lunes, 28 de junio de 2021

El existencialismo es un humanismo pusilánime

El existencialismo es un humanismo 
 (J.P. Sartre),


 

El señor Sartre dice que, el existencialismo es un humanismo. Yo añadiría que lo es, pero en la medida de su pusilanimidad.

 

Fue Husserl quien se inventó el existencialismo y lo hizo sin buscar aquella “verdad verdadera” reclamada por Sören Kierkegaard. A Albrecht Husserl le faltaron imágenes y sus palabras quedaban huérfanas.

 

Creo sin embargo que el existencialismo surge de un vacío de expresión. Cuando las palabras van desapareciendo y un temblor se apodera del semblante, el pensamiento teórico entra en el territorio tenebroso del miedo y busca su acomodo en un humanismo teñido de negro.

 

Vinieron el miedo y las guerras y Europa se llenó de dolor y muerte y el romanticismo tardío soltó sus últimas lágrimas, mientras los pensadores se empeñaban en encontrar un nuevo humanismo.

 

Decididamente el existencialismo es un romanticismo post-bellum. 

Decididamente lo pusilánime está justificado.

 

Al existencialismo también le faltaron imágenes.


10 comentarios:

  1. Producto de la guerra y del asco posterior de posguerra. Un movimiento que marcó mucho a la juventud estudiantil de mis años mozos. Éramos inconformistas, pesimistas, revolucionarios de salón, estábamos asqueados de todo y leíamos con delectación morbosa a Camus, a Sartre, a Hermann Hesse, a Kafka... y también a un Unamuno hecho un mar de dudas con ese existencialismo al ibérico modo, contradictorio siempre, por lo que cada vez éramos más pesimistas y más inconformistas, caminando por la "niebla" de la vida, y de ese bucle no salíamos hasta que, ya de adultos, hubo que enfrentarse al mundo de verdad, adaptarse a él y coger el toro por los cuernos: estudios superiores, buscar trabajo, iniciar una relación, etc. Con lo que el escarabajo, tras una noche agitada, se tuvo que levantar de la cama y salir a la calle a buscarse la vida.
    Un saludo.

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    1. Queríamos "romper moldes" y nos apuntábamos a un pesimismo teatral. Éramos conscientes, eso sí, del esfuerzo que había que hacer para seguir adelante.
      La duda nos acompañaba, pero no era una duda sistemática sino más bien un estado de incertidumbre ante la vida que teníamos por delante. Los estudios fueron encauzando el pesimismo que, en muchos casos, quizás en los más positivos, se convertía en un escepticismo racional.
      El estudio nos facultaba para enfrentarnos a la realidad, comprendiéndola y para adaptarnos a los cambios, nos sirve para ejercitar la crítica racional.
      Saludos.

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  2. L'existencialisme es aquella part de la gramática a la que li va faltar consistencia i per suposat imatges.

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    1. Amic Puigcabó, des del punt de vista artístic, hem de dir que l'existencialisme és quelcom fluix. L'escasetat d'imatges pròpies li fa perdre consistència.
      Salut.

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  3. Cuando Sartre decía que el existencialismo es un humanismo, lo quería identificar sin el acompañamiento de "trascendente". No deseaba que se amalgamara con el humanismo de Mounier, de Theilard de Chardín o de Gabriel Marcel.

    Él decía que "en nuestra conciencia radica la libertad de elegir cada minuto como vemos el mundo" y no olvidemos que la conciencia es la suma de nuestra libertad más nuestra responsabilidad. Él era simplemente un humanista.

    Nos dices que : "Vinieron el miedo y las guerras y Europa se llenó de dolor y muerte..." gran verdad; ha sido una época de evolución muy rápida que ha hecho un espantoso consumo de mitos y de nociones, y es por esto que desde principios de siglo aparece y se reafirma una actitud de "sensibilidad", llámese humanismo, que intenta dar un sentido al mundo de una sociedad que no es estable, que es constantemente cambiante y que va a velocidad frenética.

    No se si le faltaron imágenes, no lo se, y ya sabes que nunca he contrariado una entrada tuya, porque las considero acertadas y ecuánimes, pero sabes también que comulgo con el humanismo, trascendente, eso si, y que por encontrarme, me encuentro más cerca de estos humanistas (aunque no sean las trascendentes) que con las filosofías que necesitan siempre de una verificación matemática.
    Un abrazo y perdona el "rollo" , pero es un tema que me apasiona.
    salut

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    1. Amic Miquel, está claro ni Theilard de Chardin ni Mounier eran santos de devoción de J.P. Sartre. El caso de Gabriel Marcel lo desconozco, creo que era un metafísico de la existencia, pero no sé nada más de él.
      Siempre puse en duda el concepto de libertad de Sartre, me gustaba, sin embargo, cuando reclamaba más responsabilidad, tal como lo habían hecho los clásicos greco-romanos.
      El siglo XX fue una centuria de guerras, de totalitarismos y de dolor, a continuación, el XXI no parece darnos demasiadas esperanzas. Yo no diría que se esté reafirmando una actitud de “sensibilidad” sino más bien de “sensiblería” y creo que esto no es positivo, creo que es algo acorde con los tiempos líquidos, de esta sociedad cambiante a la que tú te refieres.
      Lo de la falta de imágenes es algo que, a mi entender, no tiene demasiada relación con la trascendencia.
      Tampoco pido verificación matemática a las filosofías, exijo, eso sí, rigor de concepto. Creo que los existencialistas fueron unos tipos rigurosos que carecían de un universo formal.
      Salud.

