viernes, 3 de enero de 2025

La casa de Tristan Tzara


Tristan Tzara que en realidad se llamaba Samy Rosenstock, fue una de las mentes más destacadas de la vanguardia artística europea. Junto con Hugo Ball, Hans Arp y André Breton; Tristan Tzara fue uno de los fundadores del dadaísmo. 

Había nacido en Rumanía, pero casi toda su vida discurrió en Francia, en París casi siempre. En 1947 obtuvo la ciudadanía francesa. En París dio a conocer su poesía y desarrolló su teoría del antiarte, principios del dadaísmo y antecesor del surrealismo. Personalmente puso un gran empeño en conciliar el nihilismo con el marxismo.

Retrato de Tristan Tzara por Robert Delaunay


En agosto de 1925, Tristan Tzara encargó el proyecto de su casa en París al arquitecto Adolf Loos.

Loos, entusiasmado con el encargo creyó que a través del artista del antiarte lograría introducirse en la vanguardia artística parisina, pero no lo logró, no recibió los encargos que esperaba. La Casa Tristan Tzara es la única realización de Loos en Francia.

Sobre una parcela de 10,6 metros de ancho por 17,6 metros de largo, Adolf Loos proyectó una casa de líneas sencillas y de un depurado diseño; una arquitectura racionalista para un autor dadaísta. El arquitecto aplicó el “Concepto Raumplan”, según el cual, cada ambiente arquitectónico es un fondo sensible y franco, con decorado específico para sus habitantes, permitiendo, además, un uso polivalente sin límites funcionales.

En cuanto a la fachada, Adolf Loos buscaba una composición radical y una imagen pública de sencillez de volúmenes, simetría, orden y proporción.

Cuando vi la Casa Tristan Tzara en la Avenue Junot del distrito 18 de París en Montmartre, me llevé una decepción, no por su composición o volumetría, sino por su dejadez y suciedad y sobre todo, por su envejecimiento prematuro.

Casa Tristan Tzara (patio)

Ya sabemos que Loos estaba contra toda ornamentación, perseguía una pureza absoluta de formas, despojando las superficies de todo ornamento. Loos era un arquitecto racionalista radical que había proclamado a los cuatro vientos que "la ornamentación es delito".

Sí. Podemos estar de acuerdo con Loos en cuanto a la depuración de las formas y evitar todo ornamento superfluo. Esta cuestión me la he planteado muchas veces y con gran seriedad. He pensado sobre los aspectos constructivos y funcionales de los ornamentos y del por qué de su utilización que viene de tan antiguo. He considerado la conveniencia constructiva y funcional del ornamento, y he buscado dónde reside el delito del que nos habla Loos.

Adolf Loos


Dejando al margen toda consideración psicológica, he analizado las molduras y ornamentos de la arquitectura clásica y de otros estilos. Viendo sus formas y dibujándolas puedo descubrir aspectos que no son precisamente delictivos.

Analizo también las obras racionalistas desprovistas de toda ornamentación y he visto que estas arquitecturas envejecen bastante mal, que al cabo de unas décadas, presentan desperfectos, chafarrinones, desconchados, churretes, manchas de humedad y algún otro deterioro que, tarde o temprano serán lesiones constructivas graves. Son deterioros que afean paredes, ventanas y cubiertas y hacen que aquellas superficies puras y limpias que perseguían los arquitectos racionalistas sean, al cabo de un tiempo, unos paños de pared donde la suciedad ha ido dibujando unas líneas que parecen la caricatura de unas molduras toscas y descontroladas.

Llego a la conclusión de que una de las mejoras cosas que se puede hacer con una arquitectura racionalista es mantenerla, limpiarla y volverla a limpiar y repintarla, tantas veces como convenga. El racionalismo requiere limpieza de mente y de paredes.

Por otra parte, analizo las molduras clásicas y veo que sirven para definir los entrepaños y las juntas de los materiales. La ornamentación que se dispone sobre las ventanas o los huecos de fachada se llaman "guardapolvos", por algo será. Los entablamentos y las acanaladuras de las superficies sirven para conducir las aguas que inciden sobre los paños de pared y así reducir los chorretones. Las hendiduras, las escocias y las molduras en caña sirven de goterón. Las molduras de las cornisas como los talones o las medias cañas sirven para proteger paredes y huecos...

