Sant Pau del Camp
El románico catalán recibió influencias moriscas que resultan incómodas a muchos admiradores de este estilo arquitectónico.
Sin embargo, la evidencia de las influencias moriscas, persas o asturianas son evidentes. Las encontramos en elementos como: arcos lobulados de origen persa, archivoltas polilobuladas, elementos procedentes de Tag-è-Kesra o arcadas de Kasr-Touba que ya desde el siglo IX aparecen en la arquitectura musulmana de al-Ándalus o en el pre-románico asturiano y algo más tarde se trasladan al románico catalán.
También existen ejemplos de estas influencias moriscas en edificios tan notables como el claustro de Sant Pau del Camp, de planta cuadrada, donde no hallamos los arcos de medio punto, característicos del románico, sino unas composiciones lobuladas con modulación horizontal de manera que los lóbulos parecen avanzar unos sobre otros. Encontramos aquí elementos nuevos que no habíamos visto en la arquitectura vernácula: ábacos decorados con molduras en zigzag, decoración vegetal, capiteles con hojas de acanto, bordones y canaladuras en la cara interior de los arcos, etc.
No son de extrañar las ricas influencias provenzales o moriscas. Históricamente corren tiempos de Ramon Berenguer III casado con doña Dolça de Provença que extiende sus dominios desde la desembocadura del Ebro hasta Niza; tiempos de Ramon Berenguer IV que expande su territorio hasta los reinos moros. Son tiempos de luchas y de pactos. Durante este periodo fue muy intensa la influencia francesa y morisca en Cataluña.
Las influencias foráneas fueron finiquitando la tosquedad del arte románico catalán, tan absorto con sus piedras rudimentarias, tan ensimismado en su ruralidad y hoy tan apreciado por un público que ama lo rural y siente como genuino aquello que no es más que un conjunto de préstamos formales.
.jpg)
...Libros%20y%20vela.png)
.jpg)
--3.jpg)
Magnífica entrada, no sabía ciertos detalles que hoy nos trasladas.
ResponderEliminarGracias.
Por cierto... no nos olvidemos de su sapo.
https://totbarcelona.blogspot.com/2018/02/y-el-sapo-de-sant-pau-del-camp.html
Miquel, el románico catalán recibió muchas influencias, algo que no le diferencia de los demás, al final unos beben de las fuentes de otros y todo es una amalgama de de formas.
EliminarRecuerdo el sapo que pusiste en tu blog, tus dotes de observación son admirables.
Salud
Siempre me asombra que, en cualquier elemento cultural o artístico se afirme con severidad la pureza de un arte y, tal y como dices, moleste la mezcla y las influencias. Como si algo naciera del todo en cualquier sitio.
ResponderEliminarAdmiro las muestras de arte románico en Cataluña.
Cualquier estilo artístico es fruto de una evolución de algo que ya existe, además recoge formas y pensamientos de otros estilos. Las influencias de aquí y de allá son constantes aunque disgusten a los más integristas y remilgados.
EliminarSalud
La influencia entre culturas a lo largo de tantos siglos desiguales y cambiantes como fueron los que configuraron la llamada abreviadamente Edad Media era inevitable, tanto como hoy día, aunque llevara otro paso. Estando la cultura árabe andalusí ¿cómo no iba a influir en el arte cristiano? Estando Europa a través del mítico Camino de Sant Yago, ¿cómo no iban a llegar influencias múltiples? Y esto vale tanto para la literatura, la música como para la arquitectura, por ejemplo. Los arcos polilobulados se dan mucho en los templos del soberbio románico zamorano. En un cenotafio románico de San Vicente de Ávila aparecen también los arcos lobulados. Todo lo que supusiera enriquecimiento de la expresión estética fue siempre bienvenida. Naturalmente conocer por qué se dio todo de modo tan variado y disperso en tema de especialistas de la Historia del Arte. Pienso.
ResponderEliminarAmigo Fackel, las influencias son enriquecedoras y podemos decir que no hay ningún estilo artístico o literario formalmente autónomo.
EliminarLos arcos lobulados los encontramos en el románico, en el gótico, en el renacimiento y los podemos encontrar en toda Europa.