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  4. No soy muy versado en corrientes filosóficas. Creo que la Filosofía nació cuando el hombre dejo de preocuparse por "el pequeño detalle" de comer todos los días y no pasar frio o penuria. Sin embargo, pienso también que sin Filosofía dejaríamos de ser personas, tal y como nos vemos ahora.
    De los periodos después de las guerras se escribe poco, he leído bastante de algunas guerras, pero es difícil encontrar datos de las postguerras.
    Pero creo que deben ser periodos donde el ser humano saca lo mejor de si mismo, el perdón razonado ante la estupidez del conflicto, quitar escombros, limpiar las calles, enterar los muertos, el construir de nuevo su casa, poner su cama, una mesa, pintar las paredes, reparar con yeso los agujeros de bala en una pared, trabajar mucho con poca o ninguna recompensa pecuniaria, la ilusión, el fracaso, el amor, el cansancio, el hambre, la necesidad, los hijos, el contrabando de todas las materias, la escasez, el volver a empezar, la fuerza que nos mueve a recuperarnos, ansias, depresiones, ver crecer de nuevo la Naturaleza ajena a nuestros conflictos. Quizás para mi eso es el Humanismo, el existencialismo no lo conozco.
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, en tiempos de penuria no se está por filosofías. Lo primero es llenar el buche y la reconstrucción. Después de las guerras, la desolación afecta al pensamiento teórico y lo normal es que los hombres y las mujeres que sufren enterrando a sus muertos se suman en la tristeza. El existencialismo tiene mucho de todo esto, muchos existencialistas se vieron embargados por un sentimiento de irresponsabilidad ajena.
      Saludos

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  5. Pienso que cada individuo es hijo de su tiempo. Para aceptar o para rechazar. Para someterse o para romper moldes. De cualquier modo asunción o reacción implican estar en la época en la que se vive. A mí el existencialismo de Albert Camus me parece bastante poblado de imágenes. Y en cierto modo muchos vivimos aún empapados de esa atmósfera. Si la vida tiene sentido o no me parece secundario, puesto que los humanos nos inventamos cuerpos de ideas y de propósitos que concedan sentido al vivir, es decir que no me angustia ni es un problema para mí. Al fin y al cabo se trataría más bien de considerar la existencia como un accidente al que hay que responder de la mejor manera, asumiéndolo y haciendo frente, sin ceder ni a los idealismos -los religiosos tan funestos llevan siglos- ni al existencialismo de Kierkegaard, tan de haber bebido en fuentes cristianas. Vivir condicionado por la invención de un Dios cada vez me parece más irracional y dañino.

    De Sartre apenas sé nada.

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    1. Amigo Fackel, somos hijos de nuestro tiempo y herederos de las desgracias de la historia. Estas cargas tan pesadas las soportamos cuando somos jóvenes esperanzados y nos embarga un entusiasmo vital que nos hace ver la realidad de forma bastante positiva y nos empuja a la acción. Algunos quisimos “romper moldes”, otros se empañaban en que pusiéramos, al mismo tiempo, cara de enfadados contra el mundo. Cantaban canciones protesta, coreaban consignas muy simples y a algunos les embargaba la náusea porque situaban al hombre y sus problemas como centro del universo. Más concretamente esos problemas eran, en sí mismos, el centro del universo.
      Las imágenes de Camús son de tramoya, no por esto dejan de ser imágenes, aunque yo sólo las veo como un argumento del teatro del mundo, el mundo desgraciado de la Europa que había padecido las guerras más bestiales de la historia.
      La vida tiene sentido, sí. La angustia no tiene sentido, solo es una manifestación de la impotencia y soledad del hombre ante la desgracia. A mí, me parece que el existencialismo tiene una carga de inculpación innecesaria y negativa. Probablemente la falta de imágenes “artísticas” sea la consecuencia de la inactividad derivada de la “náusea”.
      Quizás los orígenes pietistas de la filosofía de Kierkegaard puedan hacernos pensar en la existencia de alguna componente religiosa, sin embargo, de aquella derivada hacia el existencialismo de J.P. Sartre yo no sitúo ningún idealismo religioso ni ningún dios, ni como hipótesis.
      Saludos.

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