miércoles, 2 de febrero de 2011
El cuervo de hierro
El cuervo que se ha posado en mi jardín es de hierro. Se nota.
No hay que temer a los cuervos de hierro, estos no levantan el vuelo.
Otros córvidos de pico robusto se desplazan en grupo, conocen el territorio, no pierden el tiempo en los jardines privados, van directamente a los ojos, son omnívoros y oportunistas. El cuervo común es muy inteligente, sabe lo que busca.
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Interesante reflexión. Y ejemplo de qué cosas inspiran.
ResponderEliminarCierto es, también, que si un cuervo de hierro le saca los ojos, podrá inferirse la presencia de un tercero; o una caída muy tonta.
Saludos
Propílogo.
ResponderEliminarUn cuervo de hierro posado en la esquina de una jardinera de acero galvanizado es algo, cuando menos surrealista, y de ahí se puede inferir cualquier cosa. Puede resultar grotesco, yo diría que imposible que se produzca un ataque repentino.
Celebro que hayas pasado por este blog. Bienvenido.
Salud