Saintes baïonnettes de France
que sometisteis tantas pelucas empolvadas,
al estado del rey absoluto y al anciene régime.
Sabed que
todavía quedan vestigios de antiguallas.
Aunque hayamos aprendido la lección
y podamos usar con facilidad
otras herramientas afiladas
para seccionar la fragilidad con eficacia,
sabed que
todavía sufrimos vestigios de antiguallas.
Sólo debemos cortar el cable que lleva
la fuerza del tabernáculo a la taberna
y gracias a las tijeras nada resistirá.
Sabed que
todavía confiamos en estallidos de arrebato.
sábado, 1 de enero de 2011
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Un segon, Cornadó! DEixo un moment les tisores, no em van gens bé per desitjar-te el què vull: la pau, la salut i una llarga vida per aquest nou any! (estrenar-lo em fa com una mena de por...)
ResponderEliminarI escolta, veig que has treballat molt. M'he perdut molts articles teus! M'hauré de posar al dia...
Aquesta eina que has penjat imposa!
Marxem cap a Barna, tornaré si ningú ens atropella...
Petonets de bon dia!
Confiados somos, Francesc. Quizá la confianza sea fuerza bastante para mover la Historia, hecha de jirones y sangre. Quizá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo confianza en el gran estallido, en la demolición para construir creando
ResponderEliminarFeliz, dichoso 2011
Kova
Mortadel.la, que tinguis un 2011 molt feliç. Salut i força que començar un any nou no és res, jo n'he començat molts i sempre és el mateix, qui dies passa, anys empeny.
ResponderEliminarAixò de les tisores, en aquest cas, és un joc de confussió.
Salut
Sí, Javier, la confianza es una fuerza que mueve, aunque jo creo que la Historia es un mal negocio y tengo pocas esperanzas.
ResponderEliminarSalud
Kova d Onga,
ResponderEliminar¡Fragilidad! Vivimos colgados de un cable por donde nos llega la electricidad.
El estallido se producirá cuando las tijeras corten este cable que ahora está en manos de las multinacionales de la energía.
Salud
Extraordinario poema para remover -o más bien despertar- estas conciencias aletargadas que son el sino y el signo de nuestro tiempo. No hace falta ir muy lejos en la Historia para recordar situaciones en las que haber llevado al pueblo al límite exacerbó tanto sus sentimientos de agravio y ofensa que la violencia extrema, cifrada simbólicamente en las bayonetas antes y en las tijeras ahora, se erigió como el único camino para restituir la justicia social -o diría más: humana.
ResponderEliminarMe encanta la exhortación a las bayonetas, la gradación en el ritmo, y el clímax final de un verso que cae con una contundencia que debería alcanzar directamente la médula de la conciencia social de quien lo lee.
Enhorabuena Francesc por el poema. Ya sabes, además, que las tijeras tienen algo que ver conmigo.
Abrazos y feliz año 2011.
Gracias Ivan por tu comentario. El poema pertenece a mi libro DOBLE TALL y leyendo el título de tu blog pensé que el poema le venía al pelo.
ResponderEliminarSalud