- Vamos a pasar de largo de esta ciudad. Iremos hacia el norte, a la Germania, a la ciudad de los osos, donde las tierras están nevadas.
- Chac, chac, chac, chac, chac.
- No protestes, pájaro de pico negro. Tu no te preocupes, allí, también encontrarás gusanos y otros alimentos para llevarte al buche. Dejemos este pueblo, siempre andan petrificando honores y patriotismos.
A la memoria de sus acciones patrióticas, levantaron la estatua del prócer encima de un pedestal. La colocaron en medio del parque, rodeada de alimatáceas y otras flores blancas.
Los gorriones han ido dejando pequeñas deposiciones pastosas en la cabeza del insigne patriota, también las palomas han dejado manchas blancas difíciles de limpiar. Los gorriones y las palomas vuelan desde las cornisas a la cabeza del prócer y desde la estatua hasta más allá de la línea fronteriza.
- Ya ves, vuelan como tú, libremente y dejan el recuerdo pastoso y maloliente sobre la cabeza del patriota petrificado. Vamos.
viernes, 29 de octubre de 2010
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Ilustrativa alegoría de la "civilización", Francesc. ¿Bárbaros galos y germanos o cultos romanos? Si en un tiempo hubo lugar a la distinción, los siglos igualaron indistintamente a todos, y aun manteniendo el ancestral carácter de pueblo, hoy éste se ha erigido en Estado, y el Estado es omnívoro, como los... mismos hombres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Javier, no hay distinción alguna, en todas partes cuecen habas, si es que hay habas para cocer, y si no las hay, es porque otros se las han comido.
ResponderEliminarSalud
Quizás en esas tierras nevadas se noten menos las deposiciones.
ResponderEliminarCuando la nieve se derrita ocurrirá lo que en todas partes.
Gracias por tus palabras en mi blog, Francesc.
Salud-os
Ío
Está claro, Ío, donde la nieve cubre cornisas y estatuas, también pájaros y pajarracos tienen sus necesidades pastosas. No hay prócer que se salve.
ResponderEliminarSalud
Pétreas patrias, petrificados patriotas, piedras y padres...sí, aún estamos en la Edad de Piedra.
ResponderEliminarYo sueño como sabes en la edad de Tierra y más aún en la edad del Aire y del Espacio.
(Espero que no me digas que tú barruntas la del Fuego).
Ranstom, a tenor de lo que vemos y leemos, ciertamente estamos en el paleolítico inferior. No creo que nuestra era ni ninguna de las venideras tenga finalidad alguna, podría barruntar la edad del Fuego, pero me pafrece, no estoy seguro, que aspiro a la edad de la Nada.
ResponderEliminarSalud
Muchos se merecen, como poco, esta distinción en forma de generosa cagada sobre sus egregias cabezas.
ResponderEliminarSaludos desde 2016.
Así es cómo se llenan los parques y las plazas, de cagadas.
EliminarSalud