
Desde lo alto del Belvedere he contemplado los cipreses y los parterres del jardín, las avenidas y las fuentes de los putti malignos. Al fondo se ve el imponente palacio.
Boboli es un jardín cerrado que concentra un universo de rubores.
Desde lo alto del Belvedere, fuera de los jardines, se extiende la vista por encima de la ciudad de las discordias. El Arno dibuja la amable curva de los rencores.
Algunas lechuzas han volado desde las cornisas del palacio hasta Fiésole.

de " El caminante y la urraca"
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