jueves, 2 de septiembre de 2010

Extramuros - Intramuros

Extramuros

Excavaron las tumbas más allá de los muros y plantaron un mar de cipreses para detener los pasos de aquella que siempre tiene la última palabra.

Aparece al fondo del cuadro, con la guadaña en ristre y acaba entrando en la ciudad a pesar de las murallas y cipreses.

- Chac, chac, chac, chac, chac.

-¿Tiemblas? ¿Se erizan tus plumas?

- Chac, chac, chac, chac, chac.

- Ya sabes que aunque caminemos hasta los confines más lejanos, siempre nos encontraremos rodeados por el profundo Tártaro.

Después de andar por tantos senderos, de viajar por muchas tierras diremos: estuvimos aquí y allá, y sin querer detener los pasos, aún, pediremos que nos entierren cuanto antes, buscando, quizás, un paraíso sin fronteras.



Intramuros

Aquello que queda encerrado, tarde o temprano, acaba pudriéndose.

- Mueve las alas, urraca querida. Hay que orear.


De "El caminante y la urraca"

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