lunes, 16 de agosto de 2010
La compostura del planeta
Cuando el mundo se haya arreglado, dice Josep Pla, por la boca de los cañones saldrán bocadillos de jamón y queso y habrá para todos.
La compostura del planeta sólo será posible mientras ese puñado de personas libres que degustan el bacalao al pil-pil sean capaces de dilucidar sobre el grado de emulsión del aceite y la gelatinización de la piel del pescado. Entonces, saliendo de la cocina, armados con la transgresión de su sensibilidad y bajo los efectos de los vapores del guiso, podrán destruir el reino de lo insoportable.
Cuando el mundo se haya arreglado, además de los bocadillos, los niños serán obedientes y, esta república del deseo, esta tierra baldía, quedará íntegramente gobernada por la razón, por la libertad y la imaginación.
La compostura del planeta sólo será posible cuando ese puñado de hombres libres nos demuestren la eficacia de la técnica, esa técnica consciente que hace feliz al hombre, esa técnica, la de la cocina, que es capaz de reducir los frutos de la tierra a una espiritual enajenación.
P.S.
Por cierto, Manuel Vázquez Montalbán ya nos dijo que el bacalao al pil-pil era una razón para vivir.
En efecto, cuando parece que todo se ha perdido, cuando no esperas otra cosa que la daga escondida bajo la túnica elegante y cívica del vecino, nos queda el bacalao al pil-pil y muy pocas otras cosas.
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Ahora entiendo tu referencia al bacalao en mi blog, me ha gustado leerte, creo que volveré por aquí. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarEsta reflexión me ha encantado, y no veo sino una acertadísima sintonía que tienes, estimado amigo, con la cocina y el mundo, que ha de ser por fuerza motivo de felicidad para ti y los que te rodean. En ese guiso alquímico se depura al final la sencillez gozosa de la vida.
ResponderEliminarSalud