sábado, 28 de agosto de 2010
Dulce et decorum est pro patria mori
8)
Antes del combate, todo patriota se comporta como un asesino convencido de la victoria final: invoca a Dios y convoca a los sacerdotes para que bendigan las armas y las banderas.
Durante el combate es un asesino sediento de sangre. Acomete contra el extranjero y degüella a diestro y siniestro por la patria.
Acabada la batalla, tanto si resulta vencedor como si cae vencido, se convierte en un cobarde.
9)
La patria, rodeada de fronteras, es un campo más o menos extenso donde viven y medran los lobos, los buitres, las serpientes, los hombres y otros animales. Toda patria cobija elementos perversos.
- Chac, chac, chac, chac, chac.
- Sí, sí. Toda patria es un campo de concentración donde los hombres sufren el mal negocio de su pasado.
Cuanto más prospera el negocio de los honores y las venganzas, más altas se construyen las verjas que cercan el campo de concentración.
- Chac, chac, chac, chac, chac.
- Sí, sí. Toda patria es intrínsicamente perversa.
10)
Por estas tierras galas anduvo el devoto Huysmans y un día de otoño, al caer la tarde, dio la espalda a las acacias, apartó su vista de la campiña y en un ataque de fervor místico proclamó:
“Ma patrie c’est où je prie bien”.(1)
-Yo, urraca querida, tengo un gran desconocimiento de lenguas, no se francés, pero me parece que lo que quería decir es: “mi patria está donde yo pringo bien”.
(1) Mi patria está allí donde rezo bien.
De "El caminante y la urraca"
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