Continuaré pensando, pero de momento, desde el punto de vista estructural, constructivo o funcional, no veo ningún delito en el ornamento clásico.

18 comentarios:

  1. De entrada decir que desconocía esta casa. Me sorprende, está desprovista de todo compromiso exterior. No sé si es bueno o no, pero pienso que hay cosas imprescindibles, como por ejemplo unas gárgolas, sencillas, a modo de desagüe en el terrado, sin ella el agua se deslizará por la pared continuamente y provocará una humedad casi perenne.
    Supongo que, como este detalle que sí tiene importancia, habrá otros que los profesionales tendrán en cuenta. Una cosa es el racionalismo "totalitario" a modo de dejarlo todo limpio, y otra es la barroquización de la fachada y anexos, o sea, poner objetos que están de más solo por pura decoración.
    Un edificio que me gusta sobremanera es este que te dejo de la calle marqués de la Argentera, frente Estación de Francia (*), lo encuentro todo en su justo punto.
    Creo que los totalitarismos, los extremos, si son llevados al extremo, fracasan. Y creo en lo de Aristóteles, todo está en el término medio, ahí radica la justa medida.
    Un abrazo.
    Salut

    (*) https://www.google.es/maps/@41.3841445,2.1846517,3a,51.2y,299.03h,108.29t/data=!3m7!1e1!3m5!1sSrj3Ek1_9YpNiO1zWdufmg!2e0!6shttps:%2F%2Fstreetviewpixels-pa.googleapis.com%2Fv1%2Fthumbnail%3Fcb_client%3Dmaps_sv.tactile%26w%3D900%26h%3D600%26pitch%3D-18.29149333761208%26panoid%3DSrj3Ek1_9YpNiO1zWdufmg%26yaw%3D299.0273992325105!7i16384!8i8192?entry=ttu&g_ep=EgoyMDI0MTIxMS4wIKXMDSoASAFQAw%3D%3D

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    1. Amic Miquel, creo que fue en el 1977 cuando vi la casa Tristant Tzara, estaba hecha una pena, supe que era de Loos por un amigo arquitecto al que le he perdido la pista.
      Esta casa es un ejemplo de un radicalismo que, por ser extremo, tiene sus consecuencias.
      Yo creo que no hay que adoptar posturas "talibanescas" en nada y menos en aquellas realizaciones que afectan a muchas personas; a los usuarios en el caso de la arquitectura. A esta casa le faltan muchos elementos que le irían bastante bien, por ejemplo una cornisa, unos saledizos sobre los huecos de fachada para la protección de ventanas, unas buenas soluciones para los desagües, etc.

      Naturalmente la ornamentación superflua y recargada es algo positivo. Creo, sin embargo que, con independencia de su función constructiva o funcional, debemos conceder algún valor al ornamento que complace al gusto -digo "gusto" en el sentido que le daría Montesquieu- puede ser positivo, pero esto son cuestiones culturales tanto del arquitecto como del usuario que ha de aguantar las manías de aquel y viceversa; anotar también que el ornamento expresa el signo de los tiempos, es decir el estilo arquitectónico.

      Ni desnudez ni barroquismos, sigamos el consejo de los clásicos y busquemos el equilibrio en el término medio.

      Has puesto, Miquel, uno de los mejores ejemplos de buena arquitectura racionalista, el magnífico edificio del Hotel Park del arquitecto Antoni de Moragas i Gallissà, opino que es de lo mejor que hay en Barcelona junto con otros edificios de Josep M. Sert.
      Un abrazo.

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  2. Estimado Francesc, tu reflexión sobre la Casa Tzara me parece reveladora. Observando estas fotografías históricas de la fachada, podemos iniciar un diálogo fructífero sobre la tensión entre pureza formal y funcionalidad.

    Me interesa especialmente tu observación sobre cómo el tiempo ha sido implacable con las superficies desnudas. Esa división radical que vemos en la fachada - piedra abajo, revoque arriba - que Loos concibió como manifestación de pureza, se ha convertido paradójicamente en su propia antítesis.

    Tienes razón cuando señalas que los elementos ornamentales tradicionales no son caprichosos. Cada moldura, cada guardapolvo, cada entablamento que mencionas cumple una función específica de protección. La arquitectura clásica había desarrollado, a través de siglos de experiencia, un lenguaje donde belleza y utilidad se entrelazaban.

