sábado, 20 de mayo de 2023

Vanguardias



En las vanguardias artísticas del siglo XX, encontramos una corriente racionalista que arremete contra todo romanticismo. Lo hace cuando el romanticismo tardío da señales de agotamiento y cuando Europa se encuentra sumida en un desequilibrio geopolítico que le habrá de conducir a la Gran Guerra.

El arte, como expresión humana, se hace eco de las tensiones sociales y propone nuevos lenguajes. Esta situación da lugar a las denominadas vanguardias artísticas del siglo XX.  Son los ciclos de la Historia del Arte. A unos periodos dominados por el intimismo y la pasión desmedida, le siguen otros donde la razón establece unas reglas de medición.

Aquellos artistas de la vanguardia europea creían las palabras de Nietzsche que aseguraban que Dios había muerto y que lo había matado la piedad de los hombres.

Quizá para indultar la culpa o para dar una explicación a su impiedad, los artistas, buscaron razones en la naturaleza o en el progreso científico. Personalmente observo en este afán, dos tendencias que se remontan al Iluminismo del siglo XVIII:  Rousseau y Voltaire.

Picasso 


Algunos artistas de la Vanguardia europea fijaron su mirada en el primitivismo. Creían ver en el arte de los pueblos primitivos la “candidez original” del buen salvaje de Rousseau. En el arte africano, en la Amazonía o en el de los mares del sur –máscaras rituales, ritmos más o menos sincopados, pinturas planas, etc. – pretendían encontrar una bondad de la naturaleza que sustituyera al Dios perdido. Ahí estaba el primitivismo de Stravinski y las obras del movimiento pictórico ruso de la Sota de Diamantes con artistas como Kazimir Malévich, Léopold Survage, Aristarj Lentúlov, Aleksandra Ekster, Iliá Mashkov, David Burliuk, Aleksandr Kuprín, Aleksandr Osmiorkin, Vladímir Burliuk y Piotr Konchalovski, también los artistas del grupo La cola del Burro y, en cierta manera, Braque, Picasso, Vladímir Tatlin y Marc Chagall.

 

cabaret Voltaire


Por otra parte, los volterianos defendían el progreso científico como una de las formas de alejar el ser humano del salvajismo. Para ello se valían del método científico, de la educación laica y universal y de la técnica serena y el mecanicismo, como formas de avance social. Preconizaban la transparencia, el vigor de la razón, y un optimismo de concordia que surgiría del conocimiento y la socialización de la ciencia. El arte de estos "volterianos avanzados" excluía toda emoción personal y elaboraron un discurso de argumentos ambivalentes: un optimismo y una pesadumbre esperanzados en la Bauhaus y en la amargura del Expresionismo.  Ahí están compositores como Prokofiev y los artistas plásticos del constructivismo ruso, vinculado al suprematismo y cubismo abstracto; el neoplasticismo de Piet Mondrian, Theo van Doesburg y el grupo De Stijl.


 

 Cantata Alexander Nevsky


En la música, en los compositores racionalistas, encontramos unas partituras retóricas –pienso en la cantata Alexander Nevsky de Prokofiev–, y composiciones donde la ironía es constante. Estoy por asegurar que es, en la vanguardia musical europea,  donde la ironía se hace más evidente: en el citado Prokofiev, en Shostakovich y añadiría Igor Stravinski, irónico en El pájaro de fuego o en Petruschka, pero también veo elementos irónicos en Ravel y en Debussy que parecen emular aquellos elegantísimos Couperin y Rameau que les precedieron.

En la vanguardia musical europea encontramos composiciones heroicas, y otras angustiadas que expresan el horror de un siglo de dolor y muerte. Todas ellas persiguiendo un puro mecanismo intelectual matemático, que por otra parte no deja de ser un fenómeno de "ser", más que de existir, entendido como construcción intelectual, no como experiencia.

7 comentarios:

  1. Todavía hoy lucho con cada promoción de alumnos para hacerles comprender las razones y la excelencia de aquella explosión de creatividad y la profundidad con la que mostraron su mundo. Y pienso que todo aquello esconde muchas lecciones para nuestro mundo, dominado por una sentimentalidad de mercadillo y convención.

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    1. Amigo Pedro, en la sentimentalidad de mercadillo y en la convención se vive muy cómodamente. La razón exige esfuerzo y rigor y parece que ahora no estamos para estas cosas. Los jóvenes, tú lo has comprobado, se preguntan por qué deben esforzarse y es muy difícil que entiendan “aquella explosión de creatividad y la profundidad” de la vanguardia.
      Saludos.

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    2. Y qué pena que sea así. Además, constato que cada año están más alejados de la razón.

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  2. ¡Qué bueno!...esto enlaza con lo de hoy .
    Ostras.
    Guardaré esta entrada y la imprimiré. La colocaré junto a tu libro.
    Aclara muchas cosas.
    Un abrazo

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    1. Miquel, el vídeo que has puesto en tu blog es muy ilustrativo, encaja con este escrito sobre las vanguardias.
      https://totbarcelona.blogspot.com/2023/05/hugo-ball-o-el-anti-arte-karawane.html
      Un abrazo

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  3. Es curioso, nunca me había planteado esta dicotomía que tan bien has armado en esta estupenda entrada tuya de las vanguardias. Porque es muy cierto que en el fondo de todos estos artistas bullía esa vuelta al primitivismo o primigenia infantil onírica (Marc Chagall ) por un lado, o el racionalismo empírico por el otro (Piet Mondrian) curioso que a Stravinski le coloques a ambos lados, no le conozco tan en profundidad para valorar eso… sin embargo a mi el pájaro de fuego me parece un cuento fantástico, lo mismo que la consagración de la primavera los colocaría más en su primera época roussoniana y sin embargo colocaría por ejemplo a la historia de un soldado en su fase más racional, contenida y empírica, no sé , supongo que todo es un tema de apreciaciones , Petrouchka por ejemplo tiene mucho de magia ( esos violines y la flauta marcan mucho,) pero a la vez quizá ese punto de racionalidad puede que lo pongan las trompetas y la percusión jaja no me hagas caso … sea como fuere me ha encantado esta visión tuya de las vanguardias surgidas en medio de la oscuridad de la época .. lástima que ahora con la misma oscuridad no brillen genios como entonces.

    Mil gracias, mucho besos y buen finde!

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    1. Contraponer las vanguardias europeas del siglo XX con los conceptos de la Ilustración –la rousseauniana y la volteriana– nos puede explicar muchos aspectos del arte de aquella centuria amarga. No en balde, la modernidad del siglo XX entronca con el racionalismo del Siglo de las Luces.
      Tú, María, con mucha inteligencia y sensibilidad, ya has notado que Stravinski tiene obras que circulan entre el primitivismo y la racionalidad. Coincido contigo y modestamente creo que lo has identificado muy bien. “La Consagración de la Primavera” y “El Pájaro de Fuego” son claramente primitivistas. “Petrouchka” es, a mi modo de ver, una partitura muy racional y clásica que bebe de la genialidad de Pergolesi (“Petrouchka” es una maravilla); “La Historia de un soldado” es claramente racionalista y además es rabiosa con alevosía.
      Querida María, ahora deberemos escaparnos de la oscuridad de aquella época y más aún, de la negrura de la nuestra, y para ello podríamos escuchar la música de Pergolesi. Recomiendo “Sinfonia a violoncello solo”, creo que esta obra le gustaba mucho a Diderot.
      Abrazos mil.

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