En su Tratado sobre la tolerancia, Voltaire escribe:Lo digo con horror pero con franqueza: ¡somos nosotros, cristianos, los que hemos sido persecutores, verdugos, asesinos! ¿Y de quién? De nuestros hermanos. Somos nosotros los que hemos destruido cien ciudades, con el crucifijo o la Biblia en la mano, y los que no hemos dejado de derramar la sangre y de encender hogueras, desde el reinado de Constantino hasta los furores de lo caníbales que habitaban en las Cevenas: furores que, gracias al cielo, hoy ya no subsisten.
Yo me pregunto si, hoy, subsisten o no aquellos furores.
Yo me pregunto si la otras creencias han tomado ejemplo de los cristianos.
Yo me pregunto ni no hacen todas las religiones mismo.
Yo digo que con un garrote o con la Biblia, el hombre siempre ha sido un lobo para el hombre.
Si, si, pero y algo más, el hombre siempre ha sido algo más, alguien mejor, más bueno, más creativo, más inteligente, más libre, con más amor que naufragio; ha sido y es REBELDE y tiene "todo el tiempo del mundo". Participamos del mismo principio de las estrellas, esas que tililan, que nos consuelan e invitan a soñar... muy muy lejos.
ResponderEliminarSalud Francesc
Felicito tu optimismo Kova d Onga. Como ocurre que yo estoy apuntado en la lista de los hombres más pesimistas del mundo, resulta que no creo en estas virtudes, no creo que seamos ni más inteligentes, ni más rebeldes y desde luego ni mucho menos buenos, en cuanto a lo de creativos nada de nada después del capitel dórico.
ResponderEliminarestando en la lista aludida, te diré que el titileo de las estrellas es para mi una ilusiópn óptica, vana ilusión.
Salud