    ¿No es irónico, Francesc, que al rechazar toda ornamentación, Loos haya conseguido que sus superficies puras se conviertan, con el paso del tiempo, en lienzos involuntarios donde la humedad y el deterioro dibujan sus propias "ornamentaciones"? Como bien apuntas, estas manchas y desconchados acaban siendo "la caricatura de unas molduras toscas y descontroladas".

    Tu análisis nos invita a reconsiderar la postura radical de Loos. Quizás la verdadera sabiduría arquitectónica resida en encontrar ese punto medio donde la limpieza formal no sacrifique la funcionalidad, donde la pureza no ignore la necesidad de protección que todo edificio requiere para envejecer con dignidad.

    Un cordial saludo.

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    1. Amigo Joselu, cuando vi la casa Tristan Tzara me decepcionó. El tiempo deteriora superficies y pensamientos, se lo comenté a mi acompañante, también arquitecto, y me respondió: "ocúpate de las superficies y deja los pensamientos en paz".
      En mi escrito sólo me refería a los aspectos funcionales y constructivos de la ornamentación y he dejado aparte las cuestiones estilísticas o de gustos personales sobre el ornamento en sí, y tampoco he querido comentar algunos aspectos simbólicos que pueda tener alguna determinada ornamentación.
      Creo que la ornamentación debe ser contenida, evitar un lastre inútil que puede complicar la ejecución, el coste, la puesta en obra, la carga estructural, etc.
      Veo en la ornamentación clásica, las cualidades de la terna de Vitrubio "firmitas, utilitas, venustas". El racionalismo llevado al extremo puede producir monstruos.
      Ciertamente es irónico lo ocurrido con estas manchas anti-racionalistas que dibujan caricaturas toscas y descontroladas.
      Yo creo que debemos cuestionar cualquier forma de radicalismo, evitar los extremos y regresar al término medio. Miraremos otra vez a Vitrubio: "sólido, funcional y bello".
      Saludos.

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  3. Me gusta la
    ultima ,
    parece hecha
    con carboncillo ,

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    1. Amigo Orlando, sobre un dibujo previo hecho a lápiz de punta dura y sombras con mina 2B -un dibujo que iba a romper- pinté unas manchas con tinta china un poco rebajada con agua y unos números con tipografía Stencil utilizando unas plantillas de hojalata.
      Salud.

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  4. Creo que eso de que el ornamento es un delito lo aprendió con Louis Sullivan, cuando estuvo en EEUU (no sé si en Chicago). A éste, que habia revestido sus superficies con ornamentos vegetales, le dio de repente por escribir que «sería deseable que durante unos años renunciemos a toda decoración para que podamos concentrarnos en la construcción de obras que impresionen solo por su desnudez». Y cuando volvió a Viena, Loos se lo tomó al pie de la letra esa renuncia. Estoy en desacuerdo con lo de que el ornamento sea un delito, si bien hay que reconocer que en el modernismo se habían pasado un pelín.

    Respecto a la casa de Tristan Tzara, dicen que lo mejor sucede en el interior, con el juego de volúmenes. No he estado, solo sé lo que he visto en fotos. Me gusta bastante la composición de la fachada (no sé si en el diseño original el cuerpo superior era tan alto). Aun así, reconozco que, si no se le ha lavado la cara desde que estuviste allí, el aspecto que debe de seguir presentando es penoso. O sea, una pena. Como dices, les pasa a muchas obras del movimiento moderno. Las más famosas puede que reciban los cuidados necesarios, pero aquellas menos conocidas sufren fácilmente las consecuencias del abandono. Donde esté la ornamentación clásica...

