lunes, 30 de diciembre de 2024

Feliz 2025

 

Queridos amigos, os deseo que tengáis un feliz 2025 y que todo os vaya mejor de lo que podáis imaginar.

Y salud, sobre todo, buena salud.



¡Cuánto me gustaría a mí que este 2025 fuera el año de la reparación! 

Con la reparación ganamos todos, ganan el reparado y el reparador.


¡Cuánto me gustaría a mí que este 2025 fuera el año del respeto!

Que todos respetáramos con la tolerancia debida y que fuéramos respetados no por el nombre o por lo que decimos sino por lo que hacemos.


viernes, 27 de diciembre de 2024

Los tópicos navideños

The Elephant Celebes. 1921. Max Ernst 


Suelo rechazar los tópicos, creo que son una especie de caricaturas mal dibujadas. Presentan unos estereotipos superficiales que acostumbran a ser un cúmulo de lugares comunes que quedan situados muy lejos de la realidad.

El tópico engaña, frivoliza y muchas veces oculta algún interés espurio.

Conozco algunos tópicos que puestos sobre la realidad quedan descalificados y viceversa, hay algunas realidades que son peores que el tópico frívolo que se ha dibujado sobre ellas.

Este es el caso de tópico navideño. Aquí las bondades de los tópicos navideños son más bonitas que la realidad.

Clarísimamente, lo más bonito de la Navidad son sus tópicos.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Cosas negras

 
Sin título -13- . Jackson Pollock


Tradicionalmente, el color negro se ha asociado a lo negativo, a la maldad, a lo más abyecto del ser humano y a las cosas del diablo.

Decía Monet que el negro es la muerte de las sombras.

Los impresionistas decían que el color negro ensucia y que debía desaparecer de la paleta de los pintores.

El color negro ha acompañado a las tribulaciones de los hombres y mujeres que padecen. Cosas tan negras como:

La bilis negra

La tiña negra

La tirria negra de los neoplatónicos

Los blousons noirs

La capa de Mefistófeles, el espíritu que todo lo niega.


Sin embargo, hay muchas elaboraciones humanas que me gustan y que, precisamente, son de color negro:

Las pinturas negras de Goya (1820-1823)

El caviar

El chocolate

El manto de Nuestra Señora de los Dolores

El arroz negro

La morcilla malagueña

El Autorretrato de Rembrandt van Rijn (1639)

El Narciso (1597-1599) de Michelangelo Caravaggio

La tarta Sacher

El traje negro de Coco Chanel.

domingo, 22 de diciembre de 2024

Navidad 2024



A todos los lectores y amigos de este blog, a todos los hombres y mujeres que desean la concordia, a los que se emocionan con la belleza de lo real y con la hermosura de lo intangible, a los que piensan libremente, a los que piensan sin prejuicios y sin condiciones, a los que creen que la belleza puede aún redimir algún mal, a los que creen que el amor es cosa seria, a los que no se dejan engatusar con discursos espurios, a todos vosotros amigos queridos os deseo una

FELIZ NAVIDAD
BON NADAL
y
que la salud y la paz os acompañen siempre

jueves, 19 de diciembre de 2024

Alexander Scriabin

Alexander Scriabin. 

Caricatura realizada por Neale Osborne


Siempre he creído que debemos disociar la obra artística del carácter y de la moral del artista. Encontramos a lo largo de la historia del arte a grandes artistas que en lo personal fueron maniáticos, unos desequilibrados, unos esotéricos y otros, unos auténticos crápulas. Algunos fueron asesinos, otros fueron ladrones o pendencieros que nos han legado una obra magnífica.

En el caso de Alexander Scriabin (1872-1915), conocí su música antes de conocer su biografía. Encontraba su obra pesada, repleta de compases desalentadores, una música que presenta una languidez sin sentido. Había escuchado su interminable serie de Preludios y en ellos sólo encontraba extravagancias que me resultaban desagradables. Escuchando este panorama perturbado no podía comprender al compositor Francisco Guerrero cuando me decía que los preludios de Scriabin le gustaban, a Francisco le interesaba el álgebra y el equilibrio. ¡Qué raro es todo!

Busqué algún aliciente más en Scriabin, pero nada me complacía, definitivamente me dije: no me gusta la música de Alexander Scriabin.

Acudí a su biografía y entonces la cosa se complicó. Scriabin era un esotérico, seguía la teosofía de Madame Blavatsky. Scriabin consideraba que su destino personal era aportar al mundo una luz nueva.

Hacía referencias a Kandinsky. El músico decía que los colores convergen. Parece ser que tenía una percepción sinestésica; puede ser, esto a mí se me escapa, no sé nada ni opino sobre la sinestesia.

