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Ni por su forma, ni por su contenido, esto no es un haikú:
Sálvate de Dios,
defiéndete del prójimo.
Quinto Evangelio.
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Pues yo creo que sí lo es, y con mucha "miga", para mover a reflexión. Lástima que el haikú no admita cuatro versos, o sea, un estrambote, porque en el caso del tuyo, le iría de perlas "sálvate de ti mismo".
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Hola, bello blogg, preciosas entradas, te encontré en un blogg común,si te gusta lapoesía te invito al mo,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen miércoles,besos.
Ya ves, Javier, como dijo Horacio:
ResponderEliminarAetas parentum, peior avis, tulit nos nequiores, mox daturos progeniem vitiosiorem.
La edad de los padres, peor que la de los abuelos, nos engendró a nosotros, aún más malvados y destinados a tener una descendencia más degenerada.
Horacio, Odas, 3,6,46
Esto no lo salva nadie y yo a mí mismo tampoco.
Salud
Hola, Don Vito, celebro que te haya gustado mi blog, sin duda que yo pasearé por el tuyo con mucho gusto.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Francesc, el sentido de mi comentario es que a veces nosotros, en tu generico, somos nuestros peores enemigos y no son pocas las veces en que debemos salvarnos de nosotros mismos tantos como debemos salvarnos de los demas.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
(siento la falta de tildes, pero un virus me lo impide)
Naturalmente, Javier, nosotros somos nuestros peores enemigos, coincido contigo. El tu es genérico. Pienso que el humor nos ayuda a descubrir la propia inquina, además de ser un profiláctico contra el infarto.
ResponderEliminarSalud
Salva a los dioses,
ResponderEliminarcompleta el universo.
Sexto evangelio.
(Esto tampoco es un haikú).
Ranstom, el universo se completa solo.
ResponderEliminarSalud
Francesc,
ResponderEliminarMe ha caido muy bien tu blog.
He disfrutado de los comentarios.
He sido tentado.
Maldito Tiempo.