideal neoclásico, esto es, una gran admiración de los modelos greco-romanos y una perfecta adaptación a los tiempos y a las ideas ilustradas.


Fue discípulo de David Gilly en Berlín y luego estuvo en París donde fue influido por Ch. Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine, conspicuos exponentes del Estilo Imperio y el neoclasicismo napoleónico. 



                                                                Gliptotek (Munich)




Leo von Klenze difundió el "estilo griego" por muchos países de Europa.

A pesar de la desproporción que presentan muchas de sus obras, admiro la arquitectura de von Klenze. Cabe decir que la desproporción es algo que contamina la mayoría de las obras de la arquitectura neoclásica monumental. Opino que la desproporción es un "incordio formal", aun así, repito que admiro la obra de este neoclásico tardío por su capacidad urbanística de construir la ciudad. 


                       Befreiungshalle (Hall de la Liberación). Kelheim


Leo von Klenze se encontró con la incomodidad y la contradicción que suponía el enfrentamiento de su concepción neoclásica con los encargos que recibía, casi siempre de clientes románticos. Sus clientes eran personajes notables: reyes, zares, príncipes, estamentos gubernamentales -románticos todos ellos. 

                                                                          Leuchtenberg                                                        

Cito algunas obras de Leo von Klenze:

  • La Gliptoteca de Munich, encargada por Luis I de Baviera.

  • La Ruhmeshalle (el salón de la fama) en la Theresienwiese, la Residenz de Munich,

·    La Antigua Pinacoteca, los Propileos y el Pórtico de la Gloria, también en Munich, encargados por el rey bávaro de temperamento romántico.

  • La Befreiungshalle (Hall de la Liberación) en Kelheim.

  • El Walhalla cerca de Ratisbona, encargo de Luis I de Baviera.

  • El Ermitage en San Petersburgo, encargo del zar Nicolas I

  • La renovación de la ciudad de Atenas, que no llegó a ejecutarse, encargo con motivo del advenimiento de la monarquía de Otón I de Grecia.


                                                    El Walhalla (Valhalla o Valhǫll)



Aunque no me gusta, debo decir que la obra que más me impresiona, por sus ideas fantasiosas, es el Walhalla. En 1807. Luis I de Baviera, ferviente admirador de la mitología nórdica, y con la pretensión nacionalista de recrear una épica fundacional de la nación alemana, encargó a Klenze el proyecto y construcción de un salón para honrar la memoria de los valientes caídos en las batallas; un monumento a los «alemanes laureados y distinguidos», no sólo guerreros sino también a los hombres y mujeres artistas, escritores, científicos y clérigos que daban honra a la historia del pueblo alemán.

El rey encargó un Valhalla germánico que se llamó Walhalla y que había de emular el antiguo Valhǫll (salón de los caídos) de las Eddas escandinavas.

Aquella fantasía pétrea se levantó a orillas del Danubio como una copia sumamente perfecta del Partenón de Atenas.

El palacio tiene una estructura formada por cincuenta y dos columnas dóricas que sostienen un entablamento y una cubierta a dos aguas evidenciada por su correspondiente frontón.

La idea del rey bávaro y el proyecto del arquitecto son la expresión fantasiosa de una contradicción entre la oscuridad de la hiperbórea de la Thule y la claridad del Egeo.

En fin, la arquitectura de Leo von Klenze es una tensión constante entre el neoclasicismo y el romanticismo. 

viernes, 3 de enero de 2025

La casa de Tristan Tzara


Tristan Tzara que en realidad se llamaba Samy Rosenstock, fue una de las mentes más destacadas de la vanguardia artística europea. Junto con Hugo Ball, Hans Arp y André Breton; Tristan Tzara fue uno de los fundadores del dadaísmo. 

Había nacido en Rumanía, pero casi toda su vida discurrió en Francia, en París casi siempre. En 1947 obtuvo la ciudadanía francesa. En París dio a conocer su poesía y desarrolló su teoría del antiarte, principios del dadaísmo y antecesor del surrealismo. Personalmente puso un gran empeño en conciliar el nihilismo con el marxismo.

Retrato de Tristan Tzara por Robert Delaunay


En agosto de 1925, Tristan Tzara encargó el proyecto de su casa en París al arquitecto Adolf Loos.

Loos, entusiasmado con el encargo creyó que a través del artista del antiarte lograría introducirse en la vanguardia artística parisina, pero no lo logró, no recibió los encargos que esperaba. La Casa Tristan Tzara es la única realización de Loos en Francia.

Sobre una parcela de 10,6 metros de ancho por 17,6 metros de largo, Adolf Loos proyectó una casa de líneas sencillas y de un depurado diseño; una arquitectura racionalista para un autor dadaísta. El arquitecto aplicó el “Concepto Raumplan”, según el cual, cada ambiente arquitectónico es un fondo sensible y franco, con decorado específico para sus habitantes, permitiendo, además, un uso polivalente sin límites funcionales.

En cuanto a la fachada, Adolf Loos buscaba una composición radical y una imagen pública de sencillez de volúmenes, simetría, orden y proporción.

Cuando vi la Casa Tristan Tzara en la Avenue Junot del distrito 18 de París en Montmartre, me llevé una decepción, no por su composición o volumetría, sino por su dejadez y suciedad y sobre todo, por su envejecimiento prematuro.