Me desagradó la música de Scriabin antes de conocer su personalidad. Yo creo que toda su obra es el reflejo de unas ideas marcadamente supersticiosas y esto se nota en cada compás y, seguramente, esta debe ser la razón de mi rechazo de su música.

Detallo unas opiniones personales sobre algunas obras de Alexander Scriabin.


Poema del éxtasis

Llamado también Poème orgiaque. Hay quien dice que es una música erótica, algunos opinan que es un "deseo lánguido". La obra tiene unos veinte minutos de duración, en el que suenan unos instrumentos de viento madera y las cuerdas de una manera obstinada y con un esfuerzo ascendente la trompeta llama a la "Victoria".

El Poème fue compuesto en 1908. era entonces un tiempo desquiciado, eran años de vértigo como los ha calificado Philipp Blom.

Scriabin pretendía crear un Mysterium, una especie de happening de una semana de duración al pie del Himalaya que afectaría a todos los sentidos y provocaría el fin del mundo en el que todos morirían en un estado de solemne beatitud.

Cuando Rimski-Korsakov escuchó en París el "Poema del éxtasis" comentó en voz alta: Este compositor, cada vez está más cerca del manicomio, ¿no creéis?


Preludios

Son 90 piezas diminutas, dispersas, compuestas a lo largo de veintiséis años (1888-1914). En estos preludios podemos encontrar ensoñaciones, pesadillas, visiones maníacas de febril intensidad, sonoridades vaporosas que se condensan formando unos distintos tipos de neurosis. Cabe recordar que en aquellos "años de vértigo" se hablaba mucho de neurastenia y en su tratamiento se esmeraron sabios como Freud. Algunos llegaron a decir que eso de la neurastenia era cosa de "pijos".

Sinfonía nº 3

Según Scriabin, esta sinfonía sería la primera proclamación de mi nueva doctrina. La subtituló "El poema divino". Esta fue su última sinfonía -es de 1905- después vino un par de poemas sinfónicos: "Il Poema dell'estasi" (1908) y "Prométhée, Le Poème du Feu" (1910).

martes, 17 de diciembre de 2024

Tres monos

 



Hay diferentes maneras de plantarse delante de la realidad:

1) no oír, no hablar y no ver,

o al revés,

2) oír, hablar y ver.


Si se trata del comportamiento, prefiero la discreción, es decir, lo primero: no oír, no hablar y no ver.


Si se trata de observar, prefiero lo segundo: oír, hablar y ver. Oír con atención, escuchando; hablar con prudencia y mirar con interés.


Estas estatuillas de los "tres monos místicos", solían tenerlas encima de la mesa de sus despachos los abogados, los notarios, algunos médicos... eran profesionales serios y discretos.

En las mesas de los arquitectos no había esta clase de estatuillas, eran mesas inclinadas de dibujo y en un plano inclinado no hay mono que se tenga en pie. 

domingo, 15 de diciembre de 2024

Dovelas y almohadillados

 
Palazzo Medici Riccardi. Arq. Michelozzo di Bartolomeo (1444)


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La clave del arco

transmite una presión

de granito y soberbia 

a las dovelas 


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Aunque las dovelas estén bien trabadas

y la mampostería bien encajada a los redientes,

me inquieta el arco plano

porque su radio es infinito.


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El almohadillado es un despiece feroz,

ahuyenta a los animales cívicos.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Estatuas en la soledad

        

Hera de Samos, una soledad deteriorada



Siempre me ha parecido que la soledad acompaña a las estatuas. Frío y óxido. Son mármoles o bronces que están solos en el tiempo.

Creo que Diderot decía que es conveniente mirar las estatuas como lo que son en realidad: formas en la soledad.

Yo añado que aquella soledad, ya salió de las manos del escultor y continúa instalada en las pátinas oxidadas o calada en el frío de los mármoles.

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Laomedonte, (mármol pentélico). El troyano caído, está solo, apoyándose en su escudo. Soledad en la historia de sus perjurios.




Gattamelata. Escultura ecuestre. Bronce. (1447 a 1453). Donato di Niccolò di Betto Bardi, Donatello

El condotiero Erasmo de Narni, el Gattamelata, soporta el peso de la soledad que sigue a las batallas. Una soledad fundida ha quedado marcada en su rostro. 




Desconsol (desconsuelo). 1903. Josep Llimona. Una soledad tan fría como el desconsuelo. Sin duda, la causa del desconsuelo es la soledad.




El profeta (1933). Pablo Gargallo. Con el brazo en alto, el profeta clama en medio de la soledad del desierto.




Niño de la espina, Spinario. Bronce del periodo helenístico, (alrededor del siglo I a. C). Existe otra versión en mármol. El niño está solo, nadie acude y el dolor le acompaña en su soledad.




