viernes, 5 de mayo de 2023

Sustituciones

Subasta de pescado, 1969. Julián Grau Santos


 

Cuando un artista se dedica a expresar sus sentimientos particulares corre el riesgo de confundir sus intimidades o sus deseos con la realidad. Algunos llegan a creer que ellos son la realidad y las necesidades de los demás.

A menudo, caen en la tentación de practicar aquello del “quítate tú para ponerme yo”. Esta tentación no es exclusiva de artistas o escritores, también caen en ella muchos ideólogos y políticos.

Juzgan comportamientos ajenos bajo su exclusiva moral particular. Juzgan hechos pasados con la moral del presente, esta moral, que es tan fugaz como su “vita brevis”.

Cuando alguien practica el “quítate tú para ponerme yo” tiene que ejercitarse en el arte del derribo y en procurar que los escombros y restos de los derribos no les caigan encima.

12 comentarios:

  1. Creo que hay muchas firmas con ese problema, Francesc. Hay, incluso por las redes, quien llora porque tiene pocas entradas, y lo da a conocer, con la creencia, el ánimo, la fe, de que es así, y sólo así, como podrá tener más lectores.
    Los políticos son verdaderos maestros en el arte del "empujón". Hay incluso uno que prometió que si salía elegido, en dos meses hacía votaciones estatales para sacar al presidente de su silla presidencial.
    Son, sin dudarlo, verdaderos funambulistas del sistema.
    Salut

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    1. Amic Miquel, he empezado el escrito hablando de artistas y me doy cuenta que esta práctica insidiosa es mucho más acentuada en otros personajes públicos que sólo se dedican a asegurarse la poltrona.
      Salud.

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  2. La egolatría y la estupidez juntas dan esos frutos, individuos que se creen imbuidos por la "verdad divina".
    Desgraciadamente, esta variedad humana abunda más de lo deseable en los últimos tiempos, los profetas irracionales.

    Saludos.

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    1. Sí, Rodericus, y esto lo encontramos en casi todas las actividades humanas. Es un sentimiento que muchas veces esconde un complejo de inferioridad, en cualquier caso, creo que debemos apartarnos de estos individuos que se empeñan en meternos sus "grandes ideas" o manías personales en nuestras vidas.
      Saludos

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  3. He asistido, como curioso, a subasta de pescado, aunque ya no hay empujones, hay miradas que matan.
    Como en todo, si eres trabajador y pintas bien te lo reconocen, pero debes pasar hambre antes y aguantar los empujones
    . Saludos

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    1. Amigo Car res, por todas partes empujan, hay que andar con cuidado. Si uno es trabajador y tiene un poco de sentido común ya sabe que tendrá que aguantar a una caterva de incompetentes que empujan y que andan por el mundo sin hacer nada, criticando y no haciendo otra cosa que ir por ahí paseando su espinazo.
      Saludos.

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  4. Pienso como RODERICUS, estamos rodeados de personas con egos inmeensos a los que les rodea un coro de palmeros o no sé cómo llamarle que sin ser nadie en realidad les hacen suponerse " algo especial" nunca he comprendido esa necesidad del "quítate tú para ponerme yo" pero si aquí cabemos tooodos y cuando digo aquí, digo en este mundo, en cualquier ámbito que se desarrolle cualquier actividad, la variedad enriquece, lo diferente nos enseña siempre, lo dicho, sí, creo que la mezquidad humana aparece por inseguridades y miedos atávicos de los humanos, al sentirse amenazados en su mediocridad .. en fin, como dices tú si destruyes después tienes que recoger los escombros, intentar no te caigan encima y volver a construir ... pero lo segundo, es mucho menos frecuente que lo primero ...
    Una pena.

    Muchos besos y feliz finde FRANCESC

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    1. Amiga María, hay muchos individuos que “se lo tienen creído”, no sé qué es lo que se creen, quizás su incompetencia o su fantasmagoría y nos quieren imponer su criterio y hacen proselitismo de sus ideas macarrónicas e insignificantes. Está claro que aquí cabemos todos y que la diversidad enriquece, aceptar la diversidad es tolerancia y es uno de los motores del progreso.
      Lo fácil es derribar, aunque hacerlo bien tiene su intríngulis, pero lo que es realmente complejo es construir, te lo digo por experiencia.
      Por razones profesionales he tenido que desarrollar muchos proyectos de derribos, hay que definir las formas de acometer la demolición, la maquinaria, el proceso de deconstrucción con mucho rigor para evitar que los escombros dañen a personas o cosas, hay que proyectar los sistemas de seguridad y prever la retirada de escombros, es complejo. Sí, pero te aseguro que los proyectos de construcción son infinitamente mucho más complejos, sería prolijo detallar toda su complejidad.
      Besos mil.

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  5. Pienso que el quítate tú para ponerme yo es una propiedad del común de los mortales, no solo de gente cualificada en determinadas áreas expresivas o representativas. Sucede en las familias, entre amigos, en el ámbito laboral. Es una actitud del que nadie nos salvamos en alguna ocasión, tiempo o circunstancia; peor sería que fuésemos adictos de ese comportamiento que ignora al que tiene al lado, al que debemos tanto casi siempre, y en ese sentido por supuesto que hay quienes reinciden con soberbia y altanería, que pienso son limitadas, pues por encima siempre hay alguien del que se depende y pone orden y no permite a su vez ser defenestrado por el subalterno presuntuoso. Y juzgar comportamientos ajenos -ajenos de las personas o de los acontecimientos- está a la orden del día, pero considero que esa conducta tiene poco de sana crítica, de reducida reflexión y nula voluntad de que siempre y para todo hay alternativas. Juzgar a lo tonto y a lo loco evidencia los límites de quien se empeña en ello. La altanería no tiene límites, pero cuando tras ella solo hay vaciedad o argumentos pobrísimos la altanería es ridícula. En fin, nada nuevo bajo el sol, pero sí en ciertas ocasiones manifestándose al alza. Para muchos no son tiempos de prudencia ni de medir las palabras y las actitudes, me parece.

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    1. Amigo Fackel, el “quítate tú para ponerme yo” creo que es bastante común, pero me cuesta creer que sea tan extensivo. Hay individuos que lo practican constantemente y esto les provoca un malestar tremendo, suelen inquietarse si la sustitución no es tan rápida como ellos pretenden, pero hay otros muchos que relativizan, suelen ser escépticos y les repugnan el proselitismo y la manipulación.
      Creo que una educación basada en la eliminación del salvajismo, confiere prudencia y proporciona una capacidad crítica. Pero esto desafortunadamente no forma parte del sistema educativo.
      Saludos

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