Decía Hipócrates que la bilis negra es uno de los cuatro humores que regulan el equilibrio del cuerpo humano. Los otros tres son la sangre, la bilis amarilla y la flema.
Entre el año 180 y el 210 d.C. Galeno dedujo que la bilis negra era responsable de algunas enfermedades, probablemente el cáncer. Dijo que la bilis negra es “ese líquido horrible que perturba el equilibrio del cuerpo”.
La ciencia médica no ha demostrado la existencia de la bilis negra, sin embargo, a tenor de algunos comportamientos humanos negativos, más de uno está exigiendo que se perfeccionen los instrumentos de análisis e inspección del interior de nuestro cuerpo para determinar la existencia o no de la bilis negra. Piden que se mejoren los sistemas de radiología, los TACS, los escáneres o las biopsias y sobre todo que estas sean menos dolorosas.
No quiero pensar en la intensidad de la negrura de la bilis, probablemente sería más negra que el caviar o que la noche transfigurada.
Estoy con lo que dice la ciencia. No creo que exista la bilis negra, sino más bien algún defecto de interconexión neuronal que provoca los comportamientos negativos de algunos humanos cuya estupidez se extiende desde el cabo de Hornos hasta el desierto de Gobi.
Lo que tampoco se, FRANCESC, es si ese defecto de interconexión neuronal tiene cura, o se acrecenta con los años.
ResponderEliminarVeo fanáticos noventañeros enarbolando trapos al viento esperando el "futuro" soñado.
salut
Amigo Miquel, la ciencia todavía no ha encontrado la bilis negra, de momento los científicos están trabajando en mejorar las patologías derivadas de una mala interconexión neuronal. Ya sé que no todo el mundo está por la labor de mejorar las cosas y observo que algunos están empeñados en empeorarlas.
EliminarSalud.
No sé si existe o no la bilis negra, pero hay que reconocer que muchos la buscan con ahínco.
ResponderEliminarAmigo Pedro, la ciencia no ha encontrado la bilis negra. Quienes la buscan podrían ser más felices dedicándose a otras cosas, por ejemplo a preparar algún guiso apetitoso.
EliminarCreo que también influye la localización de los individuos; hay lugares donde ha atacado con mucha más virulencia la bilis amarilla, perturbación neuronal incluída.
ResponderEliminarEn cuanto a la negrura, estos mismos individuos -también otros- son tan brillantes como un agujero negro y el doble de densos.
Un abrazo.
Amigo Pitt, sin duda que la localización influye, pero en general, encontramos perturbados por todas partes.
EliminarSeguramente muchos de estos individuos hallarían el agujero negro en su mismo cuerpo, es fácil de encontrarlo.
Abrazos
Aquí solo se me ocurre una pregunta, ¿es la causa o es la consecuencia?.
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Daniel, planteas una pregunta muy difícil de responder. No soy capaz de responder, se lo tendremos que preguntar a algún sabio empírico.
EliminarSaludos
Vesalio va demostrar que la bilis negra no existía, però aixó ja ho saps. Per tant, no es pot comparar o associar res amb quelcom que no existeix. El problema no és l'estupidesa d'algunes o moltes persones, el problema és que hi ha persones dolentes, males persones que es comporten negativament per se, no necessiten cap causa o motiu.
ResponderEliminarRecordo un aforisme: Matar per matar, sense motiu, raó, ni cap penediment, cap remordiment: Heus ací l'home.
Salut.
Amic Puigcarbó, a partir del s.XVI ja se sap amb certesa que la bilis negra no existeix. El treball de Vesalio va demostrar que moltes supersticions que hi havia sobre l'anatomia humana eren, freqüentment, producte de manipulacions interesades, no sempre, es clar, de vegades es tractava de pura ignorància, tanmateix el poder religiós prohibia les diseccions.
EliminarHi ha molts individus que persisteixen en fomentar la supersitició i l'esoterisme i molts poders encara ho permeten.
L'estupidesa no té aturador, ja ho dius ben bé, hi ha maldat sense causa.
Salut
Una bilis que concuerda a la perfección con el color del futuro, algo negro.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, dicen que el color negro adelgaza. Ya veremos de qué manera el futuro nos va a adelgazar.
EliminarSaludos
_LA verdad: que muy halagador no pinta, en cuanto a ver esa esperanza.Y si esa bilis es producto de tanta ira y rencores pues mal vamos...porque cada vez van a más.
ResponderEliminar-Me alegra saber que ya estas otra vez por este rincön, bienvenido.
Un abrazo
Amiga Bertha, ya nos ha dicho la ciencia que la bilis negra no existe, de manera que de momento no debemos temer. Confiemos en la capacidad del ser humano para salir adelante y beneficiarse de algunas cosas negras que son un auténtico placer, por ejemplo el caviar o el arroz negro, también de algunas cosas negras que son una delicia como por ejemplo un piano Fazioli o unos zapatitos de charol.
EliminarAbrazos.
No resulta de ser curioso y paradójico que no existiendo la tal bilis negra trascendiera al mundo de la metáfora y diera lugar al reconocimiento de una enfermedad. La melancolía, término compuesto de otros dos: mélas, negro, y xolé, bilis. Los griegos nos dejaron innumerables palabras y no menores conceptos. Hoy los acervos lingüísticos tan ricos están siendo machacados por el anglicismo técnico-universal impuesto. Pero trataré de no caer por ello en la melancolía. Salud y buenos alimentos.
ResponderEliminarAmigo Fackel, la melancolía es peligrosa, también lo es el desconocimiento de la lengua y la confusión de los conceptos.
EliminarLa bilis negra, aunque no exista nos vale como metáfora para el conocimiento de muchas de las debilidades de la condición humana.
Un abrazo