Busto-Retrato femenino. Mármol bizantino (ca. 400). Bocas pequeñas silencio y soledad.




El Pensador (1902) de Auguste Rodin. Bronce. El tiempo ha dejado sobre el cuerpo de El Pensador la pátina de la soledad. El pensador está completamente solo con sus pensamientos.




Dona i ocell (Mujer y pájaro) 1983 de Joan Miró. Hormigón y trencadís realizados por el ceramista Joan Gardy Artigas.

Veintidós metros de altura en la soledad. La mujer y el pájaro son una unidad en silencio y soledad en medio de la cuadrícula cívica.

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Deseos musicales

Figura, pastel. Josep Maria de Sucre (1886-1969)


Antes de que llegue el tiempo de las músicas incultas y asilvestradas, me gustaría escuchar y guardar en mi memoria:

Una sonatina para dos instrumentos iguales que tocaran melodías distintas perfectamente armonizadas entre sí.

Una miniatura para cuarteto de cuerda.

Una sinfonía rezagada con un adagio lento a modo de estilo tardío y decadente que me recordara a Tomasi de Lampedusa. Que fuese una sinfonía ideal para escuchar en una mañana lluviosa.

Un andantino para siete instrumentos de viento madera tocando al unísono.

Me gustaría que un compositor joven, entusiasmado y alegre me compusiera una rapsodia a modo de cantata breve para cuatro voces acompañadas de dos trompas y un clarinete bajo. Si fuera posible, me gustaría que el texto de la cantata fuera de algún autor del Siglo de las Luces.


Mientras espero escribir la carta a los Reyes Magos de Oriente, iré escuchando la música de Fauré, Brahms, Couperin, Mozart, Bach, Beethoven, Debussy y Arvo Pärt.


lunes, 9 de diciembre de 2024

El tiempo y las ondulaciones

 



No sé si el tiempo existe o no. Kant dice que es una forma "a priori" de la sensibilidad.
Contemplo las huellas que el tiempo deja sobre la piel -esa cosa que es lo más profundo del ser humano- y veo en ella el paso de los solsticios y otras marcas que los infortunios han ido dejando; entonces dejo que Kant continúe, no está mal lo que dice este filósofo ilustrado. 
Todo es ondulante, cambiante, y procuro adaptarme a las ondulaciones. lo hago con buen humor y echándole ironía al asunto.
Y ahora, entre las ondulaciones de Montaigne y las formas "a priori" de Kant, resulta que los tiempos son líquidos. Estoy convencido que nosotros vamos a la deriva sobre las crestas ondulantes de los tiempos líquidos.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Originales

 



Si un escritor quiere ser original, debe conocer todo lo que se ha escrito en el mundo y en todos los tiempos y tenerlo todo impreso en su memoria. Recordarlo todo y volverlo a recordar, si no es así, corre el peligro de escribir algo que ya se ha escrito antes y de esta manera deja de ser original. Si no quiere repetir, es indispensable conocer toda la historia de las civilizaciones y que toda la historia del arte.

El volumen de todos estos conocimientos es muy grande y no cabe en la cabeza de cualquier escritor, artista o influencer, cuya cabeza es demasiado pequeña para contener todo aquel material.

Quien pretenda ser original debe saber que todo ya se ha dicho antes. Nihil novum sub sole.

Todos aquellos que quieran ser originales, habrán de saber, además, que sus ansias de originalidad serán superadas por la inteligencia artificial.

Se puede hacer o escribir lo que sea siempre que tenga sentido, que esté compuesto con la debida corrección, que sea una comunicación eficaz o que contenga una sustancia estética. Se puede, eso sí, repetir lo conocido, dándole una forma y una expresión distinta del original, pero pretender ser original stricto sensu es algo pueril.

Además, debemos comprender que la originalidad no es una sustancia estética, es, en todo caso, una cuestión comercial que interesa a la industria del entretenimiento, a la publicidad y a los que se dedican a la psicología de salón.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Piedras vivas



Desde el primer Renacimiento, en el trecento de Petrarca y Dante, y hasta finales del cinquecento, en pleno antropocentrismo humanista, circuló un debate sobre la petrificación de la vida y la humanización de las rocas. Fueron disquisiciones muy fructíferas desde el punto de vista artístico.

Los humanistas contemplaban las esculturas greco-romanas y querían ver el origen de la humanidad en los mármoles.

David -Detalle mano derecha-   Miguel Ángel Buonarroti. 

La piedra es inerte, pero esta cualidad no parecía interesar a los renacentistas, ellos se empeñaban en la búsqueda de una sustancia vital en el interior de las rocas calcáreas y de los mármoles.