    La mismísima Villa Savoya, de Le Corbusier, tenía tantos problemas constructivos que la "familia Savoye" la dejó de lado y apenas la frecuentaba. De tal modo que durante la 2ª guerra mundial la ocuparon sucesivamente alemanes y americanos. Como quedó hecha una lástima, los dueños la abandonaron definitivamente, dando por perdido el pastón que les había costado hacerla. Se reutilizó un tiempo como centro social, pero costaba tanto mantenerla en buen estado, que surgió la propuesta de derribarla. Suerte que los arquitectos franceses, encabezados por el propio Le Corbusier, se opusieron tajantemente.
    Un abrazo.

    https://luisbreton.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/08/v-s.jpg?w=500

    https://wikiarquitectura.com/wp-content/uploads/2017/01/VillaSavoye_01-500x375.jpg

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    1. Amigo Gran Uribe, no sabía del encuentro entre Sullivan y Loos, el caso es que a veces, como en el caso de Sullivan, uno puede pasar de un extremo a otro de forma arrebatada sin valorar las consecuencias.
      No creo que el radicalismo de Loos haya hecho demasiado favor a la arquitectura, si bien es cierto que marcó un camino de depuración, pero creo que hay que poner mucha atención en la resolución de los detalles constructivos y pensar, ya desde el proyecto, en el mantenimiento de los edificios.
      La desproporción de la parte superior de la fachada ya estaba en el proyecto, creo que esto es un acto de retórica y soberbia, creo que Loos quiso decir: "veis como mi afirmación de que 'el ornamento es delito' soy capaz de petrificarla."
      La exagerada ornamentación del modernismo y del Jungendstil produzco un hartazgo y más de uno se propuso limpiar y poner un poco de cordura ante tanto batiburrillo de curvas y contra-curvas.
      Lo de la Villa Savoye es un escándalo: una gran obra envuelta en una publicidad ideológica y triunfalista, llena de grietas y desperfectos que la hacen inhabitable, es una pena. ¿Quiénes son los que promulgaban aquella publicidad ideológica?
      Pero esto ya ocurre con muchos postulados del Movimiento Moderno, que cuando se ponen en obra no soportan el peso de la realidad.
      Yo digo que cuando una obra no soporta el peso de la realidad, es un mala arquitectura.
      Salud

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  5. En un bloque en el Vial de Córdoba(así llamado,porque la avenida surgió de tapar las vias) se observa ese enorme ventanal de la casa de la foto.Sirve para dar luz a varios pisos.Desde fuera llama la atención, como edificio moderno,pero no sé si desde el interior sea conveniente para los que vivan,comparten ruidos,supongo.
    Saludos

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    1. Amigo Car res, no conozco ese edificio que comentas, no puedo opinar.
      Salud.

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  6. Cada época, cada lugar, exige su propuesta arquitectónica. Lo que a mí no me gusta es algo que vaya contra la salud. El racionalismo viene después de unas épocas de epidemias e intenta huir de lugares que acumulen suciedad. Por eso es tan lamentable lo que señalas sobre su estado de abandono.
    Seguiremos pensando.

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    1. Amigo Pedro, una de las características más claras y decisivas de la arquitectura es que expresa el signo de los tiempos, en efecto cada época y cada lugar tienen su arquitectura.
      El racionalismo se puede y se debe entender como una voluntad de limpieza y esta característica ha de ser una de las máximas de la arquitectura racionalista.
      Hoy podemos encontrar muchas obras del estilo racionalista (la llamada arquitectura del Movimiento Moderno) que están muy abandonadas, algunas de ellas son obras fundamentales del racionalismo. Nuestro amigo Gran Uribe señala el lamentable estado de la Ville Savoye de Le Corbusier.
      Salud.

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  7. Es lo que nunca llegamos a entender, como en el arte, en todos los aspectos de la vida humana, lo "no" es lo que le da sentido al supuesto si, sin las sombras una pintura no tiene sentido, sin el espacio vacío en el interior del átomo, los electrones no volarían graciosamente dando sentido a la materia, sin la muerte la vida no tendría ningún sentido y así mismo el antiarte o la ausencia de arte es lo que da sentido al mundo lleno de sensaciones maravillosas que es el arte.
    Un saludo.

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    1. Amigo Dean estás detallando las dos caras de una misma moneda, en efecto, la luz y la sombra en el arte pictórico, entre otros, que nos llevan a plantearnos cómo son los límites del arte.
      Salud.

