L'home que sempre guanya (1960). J.M. García-Llort
En este blog, he puesto muchas entradas en el apartado llamado
materialismo, vulgaridad y técnica
Este apartado es como un cajón de sastre donde voy depositando algunas reflexiones sobre lo que veo. Ahora digo algo sobre mi materialismo, en otra ocasión escribiré sobre la vulgaridad y la técnica.
Mi materialismo es aquel que, de una manera serena, se opone a todo idealismo.
Me conformo con la estricta dependencia de la materia. Mis pulmones materiales me permiten ir respirando más o menos bien y mi corazón material bombea con regularidad. Incluso la materia que percibo con mis sentidos me produce alguna satisfacción, por ejemplo el color de unos tomates maduritos o el tacto del lomo de un conejo.
Estoy convencido de que en la materia se desvela el secreto del conocimiento.
Creo que mi materialismo es lo opuesto a lo que percibe el idealista que anda por ahí contemplando el cuarto menguante de la luna y que dice que los objetos no pueden existir sin que haya una mente que sea consciente de ellos. Naturalmente que soy consciente del tomate y del conejo y pienso que las ideas no existirían sin que hubiera una materia que percibir.
Idea y materia se necesitan, pero el idealismo es otra cosa, y los idealistas muchas veces entorpecen.
Yo creo que la convicción más certera y profunda que tiene el idealista son sus ganas de comer. Cuando come y calla no entorpece.
Estoy de acuerdo en que Idea y materia se necesitan, pero el idealismo es otra cosa.
ResponderEliminarDiría, con tu permiso, unas palabras de Mario Bunge con respecto al idealismo : no hay suficiente con la mera afirmación de que las ideas importan para cualificar a los idealistas, muchos materialistas admiten la importancia y la existencia de las ideas, aunque nieguen su existencia autónoma.
Efectivamente, hay idealistas que muchas veces entorpecen, pero creo que te refieres a los seguidores de ideales.
Un abrazo
Sí, Miquel, el idealismo es otra cosa. Hacer de la Idea un "ismo" es jugar con fuego.
EliminarNaturalmente que el materialista concede importancia a las ideas, faltaría más, si las negara no sabría como descuartizar una vaca para comérsela ni sabría como hacer un edificio.
Salud.
Siguiendo
ResponderEliminarla teoría del
penúltimo
parrafo , no
hago más
que estorbar
entonces.
Amigo Orlando, cuando el idealista se entromete y nos dice cómo debemos comportarnos, entonces molesta. Si no se entromete, pues que coma lo que quiera o que suba las escaleras a la pata coja si cree que este es su ideal.
EliminarSalud.
Te diré, que
Eliminarlo que no me
gusta hacerle
a nadie, a mí,
que no me lo
hagan.
Amigo Orlando, coincido completamente contigo.
EliminarSaludos
Estimado Cornadó: No soy nada idealista, aunque jamás negaría su presencia en la condición humana. Supongo que materialismo e idealismo pueden ser hasta cierto punto complementarios, sin olvidar que como ocurre con la idea de dios, de esos conceptos, cada cual tiene el suyo.
ResponderEliminar¿Entorpecen? —Pues sí, pero no solo ellos; los materialistas tambien y los que pretenden vociferar sobre dios, tambien.
Mientras tanto yo me pregunto, ¿Con qué materia se construyen los sueños? ¿Con cuál se mueve la curiosidad? ¿Cómo se pesa la inventiva?
Puede que entorpezca, pero un poco de idealismo, es necesario (creo) para aliñar bien nuestro progreso humano y evolutivo. Es como la sal, que no alimenta pero redondea bien las ensaladas.
Un placer.
Amic Ricard. Yo creo que idea y materia son complementarias, otra cosa es el materialista y el idealista, creo que cada uno puede bailar como quiera sin que sus movimientos molesten a los demás danzantes.
EliminarCiertamente hay muchos "istas" que molestan y lo son cuando son intolerantes. Creo que el idealismo puede estimular la imaginación, pero ya sabemos que esto es la fuente principal de las decepciones.
Agradezco mucho tus comentarios.
Salud
Mientras no pierda la chaveta, conserve más o menos bien mis cinco sentidos (unos me funcionan mejor que otros), tenga apetito, me guste lo que como, lo digiera bien, y no tenga dolores insufribles, OK, creo que me conformo. Ese es mi materialismo. Encontrarme bien, yo y los que me rodean. En cuanto al idealismo, si lo tuve en alguna época de mi vida, ahora "cero patatero".
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Gran Uribe, con el tiempo tendemos a lo "patatero". Ahora lo que importa es cuidar la salud con esmero.
EliminarSalud.
Soñar con un mundo mejor es idealismo puro, pero creo que vale la pena tener expectativas positivas, ¿no? Por supuesto, también hay que "arrimar el hombro".
ResponderEliminarSaludos cordiales
Seguramente merece la pena tener expectativas positivas, pero sabiendo, eso sí, que te puedes llevar muchas decepciones.
EliminarLo de arrimar el hombro es indispensable.
Saludos
Mi querido FRANCESC, creo q la escudella catalana de a noche te ha abducido : ), sabes q no es cierto lo q has escrito, imagino q con ánimo provocador jajaja Porque reducir la vida exclusivamente a lo material, meramente físico y tangible sería renunciar a placeres intangibles de incalculable valor como la música , a la belleza de una puesta de sol o una noche cuajada de estrellas. A la poesía, literatura, arte en general y sobre todo, a lo que en realidad mueve el mundo y produce más energía calorífica q un plato de lentejas con butifarra catalana ...el amor , por cursi q pueda sonar , es así .. Porque a ver ¿cómo se puede vivir sin el calor de una sonrisa cómplice, una mirada q te desarma o un abrazo que tte infunde valor ? por ricos q sean tus guisos, q no lo dudo en absoluto...en el peor instante de mi vida siempre preferiré sentir el calor del cariño a cualquier cosa tangible y material y conste q lo mío no tiene nada de idealista , si acaso más bien egoísta, si es egoísmo altruista, aún mejor , ese tb hace sentir de maravilla ; ) Un beso
ResponderEliminarPD
Para todo lo demás MasterCard
Querida María, nunca he comido escudella por la noche, suelo cenar poco y siempre es una comida frugal.
EliminarEs cierto que en mi escrito hay un punto de provocación. Y también es cierto que hay alimentos que colman casi todos los anhelos. No pretendo renunciar a los sentimientos, al fin y al cabo los sentimientos forman parte de nuestro ser y son ideas, y yo he dicho que "Idea y materia se necesitan, pero el idealismo es otra cosa, y los idealistas muchas veces entorpecen".
Estoy muy lejos del idealismo, pero estoy muy cerca de las ideas y los sentimientos que nos producen la música y el arte en general. Es la belleza y a esto no renuncio, es un alimento indispensable.
Leo los cuatro últimos versos de la Commedia de Dante:
All'alta fantasia qui mancò possa;
ma già volgeva il mio disio e'l velle,
sí come rota ch'igualmente è mossa,
l'amor che move il sole e l'altre stelle.
En efecto 'el amor que mueve el sol y las demás estrellas"
Sin este sentimiento no se puede vivir, es tan necesario como un pescado al horno. Y como tú dices, en los momentos fatales, conforta más el amor que un plato de lentejas.
Pero en los momentos fatales no quiero que se me acerque ningún idealista.
Abrazos mil.