Miguel Ángel afirmó que su David ya estaba en el interior del bloque de mármol y que él, como escultor, no hizo más que eliminar los trozos de piedra que sobraban y que envolvían aquella figura tan maravillosa, con venas y músculos de mármol.


David -detalle vena yugular- Miguel Ángel Buonarroti

Mi queridísima Còssima dice que Miguel Ángel era un "pela-piedras" -¡hija mía, cuánta razón tienes-, el Buonarroti pelaba el bloque de mármol como si la piedra fuera un "persico".

La Pietà -detalle de la mano y el brazo-. Miguel Ángel Buonarroti

miércoles, 4 de diciembre de 2024

El cementerio judío de Worms

 


En el cementerio judío de Worms

se conservan tumbas del siglo XI

que prudentemente se adaptan al paisaje.

Las centellas de la noche,

entre los cipreses verticales,

iluminan rincones oscuros del pensamiento.


Desde lo alto del sicomoro contemplo

el literario flujo que se extiende desde el verbo

hasta la mampostería seca del muro altísimo

y recuerdo a mis hermanos.

Las centellas de la noche,

entre los nubarrones fríos,

iluminan la triste efeméride y la novedad.


En la sombra del palacio se han enredado 

los vocablos de la confusión y sobre los cimientos

de la envidia, poco a poco, se levanta una Babel sangrante

Las centellas de la noche,

entre las sombras invisibles,

descubriremos la dimensión de la oscuridad.


F.C. (del libro "Mètrica en un entorn discret")


Original en catalán


El cementiri jueu de Worms


Al cementiri jueu de Worms
es conserven tombes del segle XI
que prudents s’adapten al paisatge.

Les espurnes de la nit,

entre els xiprers verticals,

encenen racons obscurs del pensament.

De dalt el sicomor contemplo

el literari flux que s’estén des del verb

a la maçoneria seca del mur altíssim

i recordo els meus germans.

                     Les espurnes de la nit,

entre els núvols freds,

enlluernen l’efemèride trista i la novetat.

A l’ombra del palau s’han enredat els mots
de la confusió i
damunt els fonaments
d
e l'enveja, a poc a poc, s’aixeca una Babel sagnant.

                   Les espurnes de la nit,

entre les ombres invisibles,

descobrirem la dimensió de la fosca.


F.C. (del llibre "Mètrica en un entorn discret")

Nota:

En 2010 publiqué "Mètrica en un entorn discret

se trataba de una edición no venal que se distribuyó entre los asistentes a unas Jornadas Poéticas en El Penedès patrocinadas por un conocido mecenas que amaba la poesía y la escultura moderna.

Por tratarse de una edición no venal he evitado hacer difusión de esta publicación. Sin embargo, en este blog he dejado constancia de algunos poemas que aparecen en el libro.

"Mètrica en un entorn discret" es un poemario escrito en catalán en el que pretendía seguir el rigor formal del "Arte de la Fuga" de Juan Sebastián Bach. Son ejercicios poéticos nacidos de la seducción que produce el rigor de la obra del Kantor de Santo Tomás.

Los poemas van siguiendo cada una de las partes del “Arte de la Fuga”

martes, 3 de diciembre de 2024

Mi materialismo

L'home que sempre guanya (1960). J.M. García-Llort



En este blog, he puesto muchas entradas en el apartado llamado

materialismo, vulgaridad y técnica

Este apartado es como un cajón de sastre donde voy depositando algunas reflexiones sobre lo que veo. Ahora digo algo sobre mi materialismo, en otra ocasión escribiré sobre la vulgaridad y la técnica.


Mi materialismo es aquel que, de una manera serena, se opone a todo idealismo. 

Me conformo con la estricta dependencia de la materia. Mis pulmones materiales me permiten ir respirando más o menos bien  y mi corazón material bombea con regularidad. Incluso la materia que percibo con mis sentidos me produce alguna satisfacción, por ejemplo el color de unos tomates maduritos o el tacto del lomo de un conejo.

Estoy convencido de que en la materia se desvela el secreto del conocimiento.

Creo que mi materialismo es lo opuesto a lo que percibe el idealista que anda por ahí contemplando el cuarto menguante de la luna y que dice que los objetos no pueden existir sin que haya una mente que sea consciente de ellos. Naturalmente que soy consciente del tomate y del conejo y pienso que las ideas no existirían sin que hubiera una materia que percibir.

Idea y materia se necesitan, pero el idealismo es otra cosa, y los idealistas muchas veces entorpecen.

Yo creo que la convicción más certera y profunda que tiene el idealista son sus ganas de comer. Cuando come y calla no entorpece.