Cada vez estoy más convencido de la inutilidad de las revoluciones, especialmente de aquellas que han tenido lugar cuando las despensas estaban llenas, cuando los hombres y las mujeres podían comer y vivir sin demasiadas estrecheces.
Son revoluciones de vía estrecha que se fundamentan sobre unos estratos superficiales y a partir de unos principios irrelevantes y triviales.
Son las revoluciones sin causa que casi siempre obedecen a puras ilusiones del espíritu o a obsesiones ideológicas.
Pienso en las revoluciones sin causa más cercanas:
1) Revolución beat
2) Revolución hippie
3) Mayo del 68 en París
4) Indignados del 15 M
Con independencia de una mayor o menor agudeza intelectual, las revoluciones sin causa han configurando un cambio formal del lenguaje.
Son revoluciones que se han ido amanerando, han derivado hacia la hipocresía de lo "políticamente correcto" y finalmente han caído en la pamplina adocenada en la que nos encontramos metidos.
Lo que más me gusta de las revoluciones es cuando mueren por inanidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario