domingo, 19 de enero de 2025

Algunos aspectos del arte pop

 Keith Haring

 

 

El arte pop se opuso al expresionismo abstracto de las vanguardias, tanto el que se había desarrollado en Europa y había sido importado a los Estados Unidos como el que había desarrollado la Escuela de Nueva York (William Baziotes, Willian de Kooning, Arshile Gorky, Adolph Gottlieb, Philip Guston, etc).


Cambiaban los tiempos. El racionalismo y el espíritu crítico de la vanguardia europea no cabían en aquella sociedad de los años sesenta del siglo pasado, donde los brokers de Wall Street tomaban el protagonismo. Los adalides del neoliberalismo se lamentaban de haber acogido a muchos artistas europeos “criticones e izquierdosos” y decidieron plantarles cara. Tom Wolfe, con arrogancia, preguntaba: “¿quién teme a la Bauhaus feroz?”. 


Los artistas pop utilizaron un lenguaje irónico que se oponía a la abstracción. Reeditaron algunos conceptos del dadaísmo con una intención espectacular y publicitaria pero desprovista del criticismo utilizado por el Dadá. Rechazaron el surrealismo y otras formas de ensoñación lírica. Cuestionaron el valor de la “obra única”. Apostaron por la seriación de la obra de arte como oposición a la obra de arte exclusiva y particular del artista. Los objetos cotidianos se representaron en carteles y se trataron como objetos artísticos. El arte fue publicidad, teatro, mercado, parties de galeristas…


Al sujeto neoliberal no le importaban la proporción clásica, ni la estatuaria greco-latina, ni la perspectiva renacentista. El arte pop puso en cuestión el sistema clásico de proporciones y propuso unos cambios de escala irónicos, reprodujeron imágenes con contornos perfilados con trazos gruesos, estos eran la evidencia del carácter publicitario de la obra de arte pop.


En mi opinión, el arte pop fue una transición de la agonía a la nada.


Nota. He querido encabezar este escrito con la imagen de un grafiti de Keith Haring porque creo que este artista quiso recuperar el espíritu crítico del arte anterior al pop-art. ¡Pobre Keith, no lo logró!

29 comentarios:

  1. Me temo que si los artistas de la corriente pop, leyeran este post, muy posiblemente se quedarían con la boca abierta y cara de bobo, pensando: ¡Caramba, si que soy importante...!

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    1. Amigo Ricard, los artistas del arte pop ya se creían muy importantes desde el primer momento en que colgaron alguno de sus cuatros o desde que Tom Wolf hablara de ellos.
      Salud

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  2. Hace muchos años vi una exposición amplia de obra de Keith Haring y me gustó mucho.

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    1. En Barcelona tenemos una muestra del arte de Haring, está en el Raval, junto al Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA)
      Transcribo la referencia que hace el MACBA de este mural:
      "...El mural que Haring hizo en Barcelona nació de un modo casi fortuito. El día 22 de febrero de 1989, al regresar de Madrid, Haring se encontró a su amiga Montse Guillén, propietaria del restaurante El Internacional de Nueva York. Cuando Guillén le sugirió la posibilidad de hacer alguna intervención en Barcelona, Haring aceptó con la condición de poder elegir el lugar. Rápidamente se consiguieron los permisos necesarios por parte del Ayuntamiento y Haring eligió una plaza en el corazón del Raval, que entonces aún se conocía como Barrio Chino y que estaba muy degradado. Haring optó por una de las paredes donde cada mañana se encontraban más jeringuillas, en la plaza Salvador Seguí, entre la calle Robadors y la de Sant Pau; decía que le recordaba los barrios marginales de Nueva York donde había empezado a pintar. Aunque Haring explica en sus Diarios que pintó el mural el 24 de febrero, la prensa de la época y el video que grabó la acción documentan que fue el día 27. Dos días después, dejaba la ciudad.

      Aunque era un artista muy cotizado, Haring pintó el mural del Raval desinteresadamente. Pintó en un contrafuerte adosado a la pared de un edificio en estado ruinoso y, tal como anota en sus Diarios, comenzó a las doce del mediodía y en cinco horas lo había terminado. «He tardado cinco horas en pintarlo, como había previsto. La pared tenía una inclinación extraña en la que era difícil pintar, pero una de las cosas que más me gustan de este trabajo es la adaptabilidad (física) que requiere. He encontrado una postura que me permitía pintar de una forma homogénea y equilibrada. Algunas de las mejores fotos de este mural reflejan el lenguaje del cuerpo y las posturas que adopto para pintar.» En el mural, se ve una jeringuilla asfixiada por una serpiente de grandes dimensiones con un nombre escrito debajo: SIDA. Una pareja que forma una tijera secciona el animal y alguien le coloca un preservativo en la cola. Pintado con un solo color, rojo, el color de la sangre, Haring terminó el mural con una inscripción en castellano: Todos juntos podemos parar el sida."
      Salud

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    2. Amigo Fackel, sólo he visto una obra original de Keith Haring y me gustó. Algunos críticos no consideran que la obra de Haring sea genuinamente pop.
      Otra cosa: continúo sin poder dejar comentarios e tus blogs, me ocurre también con algunos otros. Todos, sin embargo, los voy siguiendo.
      Saludos.

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  3. Prefiero la alegría, el color de la vida,lo cotidiano,al mundo de los sueños( mejor dicho malos sueños),del surrealismo,que te lleva a la locura.
    Las composiciones de Marilyn Monroe,te alegra la vida.!POP!
    Saludos

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    1. Si, Car res, el color de la vida puede ser precioso como por ejemplo las floristerías o los gigantes y cabezudos y puede ser espantosa como un restaurante de comida basura o un supermercado de esos que abren las 24 horas.
      Salud.

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  4. Creo q el título de la novela de Tom Wolfe, q nombras y tan buen cronista fue de los héroes de la época " La hoguera de las vanidades" representa perfectamente la esencia del pop art ,en mi opinión, fuegos de artificio aplaudido por una sociedad tan llena de vanidad como de banalidad... Donde cuatro listos, de forma facilona despreciaron todo lo anterior porque ni en mil años ninguno de sus icono serían capaces de hacer... Porque ni Warhol con sus sopas o Marilynes, ni los súper comics de Roy Lichtenstein, ni desde luego los grafitis de Keith Haring, por divertidos y llenos de colorido q sean reúnen en conjunto más mérito q sus autores -que como en el cuento del traje nuevo del emperador- convencieron al mundo de los marchantes o estos les utilizaron a ellos, para vender meros dibujitos y chorraditas varias a precio de arte... Utilizando el marketing del más puro estilo mercantilista neoliberal al servicio de un activismo tan de postureo y snob que si uno vuelve la mirada a aquellos años de desfase, fiesta y desenfreno..da la risa ...ver elevar a la categoría de citas bíblicas aquello de ...acercar el arte al pueblo y convertir en arte objetos de la vida cotidiana , pues sí, supongo q si ibas puesto hasta arriba cualquier cosa q vieras te parecería a solamente alucinante aunq fuera un bote de sopa, una banderita o unos monigotes bailando...y sí , tan cerca del pueblo q de pronto aquellas chorraditas valían millones de dólares ..en fin. Conste q donde sí fue impagable la labor de Keith Haring fue concienciando sobre la necesidad del uso del preservativo en la luchar contra el sida...eso, más q artistas fueron buenísimos publicistas, ciertamente en ese ámbito, toda mi admiración...como artistas, estoy totalmente de acuerdo contigo FRANCESC salimos de la agonía a la nada y mucho me temo q en líneas generales y salvo honrosísimas
    excepciones ..ahí seguimos. Un beso !

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    1. Querida María, el arte pop ha tenido y tiene un márquetin descomunal. Tom Wolf ha sido el líder principal de aquel espectáculo.
      Si hablo de arquitectura, afirmo que el arte pop ha sido el culpable de la arquitectura frívola y ostentosa de la que presumen los promotores (públicos y privados) haciendo alarde de su incultura.
      Abrazos mil.

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  5. La divergencia, Francesc, hace más interesantes las expresiones artísticas y crea nuevos pensamientos.

    Un abrazo.

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    1. Amigo Rafael, la divergencia es uno de los motores del arte.
      El arte expresa el signo de los tiempos.
      Abrazos.

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  6. Recuerdo que les pasaba a mis alumnos de Bachillerato (eran pocos) diapositivas de Braque, Picasso o Gris y les gustaban; de Mondrian o de Van Doesburg también les "molaban"; lo mismo también los de Kandinsky y de diseños, muebles o edificios de la Bauhaus; de los pintores abstractos españoles (Zóbel, Millares, Sempere, incluso Tapies), más de lo mismo [y me preguntaban «¿En el viaje fin de curso, podemos ir a Cuenca y a Madrid, profe?»].

