Jacopo Pontormo
Heráclito de Éfeso relativizaba. Es precisamente esta cualidad suya la que hace que admire a este presocrático que decía que la naturaleza tiende a ocultarse a los ojos de los seres humanos.
El camuflaje hace que cada uno de nosotros vea y entienda la realidad de forma personal, pero suele ocurrir que la percepción se tuerce y va dejando lagunas de incomprensión.
Nuestros deseos influyen en la percepción y vemos la naturaleza a través de un cristal que deforma las dimensiones y los colores.
Quien quiere poner cordura a su vida ve que sus conciudadanos son cada vez más descerebrados, sin embargo, lo que ocurre es que cada cual tiene su cerebro particular, cada cual sube las escaleras como puede o como le dejan y va pasando la vida.
Lo malo del asunto es que la incomprensión pueda derivar en intolerancia.
Fluyen las aguas y nunca son las mismas, pero el río es siempre el mismo.
Nosotros pasaremos y los que vendrán después serán como nosotros, fluirán por el mismo río de la vida.
La naturaleza se esconde en el fluir.
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Sí, Heráclito consideraba la realidad como algo esencialmente móvil y fluyente, y Bauman nos habla de los tiempos líquidos, adaptables, flexibles.
ResponderEliminarDe uno a otro han pasado unos dos mil quinientos años, y todo se ha repetido cíclicamente. Invasiones, guerras, civilizaciones, muerte, vida...
Como bien dices, y estoy de acuerdo: La naturaleza se esconde en el fluir.
Salut
Amic Miquel, Bauman es un Heráclito redivivo. Comparto en gran medida sus planteamiento y su teoría de los "tiempos líquidos".
EliminarVamos dando vueltas y siempre estamos en el mismo sitio.
Abrazos
Cada uno ve lo que quiere ver,por eso tenemos libre albedrío. Donde uno ve caos económico, otro futuro prometedor e invierte sus ahorros.
ResponderEliminarEl tiempo dará la razón.
Me ha gustado tu razonamiento y da lugar a distintas opiniones.
Saludos
En efecto Car res, cada uno ve lo que quiere, y añado que cada uno observa la realidad con el color del cristal que mejor le combina con su máscara.
EliminarEl tiempo pasa inexorablemente y la realidad es la que es, tiene sus dimensiones y sus formas que quedan al margen de lo que podamos interpretar.
Desde el punto de vista estético, la interpretación, es una cuestión romántica.
Salud.
Se dice, que
ResponderEliminarsu obra, estaba
llena de aforismos.
Sí, Orlando, de Heráclito nos han llegado muchos aforismos. Hace mucho tiempo leí su libro "Sobre la naturaleza", aquello era una colección de aforismos.
EliminarSalud
No vemos las cosas como son, sino como somos nosotros; todo está teñido por nuestra subjetividad, nuestras insuficiencias, y nuestros errores.
ResponderEliminarAmigo Joselu, no podemos evitar (a veces ni siquiera lo deseamos) nuestra carga de prejuicios y errores. Por mi profesión siempre he tenido que aplicar la objetividad y te aseguro que esto lleva un esfuerzo, sin embargo no me quejo, sólo procuro el equilibrio.
EliminarSaludos.
Mmmm a mi, como a ti, siempre me ha gustado Eráclito y ese camuflaje que hace que todas las cosas están formadas por contrariedad y fluyen a manera de ríos. Tanto Lao Tse como Heráclito sugieren que todos los opuestos están unidos y complementados formando una totalidad. Esa unidad y armonía de los opuestos, hace que nazcan su Logos y el Tao. O lo que es lo mismo, mal y bien forman un todo, por eso se dice que los opuestos se tocan y por eso la confusión que genera su camuflaje. Y esa distorsión de la realidad dependiendo del cristal con el que la miremos que consagra la doctrina heraclítea del cambio: el río —que no deja de ser el mismo río— ha cambiado sin embargo casi por completo, así como el bañista. Si bien una parte del río fluye y cambia, hay otra -el cauce- que es relativamente permanente y es el que guía en realidad el movimiento del agua. Todos somos agua y río a la vez, bien y mal, en unos prima más una cosa que la otra, los que tienen activada su capacidad de razonar disciernen mejor y por eso su decisiones son más acertadas, los que sólo son agua sin encauzar, fluyen en la maraña del torrente llevados por él.. y sí, sea como sea todos pasaremos por el río de la vida, sólo que algunos habrán hecho felices a algunos peces y otras se perderán en la ciénaga del lodazal que forma el revoltijo de su corriente.. un placer estos desayunos tan ricos tuyo, los sábados como tardísimo, bueno siempre como tardísimo.. cuando como : ) Un beso grade y ya sabes mi querido FRANCESC, be water my friend y... sé feliz este finde ; )
ResponderEliminarQuerida María, hece tiempo que leí a Heráclito (que buenos son los presocráticos) y ahora con Bauman me reencuentro con el fluir y las turbulencias del presente, que son las mismas que las del río heleno.
EliminarEl camuflaje es un recurso natural que nos complica la vida, sin embargo estimula la imaginación.
Con mi amigo de la República Barataria nos gustaba contemplar las aguas sentados en la roca de Sigfried -esta frase que antecede, también es un camuflaje-
La vida pasa, fluye o es agitada por las turbulencias, creo que hay que observar muy bien el cauce y evitar que el agua nos arrastre.
Los desayunos sabatinos son uno de los placeres que justifican el fluir de la semana. Deseo que seas muy feliz.
Abrazos mil.
Cauce y caudal nos entretienen mientras ocultan el insondable fluir...
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Sí, Carlos, nos entretienen, de entretenimientos vamos sobrados.
EliminarAbrazos.
Por qué será que me gusta tanto Heráclito. Tal vez porque su pensamiento nos ha llegado fragmentado. El fragmento es también una manera de pensar, un método, una predisposición a la acción. No sé si son fragmentos los de Heráclito por sistema o porque se perdieron textos con más corpus, digamos. Pero son tan válidos...
ResponderEliminarAmigo Fackel, el pensamiento y la belleza se presentan muchas veces fragmentados, creo la fragmentación trae consigo la eficacia.
EliminarPor lo que nos ha llegado, Heráclito escribió principalmente aforismos.
Me gusta mucho Heráclito y casi todos los presocráticos.
Abrazos.
Todos tenemos nuestra forma de ver el mundo. Cuando relativizas das tu valor subjetivo a determinadas cosas o acontecimientos. es un buen recurso a la hora de afrontar cosas que nos pueden desorientar o causar zozobras. Pero, como todo, puede hacer que no des importancia a otras cosas que pueden modificar tu vida. Aunque también puedes relativizar ese cambio e incluso puedes transformarlo en beneficioso, cuando en principio no lo era. Al final casi todo, creo yo, es cuestion de actitud.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Daniel, yo creo que relativizar es algo que ayuda a vivir y ver las cosas de una manera más libre y clara.
EliminarSalud.