Ha empezado la temporada de los calçots, estas cebolletas tiernas, dulces, jugosas, suaves, deliciosas que se hacen a la brasa, se mojan en una salsa hecha a base de ajos, almendras y avellanas tostadas, tomate asado, aceite, vinagre y ñora y el calçot con su pringue se traga sin vergüenza enfilando el manjar como si se tratara de la espada que se traga el faquir.
Cada año se celebran campeonatos de comedores de calçots y el campeón suele comerse unos 350 calçots cuando la dosis normal para un comensal sensato suele ser de 12 a 15 calçots.
La temporada pasada el campeón de los comedores de calçots se comió 3,2 kilogramos en 45 minutos, unas trescientas y pico cebolletas.
Este joven campeón, recio y vigoroso, después de la comilona declaró que superado el primer cuarto de hora de engullimiento de la cebolleta, tuvo que hacer un esfuerzo que transcendía lo físico y afirmó que para poder continuar
debes hacer un ejercicio mental fuerte.
Bonito modo de contar, ese final me hizo soltar un risa, luego pensé que tal vez era risa cínica y la corté, pensé que a veces hasta para cagar hace falta un ejercicio mental fuerte....
ResponderEliminarSaludos Francesc, gusto leerte siempre.
Concepto-aparte. Comer y cagar el ser humano es un filtro.
ResponderEliminarSalud
El vencedor comecalçots triunfaría en el mundo de los manuales de autoayuda.Control mental y gimnasia para facilitar el engullido desde la elevación del brazo a la caída del calçot en la boca. Y con esa técnica se puede conquistar el mundo.
ResponderEliminarUn saludo
Amaltea, ya lo dijeron los clásicos: "mens sana in corpore sano". Control mental y gimnasia. El campeón de los calçots ha leído mucho, se conoce a los clasicos al dedillo.
ResponderEliminarSalud
casi 8 calçots por minuto... no está mal
ResponderEliminarCòssima
Sí, ocho por minuto y además monjaditos en su salsa.
ResponderEliminarAdéu Còssima