    Sin embargo, rechazaban los cuadros del expresionismo abstracto de Pollock, Motherwell, De Kooning, etc., quizá porque ellos se sentían capaces de embadurnar una lámina de ese modo (el clásico «eso también lo sé pintar yo», tantas veces escuchado). En cambio, celebraron mucho el momento en que empecé a hablarles del pop art. Las pinturas pop y el mobiliario de plástico de colores. Creo que lo sentían, en cierto modo, más próximo. Claro que yo seleccionaba bastante las láminas que les pasaba. Me parece recordar que Lichtenstein era el que más consenso obtenía, pero también Warhol (el plátano, Marilyn o la lata de Campbell´s), Jasper Johns o Rauchenberg. Ese arte vulgar y colorista basado en la repetición en serie, los cómics, los anuncios, los supermercados, las imágenes del cine y la televisión les gustaba. A mí, también, lo confieso (especialmente nuestro "Equipo Crónica). Se ha dicho en mil sitios que el pop art surgió en EEUU a finales de los cincuenta como idolatría del consumismo y, en parte, como rechazo al expresionismo abstracto de aquel momento. Si es así, les pasaría allí como a mis alumnos de Ripollet aquí.

    Y, hablando de plátanos: me retiré antes y, por tanto, no sé que hubieran dicho del plátano (espero que de Canarias) enganchado con cel·lo a la pared (de un sujeto llamado Cattelan), que se vendió años después (2019) por 150.000 dólares. Creo que el cachondeo y los comentarios soeces no hubieran faltado.

    Un abrazo

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    1. Amigo Gran Uribe, esos alumnos tuyos de Bachillerato fueron unos afortunados, seguro que guardan un recuerdo muy positivo de tus enseñanzas, estoy convencido de que dejaste en ellos una huella magnífica que les acompañará toda la vida. Debes sentirte orgulloso.
      Es curioso, a tus alumnos les gustaban los artistas europeos y rechazaban los expresionistas americanos. ¡Vaya no sé a quien se parecen!
      El pop suele gustar porque es la representación de la cotidianidad publicitaria que nos inunda, ahí todo está muy cerca.
      En Pamplona tuve una experiencia muy arriesgada, diría que peligrosa, con una obra del Equipo Crónica.
      En cuanto al plátano de Cattelan, me pregunto si no se pudre al estar enganchado en una pared durante tantos días.
      Abrazos.

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  7. Me gusta
    aunque
    hay , el que
    crea que es
    simplista.

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    1. Sí, Orlando, muchos opinan que es simplista, yo opino que es una forma de publicidad.
      Salud.

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  8. Recuerdo que en uno de sus murales decía algo así como: "Juntos podemos parar el sida".
    Saludos cordiales

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  9. "El arte pop fue una transición (coincido) de la agonía a la nada" pasajera, agrego. Ciertamente algo está por venir.
    Abrazo hasta vos.

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    1. Amigo Carlos, hay transiciones dolorosas, muchas requieren un esfuerzo tremendo y otras tienen un futuro incomprensible o por lo menos un porvenir cargado de incertidumbres.
      Abrazos.

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  10. No se le pueden negar algunas virtudes, como el uso del humor. Evidentemente, en su germen quiso sumar vanguardia y mercado: el capitalismo termina haciendo dinero con todo. Fiel reflejo de nuestro mundo.

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    1. Amigo Pedro, valoro muy positivamente el humor del arte pop, aunque lo veo como una forma más de publicidad.
      Últimamente vemos como el humor se está utilizando para vender esperpentos.

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  11. Estimado Francesc:

    El Pop Art, como movimiento artístico, marcó una ruptura significativa con el expresionismo abstracto y las vanguardias que lo precedieron. Fue un arte que abrazó el lenguaje de la publicidad, la cultura de masas y la mercadotecnia, adaptándose al espíritu consumista de los años sesenta. Andy Warhol, con su célebre frase "en el futuro todos tendrán sus quince minutos de fama", encarnó esta fusión entre arte y mercado, convirtiéndose en un símbolo del triunfo de la comercialización artística. Su obra no solo desdibujó las fronteras entre lo cotidiano y lo artístico, sino que también celebró el carácter reproducible del arte, alejándose de la noción romántica de la obra única e irrepetible.

    Sin embargo, este enfoque pragmático y desprovisto de crítica no fue compartido por todos los artistas contemporáneos. Mark Rothko, representante del expresionismo abstracto, se mantuvo firme en su rechazo a la comercialización del arte. Su obra, profundamente introspectiva y espiritual, buscaba conectar con las emociones humanas más universales y trascender lo material. Rothko incluso llegó a rechazar encargos lucrativos cuando sentía que su arte sería descontextualizado o reducido a un mero objeto decorativo, como ocurrió con su famoso conflicto con el restaurante Four Seasons en Nueva York.

    En este contraste entre Warhol y Rothko se refleja una tensión fundamental en el arte contemporáneo: ¿debe el arte adaptarse al mercado o resistirse a él? Mientras que Warhol aceptó y explotó las reglas del capitalismo cultural, Rothko defendió una visión más pura y autónoma del arte. Ambos enfoques son válidos y han dejado un legado imborrable en la historia del arte.

    Por otro lado, es interesante mencionar a Keith Haring, quien retomó elementos del Pop Art pero con un espíritu crítico más cercano al dadaísmo original. Sus grafitis y obras públicas buscaban democratizar el arte y abordar temas sociales como la lucha contra el SIDA o los derechos humanos. Aunque no logró escapar completamente de las dinámicas comerciales del mercado del arte, Haring intentó mantener viva la conexión entre el arte y la crítica social.

    En definitiva, el Pop Art fue un reflejo de su tiempo: irónico, comercial y provocador. Pero también abrió debates sobre el propósito del arte en una sociedad dominada por el consumo, debates que artistas como Rothko o Haring enriquecieron desde perspectivas opuestas.

    Un cordial saludo.

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    1. Amigo Joselu, el Arte Pop se vale muy especialmente de la publicidad y esto es algo que los estadounidenses los manejan muy bien, son capaces de anunciar unas hamburguesas con tal eficacia que consiguen que un producto que es una auténtica basura, se consuma por todo el mundo.

      Por lo que decía Tom Wolf, con la eclosión del Arte Pop se pretendía, acabar con la hegemonía del arte moderno europeo.

      El espacio del arte fue ocupado por la publicidad y la seriación; la teoría del arte pop sigue las teorías de la mercadotecnia; la mayoría de los artistas pop, así como los promotores son "brokers" son personas formadas en escuelas de negocios.

      Veo en todo este panorama una expresión del orden de los tiempos, como siempre ha ocurrido con el arte.

      En el Arte Pop, la comercialización se impone a la creación artística, quiero decir que el artista dedica más tiempo a la publicidad de su producto que a la creación de una obra de arte.

      Todo esto está de acuerdo con el carácter de la sociedad americana: el pragmatismo.

      El expresionismo de la Escuela de Nueva York fue tocado de muerte.

      Con acierto, mencionas la tensión entre Warhol y Rothko y te preguntas: ¿debe el arte adaptarse al mercado o resistirse a él?, mi respuesta es que el arte debe hacer lo que ha hecho y lo que ha sido siempre: expresar la pulsión de su tiempo. En todo tiempo y en todas las épocas, la realidad es muy variada y el tiempo es ondulante como decía Montaigne y esto hace que en todo tiempo y en todas las épocas, el arte se exprese con diversos lenguajes.
      El arte es comunicación y expresión formal.
      Así ocurre con el surgimiento del Arte Pop, mientras unos están a favor de la comercialización y las ideas de Wall Street, otros se oponen a ellas y presentan un arte crítico.

      Saludos

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  12. Es el dilema de bajar el nivel de exigencia, para democratizar, o sea que llegue a la mayor gente posible, o hacer algo realmente artístico y novedoso.
    Salud.

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    1. Mal vamos si decidimos que se debe bajar el nivel de exigencia. ¿No sería mejor subir el nivel de las gentes?
      Salud

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  13. El arte pop en sus inicios era divertido y se mezclaba muy bien con la música. Performances, portadas de discos, ropa, etc. Como bien apuntas, muy relacionado con el marketing.
    Lo que es increíble es lo que se paga por algunas "obras de arte moderno", como el plátano pegado con cinta a la pared.
    Un saludo Francesc

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    1. Amigo Fernando la publicidad siempre ha sido la compañera del arte pop, sin ella el arte pop sería sólo un juego humorístico de cortísima existencia.
      La publicidad también acompaña y da valor monetario al "plátano a una pared pegado". Hay ejemplos también muy llamativos de otras obras de arte, este es el caso de "escultura invisible" de Salvatore Garau.
      Saludos.

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  14. Francesc:
    hay cosas simpáticas y otras absurdas, como la Sopa Campbell esa tan nombrada.
    Salu2.

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    1. Amigo Dyhego, el arte pop ha tenido, ya desde el principio, unos grandes aliados: la publicidad, el buen humor y la frivolidad.
      Salud

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