domingo, 17 de octubre de 2010

Reacciones orgánicas

En periodos sucesivos de la vida,
antes o después de ciertas endemias,
el organismo responde de manera diferente
a la influencia patógena de los sueños de amor.
Las lágrimas trazan surcos irritantes.

Si el claro de luna te reblandeció el rostro,
el escozor será irresistible y la lava cáustica
dibujará arroyos de llanto desde los ojos hasta los labios
y un dolor amargo como la hiel te dejará
un recuerdo imborrable en el rostro.

La luz de la razón y el brillo del sol
te endurecerán el pellejo y, con el tegumento
dispuesto a toda violencia, resistiràs
la acometida de las llamas y de las rosas,
eso sí, con la piel quemada por los rayos de fuego.

Tras una agresión de clavellinas
tendrás que pasar de puntillas por el recuerdo
y conservar el cuerpo y el alma
y todos los órganos, la piel también, deberán
mantener su actividad.


Traducción del original en catalán

8 comentarios:

  1. Qué bueno eres hombre, emociona tu sabia manera de contar el amor.

    Te admiro mucho, un abrazo.

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  2. Gracias Carla, celebro que te guste.
    Nada, nada, aquí lo que hay que hacer es preservar la piel.

    Salud

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  3. Querido Francesc:

    Nos presentas un cuadro vivo de la erosión que presenta la piel tras las sacudidas terribles que el amor causa.
    Bonita metáfora. Dice Juan José Millás que un hombre a partir de cierta edad es responsable de su rostro, y yo pienso que algunas personas anuncian en sus grandes surcos y en sus terribles cicatrices la claridad de un dolor, así mejor que una novela.

    Quizá no se cosa de renunciar a esas heridas pero que tampoco nos cubra el tejido muerto tras una invasión de clavellinas.

    Preciosísimo poema.

    ..

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  4. Renunciemos o no, querida Carmen, no podremos evitarlo, las heridas estan, el caso es que nos conservemos guapos, je je, y si puede ser con un ramo de clavellinas en la mano, viéndolas pasar.

    Salud

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  5. Estimado poeta Cornadó:
    Usted si sabe lo que el amor y sus consecuencias.
    Una va a andando por la calle, se ve reflejada en un escaparate y pienso: "¡Oh cielos, se me nota una barbaridad la huella de aquel amor! ¿Lo notará el resto de la gente?"
    Cuando llego a casa suelo abrir el congelador e introducir mi rostro durante largo tiempo y me siento mejor, no obstante el estado de congelación estira la piel que da gusto.

    Un placer de poema, me quedo leyendo abrumada.

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  6. Dicen que los ojos son el espejo del alma, y yo digo que la piel, con las arrugas que vamos acumulando con el paso del tiempo, es el mapa que nos descubre el modo que hemos tenido de enfrentarnos con la vida que nos tocó vivir...

    Un abrazo, Francesc, y bello poema.

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  7. Gracias Elena Clásica. Mire que casualidad, yo también suelo introducir mi cabeza en el congelador, lo que pasa es que debido a mi calva, tengo que sacarla enseguida, la calva es cosa sensible. Je Je.
    Celebro que le haya gustado el poema.

    Salud

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  8. Sí, Sílice, sí, la piel es lo más profundo que tiene el ser humano.
    Me hace ilusión verte de nuevo.
    Un abrazo Inma.

    Salud

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