Casa Tristan Tzara (patio)

Ya sabemos que Loos estaba contra toda ornamentación, perseguía una pureza absoluta de formas, despojando las superficies de todo ornamento. Loos era un arquitecto racionalista radical que había proclamado a los cuatro vientos que "la ornamentación es delito".

Sí. Podemos estar de acuerdo con Loos en cuanto a la depuración de las formas y evitar todo ornamento superfluo. Esta cuestión me la he planteado muchas veces y con gran seriedad. He pensado sobre los aspectos constructivos y funcionales de los ornamentos y del por qué de su utilización que viene de tan antiguo. He considerado la conveniencia constructiva y funcional del ornamento, y he buscado dónde reside el delito del que nos habla Loos.

Adolf Loos


Dejando al margen toda consideración psicológica, he analizado las molduras y ornamentos de la arquitectura clásica y de otros estilos. Viendo sus formas y dibujándolas puedo descubrir aspectos que no son precisamente delictivos.

Analizo también las obras racionalistas desprovistas de toda ornamentación y he visto que estas arquitecturas envejecen bastante mal, que al cabo de unas décadas, presentan desperfectos, chafarrinones, desconchados, churretes, manchas de humedad y algún otro deterioro que, tarde o temprano serán lesiones constructivas graves. Son deterioros que afean paredes, ventanas y cubiertas y hacen que aquellas superficies puras y limpias que perseguían los arquitectos racionalistas sean, al cabo de un tiempo, unos paños de pared donde la suciedad ha ido dibujando unas líneas que parecen la caricatura de unas molduras toscas y descontroladas.

Llego a la conclusión de que una de las mejoras cosas que se puede hacer con una arquitectura racionalista es mantenerla, limpiarla y volverla a limpiar y repintarla, tantas veces como convenga. El racionalismo requiere limpieza de mente y de paredes.

Por otra parte, analizo las molduras clásicas y veo que sirven para definir los entrepaños y las juntas de los materiales. La ornamentación que se dispone sobre las ventanas o los huecos de fachada se llaman "guardapolvos", por algo será. Los entablamentos y las acanaladuras de las superficies sirven para conducir las aguas que inciden sobre los paños de pared y así reducir los chorretones. Las hendiduras, las escocias y las molduras en caña sirven de goterón. Las molduras de las cornisas como los talones o las medias cañas sirven para proteger paredes y huecos...

Continuaré pensando, pero de momento, desde el punto de vista estructural, constructivo o funcional, no veo ningún delito en el ornamento clásico.

martes, 26 de noviembre de 2024

Bruno Munari

 


Mientras intentaba comprender a los arquitectos neorracionalistas italianos de la "tendenza", los Giorgio Grassi, Massimo Scolari, Aldo Rossi, Giuseppe Samonà, Ezio Bonfanti, Ludovico Quaroni y Carlo Aymonino; aborrecía cada vez más a los arquitectos "pop" americanos.

Me desagradaba lo que decían Robert Venturi y su esposa Denise Scott Brown y no conseguía entender ni aceptar lo que dibujaban los estadounidenses Five Architects. Todo aquello me parecía un espectáculo ocioso de alguien que se quería distraer haciendo una arquitectura de campanillas.

Mi admiración se dirigía sobre todo hacia los maestros anteriores a la "tendenza", allí estaban los arquitectos milaneses: Enrico Peressutti, Ernesto Nathan Rogers, Ludovico Barbiano di Belgiojoso, Ignazio Gardella y otros.

En medio de aquel buen gusto italiano descubrí los textos, la obra plástica y los diseños de Bruno Munari (1907- 1998).

Bruno Munari. Autorretrato


Munari había dejado atrás el futurismo chillón que tanto gustaba al "fascio" y recuperaba la tradición secular del Renacimiento insertándola en la vanguardia italiana del diseño y la arquitectura. Bruno Munari fue un auténtico polímata que teorizaba y realizaba, un homo faber, con su escultura, pintura, cine, diseño gráfico e industrial, teoría; desde el futurismo que decaía, hasta el arte cinético, pasando por el surrealismo, el arte concreto y la abstracción.

Leí con fruición y con mucho interés "El arte como oficio", "Diseño y comunicación visual", "Diccionario de los gestos italianos", "Espacio habitable" y muchas de las publicaciones que había editado Einaudi. Con los textos de Bruno Munari me parecía entrar en un universo de formas civilizadas al alcance de todos.

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Destaco algunas de las obras de mi admirado Bruno Munari:

Macchina Aerea

Macchine Inutili

Cóncavo-convexo

Pinturas proyectadas

Pinturas polarizadas

Slides

Negativos-positivos

Macchine Aritmiche

Libri illeggibili

Polariscopi

Ricostruzioni teoriche di oggetti immaginari

Forchette parlanti 

Sculture da viaggio

Fósiles del 2000

Fontana a 5 gocce

Aconà biconbì Sfere doppie, 

Nove sfere in colonna, 

Tetracono

I colori della luce

Far vedere l'aria

Inox

Tempo nel Tempo

Scacco Matto 

Sulle scale mobili

Filipesi

Alta Tensione

Rotori

Alberi

Xeroritratti