Casa Milà. Cubierta. Antoni Gaudí
Dibujo -1997- F. Cornadó
No sé si Antoni Gaudí concibió estos guerreros de
la casa Milà con esas caras de pocos amigos.
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Pues se te da la mar de bien el dibujar. ¡Ya lo creo!
ResponderEliminarUn abrazo
No creas, Miquel, he perdido mucho.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Molt bo, distòpicament gaudinià.
ResponderEliminarSí, Puigcarbó, son personatges terrorìfics, no podem esperar res de bo.
EliminarSalut
Es algo muy oriental, poner figuras amenazantes para proteger ahuyentando el mal. Como si fuera posible.
ResponderEliminarAmigo Julio, muy oriental y muy medieval. Unos modernistas se entusiasmaron por el Medievo, a otros le dio por el orientalismo. Nada de esto funcionó, el mal continua encima y debajo de las cubiertas.
EliminarUn saludo.
Mmmm .. ¡qué maravilla FRANCESC! había visto algún boceto tuyo, pero solo así, a vuela pluma, nada tan trabajado como esto y debo decirte que me parece impresionante no solo por la imaginación que derrochas cn estos guerreros terroríficos o más bien amenazantes, con reminiscencias árabes, así como los guerreros del desierto… , si no sobre todo por el detalle y minuciosidad de lo que aparece detrás, que es lo que inspira a tus guerreros ( nunca he sabido lo que son, si chimeneas, torres de ventilación o qué ) la primera vez que vi esta casa, por cierto, desde una de enfrente rosa, que tiene como una torrecita arriba del todo, siendo pequeña, me parecían cabezudos de estos de las fiestas populares jajaja en fin, enhorabuena! otra habilidad a sumar a las muchas sabidurías y saberes que posees, eres como los eruditos del renacimiento que dominaban todas las artes y conocimientos ; )
ResponderEliminarMuchos besos!
Querida María, he dibujado mucho y he roto muchos bocetos y dibujos y muchas perspectivas, ahora, con el tiempo, he ido perdiendo habilidad, creo que me debería ejercitar más.
EliminarEstos guerreros, con sus cascos, no parece que gasten demasiado buen humor, allá ellos.
Gaudí proyecto estas figuras como torres de ventilación.
Exageras mucho cuando me comparas con aquellos eruditos, piensa que sólo soy un curioso, que observa e intenta describir y algunas veces pongo adjetivos.
Abrazos mil.
El mal forma parte de la humanidad desde su origen, somos cainitas por determinación genética. Esos huecos en los yelmos son tan inquietantes como una mira telescópica, o el oscuro visor de un carro blindado hoy en Ucrania.
ResponderEliminarSaludos.
Amigo Rodericus, coincido con lo que dices, yo también creo que somos una raza cainita. Soy más volteriano que rousseauniano, no creo en el buen salvaje, ni en la bondad innata. Veo cómo se pelean los niños y veo como, cuando dejan de serlo, continúan peleándose.
EliminarSalud
A mi,más que guerreros,me parecen flores de variantes de la Platycodon Grandiflorus
ResponderEliminarSaludos
Amigo Car Res, serían flores petrificadas a punto de explotar. A mí, me dan un poco de miedo.
EliminarSalud
Los guerreros de las galaxias te saludan. ¿Sería Gaudí clarividente?
ResponderEliminarEn este caso son los guerreros de la cubierta del edificio. Gaudí tenía que resolver unas torres de ventilación y se le ocurrió diseñar unos guerreros de piedra. Este arquitecto pensaba muy rápido.
EliminarSaludos.