En el escaparate de una tienda de productos
dietéticos he visto un frasco de UNICUM, pensé que se trataba de un remedio
homeopático, de estos que no sirven para nada. Entré a comprar unas galletas
y aproveché para preguntar a la vendedora por aquel frasquito y me dijo que no
era ninguna concentración homeopática, sino que se trataba de un combinado de
aceites esenciales y que se utilizaba como tranquilizante, que actuaba sobre el
sistema nervioso central de forma muy eficaz para fijar las ideas, decía la
vendedora que cuando las ideas andan sueltas resultan muy excitantes y que
estos aceites esenciales, este UNICUM, las fijaba y te dejaba tranquilo.
UNICUM
actúa como ciertos compuestos farmacológicos que sirven para la fijación de
algunas moléculas minerales en el organismo.
Parece
ser que algunos grupos de amigos y algunas asociaciones civiles prescriben
UNICUM a sus socios para evitar que no se distraigan en pensamientos y reflexiones
y conseguir que vayan configurando un pensamiento único, así se logra una
tranquilidad mental y se evita la turbación que produce el ejercicio de la crítica.
UNICUM fija
las ideas
UNICUM
crea el pensamiento único
Después
de ver UNICUM en el escaparate de la tienda de productos dietéticos me he
enterado por internet, que en Hungría fabrican un licor de hierbas con el mismo
nombre. Es un licor amargo. Supongo que el pensamiento único, más pronto que tarde,
también produce amargura.