Ladean la cabeza, levantan el dedo y dicen que si obramos mal es debido al uso de nuestro libre albedrío. Nos los advirtieron, nos dijeron cómo debíamos obrar, nos dictaron el camino recto y ha sido nuestro libre albedrío quien nos ha conducido por sendas torcidas.
Mi libre albedrío les allana el camino y les faculta para pedir cuentas, distribuir penas y administrar los castigos que crean convenientes.
Mi libre albedrío resulta imprescindible para que, quienes detentan la propiedad de la Verdad, aun sin haber pasado por el notario, puedan ejercer sus acciones represivas.
Cuando los poseedores de la verdad suben al púlpito y junto con la proclamación de los dogmas me hablan del libre albedrío me entran escalofríos estomacales y dudo del valor de la libertad.
Entre inciensos adormecedores, sus voces reverberan en crucerías y capiteles, y eso del libre albedrío resuena desacompasado, peor que el áspero canto gregoriano.
Con esta monodia de fondo, me conformo con usar mi libre albedrío para elegir los peces que más me gusten.
¿Ha sido nuestro “uso” del libre albedrío, lo que torció la senda?
ResponderEliminarLa senda recta y única, ¿no nos evitaría las torceduras del libre albedrío?
¿Es el libre albedrío una herramienta intrínsecamente torcedora?
¿Quién bifurcó los caminos?
¿Quién multiplicó las sendas?
¿Quién confundió el juicio, alimentó el capricho y quebró la obediencia?
¿Quién nos quitó la bendita venda y nos cegó con la luz del libre albedrío?
Por mi parte nunca dudé del valor de la obediencia, nunca usé de ninguna libertad de elección, nunca sentí las cadenas, nunca me moví. ¿Para qué?
Un saludo
No, Luis, el libre albedrio no torció ninguna senda, la sendas, torcidas o no, ya estaban. Nosotros elegimos.
ResponderEliminarLo malo de todo esto es que nuestro libre albedrío les allana el camino para pedir cuentas.
Salud
condenados al libre albedrío y a que nos culpen por ello; tienes razón: "un mal negocio" del que algunos sacan un buen partido.
ResponderEliminarKynikos, es aquello de, ademàs, pagar la cama.
ResponderEliminarSalud
Cornadó! A mi m'han semi castigat per parlar en sinceritat i ho he fet de la forma més innocent que et puguis imaginar! Sense voluntat de desautoritzar a ningú, i saps, m'ha semi tret! M'he sentit com, espera que ara no em surt la paraula,...censurada per parlar lliurement i amb cap mena d'intenció. Ho va interpretar malament.
ResponderEliminarQuan he llegit el teu escrit he pensat, ni escrit exprés. M'ha dolgut tant la desconfiança! I mira, que res...
Petons de llibertat. És justa la resposta que li dónes al Lluís. Justa!
Moratadel.la, ¿Humm? ¡agh! -mi no comprender- però és igual, tampoc pretenc entendre-ho tot, de fet no enten quasi res.
ResponderEliminarEntenc, però, això de parlar amb sinceritat, a mí també m'han demanat comptes.
Salut