miércoles, 9 de febrero de 2011

Pau Casals

No voy a hablar de la inigualable interpretación que Pau Casals hace de las seis piezas de concierto (suite) para violonchelo y clave de Couperain.

De todos es conocida esta interpretación que roza las más altas cotas de la sensibilidad humana, sobre todo las piezas 3 y 4 donde el maestro da a cada compás el tono perfecto, expresado con vibraciones contenidas y de longitud precisa. El uso de las cuerdas de tripa añade un color aterciopelado, suave y de acentos cercanos, tanto, que rozan nuestra piel como caricias delicadas. Ahí podemos intuir como debe ser el ideal de belleza. El vigor que percibimos en la pieza número 6 nos enseña también otro ideal: el de la fuerza del alma humana.

Pero, como he comentado, no quiero hablar de esta suite de Couperain. No, ni siquiera voy ha ser yo quien hable de Pau Casals, solo quiero dejar escrito algo que se ha dicho de este artista que transcendió los límites de la interpretación musical y luchó a favor de la paz, la libertad y los derechos de las minorías.

Voces nada menos que de Albert Einstein y de Thomas Mann:

Pau Casals ha sabido comprender con mucha clarividencia que el mundo corre más peligro por parte de los que toleran el mal o lo alientan que por parte de los que lo cometen.
Albert Einstein

La frágil humanidad siempre ha necesitado hombres que salvaran su honor. Este hombre [Casals] es uno de ellos, de los que salvan el honor del género humano.
Thomas Mann

4 comentarios:

  1. Preciós post, Cornadó. Post, paraules i so.

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  2. Isabel, efectivamente, qué grande. Con su música hemos pasado momentos de auténtico placer. Un gran músico y un gran hombre.

    Salud

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  3. Mortadel·la, la música interpretada per Casals és meravellosa, aquí sí que un pot sentir una mica d'orgull vers la condició humana.
    Salut

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