Salud
Es un hermoso claustro el de Sant Pau del Camp. Recuerdo que cuando estudiaba primer curso (ETSAB), el profesor Baquero Briz nos llevó a dibujar una parte de una de las esquinas. No debí de hacerlo muy bien, porque el susodicho —un tipo duro— me puso un 1 (sobre 10). Frustrado, eso me hizo recapacitar y concentrarme en las asignaturas "teóricas", dejando los Dibujos y Descriptiva para el año siguiente. Total, que no volví a ese lugar nunca más. Esa especie de arcos trilobulados los vi, cuando empecé a viajar años después, en la Mezquita de Córdoba, por supuesto allí hay muchos, y en iglesias del románico burgalés y de la Rioja Alta. Se come muy bien por allí, ojo al dato. Donde no los recuerdo es en el prerrománico asturiano, que tiene también unas iglesias estupendas con elementos muy diversos, no solo la del Naranco. Ya se ve que los préstamos formales están por todas partes. Difícil encontrar algo sin ninguna influencia foránea.
ResponderEliminarSaludos.
Amigo Gran Uribe, aquellos profesores eran durísimos, recuerdo que en una clase de dibujo en la que teníamos que dibujar, entre otros elementos, una columna toscana, el profesor me dijo que lo había hecho muy bien, casi perfecto, pero que no había regruesado la línea de tierra y por este motivo me puso un tres.
EliminarHay ciertos préstamos formales que incomodan a los puristas.
Salud
Interesantísimo texto, querido amigo, soy admirador de todas las artes pero técnico en ninguna y me gusta aprender leyendo, lo que hago siempre que te leo. Un abrazo, Francesc.
ResponderEliminarEstimado anónimo o anónima, celebro que te haya gustado.
EliminarSaludos
Algo debí hacer mal para comentar como anónimo, cuando de siempre he sido Terly. Otro abrazo.
Eliminar¡Ah! Terly, eras tú.
EliminarUn fuerte abrazo
Los arcos lobulados ,que se encuentran en el Mihrab de la Mezquita de Córdoba. tenían la finalidad de dirigir y repartir el sonido a todos los fieles musulmanes. Constituía la parte más noble, donde se situaba el imán .
ResponderEliminarDe joven,recuerdo,que entrabas libremente, no había turistas,podías entrar en el Mihrab y si hablabas,el sondo se repartía por todas partes.Mirabas el techo y la abundancia de los arcos lobulados,era el causante del fenómeno
Saludos.
Amigo Car res, sin duda que los arcos lobulados influyen en la transmisión del sonido, no sé de qué forma, sé que atenúan la reverberación y según como estén distribuidos dirigen el sonido hasta un lugar determinado, esto lo tenemos en cuenta en el diseño de auditorios o cualquier sala actos, donde se congrega mucho público.
EliminarSaludos
Creo que el gran problema de una nación que quiere a toda costa resultar cuna y germen de una cultura identitaria, genuina y autóctona, como parece le ocurre a la Cataluña nacionalista, tal cual comentas, que pretenda renegar de todas las influencias de las que se ha nutrido, es tan pueril, como absurdo. Cualquier cultura es un crisol de las anteriores e incluso coetáneas, es imposible abstraerse a las influencia foráneas que en realidad tal cual comentas tb, lo único que hacen es enriquecer .. En este caso hablas del arte románico catalán, pero podrías hablar de cualquier otro estilo, evidentemente no hay duda de la influencia árabe en estas imágenes que muestras porque esas columnas casi podrían ser sacadas de la mismísima Alhambra … solo falta que en el centro aparezca la fuente del patio de los leones : ) Otro beso muy fuerte y jo! paciencia… a veces leyéndote, pienso que debe ser muy duro vivir en medio de una mentalidad tan opresiva y pacata como la que os rodea ahí. .. ánimo! que esta semana sea estipenda para ti y gracias por todo lo que nos regalas!
ResponderEliminarQuerida María, yo creo que cuando un determinado pueblo se empeña en buscar una épica nacional excluyente o cuando se obsesiona en demostrar al mundo su sangre purísima de color azul celestial, entonces este pueblo empieza a hacer cosas raras, aparecen actitudes y comportamientos racistas y manicomiales.
EliminarCualquier cultura es una mezcolanza, se nutre de préstamos culturales ajenos y cuanto más mezcolanza, más rica es el arte y la cultura.
Abrazos mil.