jueves, 10 de febrero de 2011
Grietas
Llegué a pensar que Voltaire hablaba de arquitectura cuando decía:
Estad seguro, más bien, cuando veis una antigua fiesta, un templo antiguo, de que son obra del error: este error se acredita al cabo de dos o tres siglos; al fin se vuelve sagrado, y se construyen templos a unas quimeras.
Sí, yo creí que hablaba del envejecimiento de las construcciones, que al cabo de los siglos aparecían grietas en las estructuras más sólidas. Pero no, parece ser que entre las piedras surgen patologías más malignas que las propias de la construcción.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Y es que hay tanto monumento a las quimeras. Piedras llenas del sueño de los siglos, de un sueño extraño, desperezándose del delirio, de aquella imagen que un día dijeron que era la única verdad, y esa verdad ya se ha olvidado, porque como dices, Francesc, la verdad no existe.
ResponderEliminarGrietas entre las piedras, semillas de flores entre los bloques y los materiales, que anuncian la irrelevancia de aquello que fue tan importante.
El geómetra tampoco les puede encontrar su figura perfecta.
Hermosa reflexión, Francesc, querido.
Besazos. Salud.
Las terribles piedras y su memoria.
ResponderEliminarQuerida Elena, la Verdad y todas estas otras patrañas que se escriben con mayúscula son un engaño, solo existe el afán desesperado para la provisión del alimento.
ResponderEliminarEnseguida irán las traducciones del geómetra.
Salud
Concepto-aparte, piedras y muros con cimientos de sangre y argamasa.
ResponderEliminarSalud