sábado, 20 de octubre de 2012

Tríptico de Oporto (3)



III


Sentado al pie del muro del Castelo de Queijo,       
a resguardo del creso viento de la mañana,             
contemplo hoy la muerte del río Douro,      
que con un rumor callado mezcla sus aguas
con la sal oceánica y con la luz tardía.

La niebla desvanece el confín del horizonte,
el cielo y las aguas mezclan también
sus colores de plomo y de infinitud.
Los sillares húmedos del Forte calan
mi espalda y ante mí, sólo el mar perenne.

¿A dónde van estas naves que surcan
la desembocadura? Un placer
imaginado es la respuesta,
un lugar de soledades infinitas
a resguardo del sol de poniente.

Con la brisa de piedra en mi rostro
la incógnita me atrae y lanzo al mar
la esperanza y una mirada sobre el velamen
de estas barcas que transportan en sus toneles
el dolor de la experiencia y no sé a donde van.

12 comentarios:

  1. Todo es poesía en Oporto. Las calles, las paredes, las flores; el cielo; el agua... los aromas. Su arquitectura palpita, incluso cuando llegan los momentos finales de la decadencia o del abandono. Oporto es una ciudad vivida que se ha creado a la sombra del río; del mar y de una caprichosa topografía que no han parado de moldearla. Hace poco estuve en la desembocadura, un lugar que parece gustarle a la naturaleza; Un mundo ancho y ajeno que da lugar a que se mezcle todo...

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    1. Sí, Kuto, es una ciudad que evoca un pasado pletórico de tesoros que ahora se va desvaneciendo.
      Salud

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  2. Enhorabuena Francesc, el panorama completo de los tres poemas es verdaderamente único y hermoso, como Oporto.
    Salud
    Manuel Marcos

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    1. Gracias Manuel, la visión hacia poniente, de espaldas al mundo del clasicismo mediterráneo, todo esto da mucho que pensar.
      Salud

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  3. Bonita fotografía la de las dos barcas.

    Saludo, señor Francesc.

    Andri

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    1. Andri, hay en la desembocadura de río Duero muchas imágenes sugerentes.
      Salud

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  4. Llegando a la III parte de este precioso recorrido poético.Cuanto clamor encierran estos versos me encantan.No me canso de repetir que Portugal y su río Douro...siempre van de la mano.

    Preciosos versos Francesc.

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    1. Querida Bertha, no había estado en Portugal y de hecho sentía poca atracción hacia aquellas tierras, ahora, en un viaje que no ha sido de placer, Oporto me ha cautivado, sobre todo sus gentes y su comida.
      Salud

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  5. Hola Francesc, es un placer estar de vuelta al amparo de estos deliciosos versos.
    Interesante Tríptico de Oporto. Precioso por hermoso, por sugestivo y valioso.

    Saludos marinos

    Kova

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  6. Querida Kova, Oporto es una ciudad muy bella, sus calles conducen, cuesta abajo hacia el río de oro, un fluir poético.
    Celebro tu vuelta.
    Salud

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