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  8. Fíjate que al ver la imagen q muestras de la casa de Tristan Tzara creí q era un montaje fotográfico. La fachada me parecen imágenes rectangulares , recortada y superpuestas ... Ni si quiera me parece equilibrada , ni armónica ,( posiblemente esté equivocada) pero acumula los huecos en zonas y otras demasiado grandes, las deja sólidas y opacas... Sí no hay una cierta distribución armónica de los espacios , mi cerebro se me revela ...Ni siquiera sé por qué, pero me chirría lo q sea q vea si no encaja con mis proporciones mentales, q no quiere decir que lo sean o sean las correctas...Es mi mente la q me impone su criterio e incluso me lo hace pasar mal ...A veces, me ha llegado a ocurrir q cuando llego a una estancia donde los cuadros o la decoración en general no resulta armónica , me tengo q reprimir para no recolocarlo todo.... y esa sensación me produce una incomodidad inexplicable que me hace desear irme...Lo siento, q me voy del tema ...Creo q con la arquitectura ocurre como con el cuerpo humano, la desnudez absoluta la soportan sólo los cuerpos perfectos y hasta a los perfectos les deteriora paso del tiempo, por eso ,tal cual comentas , es muy cierto q la arquitectura racionalista extrema o se pinta , revoca y cuida o envejecen muy mal... Y sí, sin ninguna duda los ornamentos excesivos son tan desagradables como la desnudez extrema y descuidada ...Yo tengo q pedir perdón porque mi forma de ser/sentir tiende al barroquismo, sobre todo cuando me expreso ..ya lo sabes, me expando sin poderlo controlarlo... Incluso en mi blog , con las entradas, como me encanta jugar con las formas, las imágenes , los colores y las letra..... A veces resulta muy excesivo y lo sé...pero como el blog es para disfrutar , me dejó ir ..Curiosamente en mi forma de vestir soy minimalista , es en lo único ...jajaja necesito armonía cromática y pureza de lineas...ornamentación escasa y últimamente sentido práctico ..Antes aún me sacrificaba algo.,sobre todo con los tacones ahora ... sólo cuando tengo juicios importantes, fuera de ahi... plano...y no voy descalza porque me haría daño en la planta del pie q si no, sería feliz yendo así ; )

    Me ha gustado mucho está reflexión tuya , además de muy interesante ... tremendamente amena ....Me guardo tu maravillosa frase del Vitruvio "solido, funcional y bello"... nada tan armónico como la cultura clásica...La armonía griega para mí , es el paradigma de la elegancia. Mil gracias FRANCESC, un beso !

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    1. Querida María, esta foto de fachada de la casa de Tristan Tzara parece un montaje fotográfico, pero es una fachada que, en mi opinión, está desproporcionada en cuanto a la relación de superficies llenas y vacías. Debe equilibrarse la proporción entre llenos y vacíos si queremos obtener una buena composición.
      Las desproporciones se repiten en las fachadas que dan al patio, en ella vemos un cierto desorden que a mí me parece extraño en la arquitectura de Loos.
      Lo que te sucede a ti cuando te encuentras delante de algunas cosas desproporcionadas, es algo habitual que suele pasarnos a los que somos de por aquí y que a los de otras latitudes no les ocurre. Luis Racionero y Federico Correa, añadían apelativos casi tan "bestias" como los que utiliza Arturo Rérez Reverte.
      Nos lo pasamos mal ante la desproporción ante el desequilibrio y en cierta manera ante el desorden. Todo esto que te digo nos lo habían comentado una y mil veces en la escuela de arquitectura, en las asignaturas de dibujo, proyectos, geometría, estética, composición e incluso en las asignaturas de estructuras y de urbanismo. Decían que la sensibilidad ante la desproporción es una característica de los mediterráneos.
      La vestimenta nos caracteriza, vestir bien es una forma de respeto a los demás y para nosotros mismos es una satisfacción. Personalmente te diré que me gusta utilizar la corbata y ahora parece que seas un bicho raro cuando te ven por ahí con la corbata puesta, incluso has de soportar algún improperio.
      Creo que es de buena educación el vestir bien, evitar excesos tanto en la vestimenta como en el comportamiento y disfrutar de manera comedida sin gritos ni alharacas.
      Abrazos mil.

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  9. Francesc:
    no me gusta esa casa.
    Es interesante ver el punto de vista de un arquitecto.
    Salu2.

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    1. Amigo Dyhego, a mí tampoco me gusta y aún menos con el estado de deterioro en que se encuentra.
      Es el edificio tristón para Tristan.
      Saludos

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