miércoles, 31 de enero de 2024

Baciyelmo

 

Don Quijote con el Baciyelmo (1916). Yakovlev Shalyapin


Pasa el tiempo y nos hacemos viejos. Aprendemos a relativizar, ya no nos importa demasiado si lo que vemos es una palangana o una corona, o como decía Cervantes, bacía de barbero o yelmo de Mambrino.


Aunque apreciamos las buenas maneras, no nos importan las apariencias y al final deducimos nuestra propia teoría de la relatividad: "nada es verdad y nada es mentira, todo es del color del cristal con que se mira".


Ocurre, sin embargo, que el cristal está roto y vemos un mundo fragmentado.


El escéptico que está columpiándose en el cuerno de la luna me pregunta quién ha roto el cristal y me inquiere si he sido yo el autor del estropicio.

17 comentarios:

  1. Evaporado el pasado, sin sentido el futuro y muerta toda expectativa, empiezo a experimentar el "ahora" del que hablaban los maestros.
    Salud.

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  2. Siempre tuve
    entendido que
    no era una
    bacinilla ,
    ay este Don
    Quijote , como
    tenia la azotea .

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    1. Amigo Orlando, ya fuera bacinilla, palangana o la corona del rey de bastos, lo vanos a relativizar y seguramente llegaremos a la conclusión de que cada uno tape su cabeza con lo que quiera.
      Saludos

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  3. Mis hijas se compran los pantalones rotos y los pagan más caros. Después de esto ver a una persona con un sentido del honor y la decencia tan brillante como Don Quijote con una bacía como yelmo me parece hasta bien, incluso elegante y con clase.
    ""No hay que tener envidia a los que los tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud se adquiere, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.".

    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, vemos que se da valor a cualquier cosa. Entiendo perfectamente que unos pantalones rotos sean más caros. Es natural, hay que pagar el trabajo de romperlos.
      Saludos

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  4. Jaja es que el escepticismo y relativismo llevado a ultranza, como todo lo radicalizado, nos pasa al lado contrario. En lugar de dudar y cuestionar las verdades absolutas, nos volvemos descreídos desencantados de todos y todos y si relativizamos al extremo, banalizamos y nos volvemos superficiales. Nos movemos en este movimiento pendular tan letal, de lado a lado, nadie valora el equilibrio y la armonía que han pasado a mejor vida. Se impone el conmigo o contra mi, a un extremo o al otro, si te colocas en el medio te ven como tibio, buenista o memo, ¡qué se le va a hace! mejor eso que no amargado, resentido, hater o sobrado : ) Un beso grande FRANCESC y mil gracias como siempre!!

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    1. Querida María, tomo consejo de Teognis de Megara, este poeta siempre decía que hay que tomar el camino de en medio. En efecto, no caer en los extremos.
      Abrazos mil

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  5. Hoy soy un año más viejo, Francesc. Y no dejo de sorprenderme que abro el grifo y sale agua...y además, tal como les digo a mis nietos, de diez y de cinco años, lo giro y me sale agua ¡caliente!.
    Me importan las personas, me siguen importando, no así las cosas, esas cada vez me importan menos.
    Un abrazo y me ha gustado mucho, mucho, lo que has puesto de Yákovlev Shalyapin.
    Abrazos...

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    1. Muchas felicidades Miquel, te deseo que cumplas muchos años con salud y felicidad y en compañía de las personas que te quieren.
      Pasan los años y mientras tengamos la capacidad de sorprendernos, podemos decir que la cosa funciona como funcionan los grifos, pero digamos que en estos momentos más vale que no hablemos del agua.
      Naturalmente, lo que importa son las personas (algunas) pero también importan las cosas (algunas) como los grifos.
      Abrazos.

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    2. jajajajaja
      Cierto, mi buen Francesc,...

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  6. Creo en una verdad tan cambiante que resulta siendo siempre mentira... y en una mentira que al menos por un rato terminará siendo invariablemente verdad...
    Abrazo hasta allá.

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    1. Amigo Carlos, la realidad va cambiando y nuestra apreciación de la misma también cambia.
      Las mentiras y las verdades van cambiando, todo es ondulante.
      Abrazos

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  7. Por qué tenemos que extrañarnos, de que una ministra diga de que está de acuerdo, en que un hombre pueda sentirse mujer cuando corre o a veces y otras no. Que bien, todo es relativo
    Saludos

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    1. No, Car res, no nos extrañamos, nos tienen acostumbrados al cambio de conceptos y lo vamos relativizando todo.
      Saludos

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  8. Pues sí. Hemos sido nosotros, que al mirarnos tanto en ese cristal se hartó de vernos. Cambia todo amigo y parece que ya nada escandaliza ni nos llama la atención como antes y los valores han menguado y prima la mediocridad.
    Buen domingo.
    Un abrazo.

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    1. Amiga Laura, nos acostumbramos a los cambios, mejor dicho: nos adaptamos a los cambios.
      No nos escandalizamos, todo es relativo, insignificancias y pequeñas bagatelas.
      Abrazos

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