No me gustan las playas solitarias, deben gustar a muy poca
gente, pues por esta razón están solitarias.
Prefiero las playas
con niños que juegan.
El gorrión vivaz, sencillo e inquieto me gusta más que las
aves exóticas que lucen su plumaje de colores en los parques zoológicos o en
los reportajes de National Geographic.
Prefiero el pájaro
vulgar.
Detesto lo exótico, los paisajes abruptos con depresiones
terribles y rocallas peligrosas. Los paisajes lejanos y todo lo que está más allá, me resulta
incomprensible, está demasiado lejos.
Prefiero el paisaje
cercano.
No me interesan las extravagancias ni la magia de un
suspiro, ni lo que hablan los silencios, ni un aliento imaginado, ni lo oculto.
Prefiero todo aquello
que se ve.
Más ocultas aún me parecen las creencias del más allá, los
espíritus y las almas en pena.
Prefiero lo que es
material.
Me gustaría que las bellezas interiores afloraran a la
superficie. Lo que queda dentro de la piel me resulta demasiado profundo.
Prefiero la belleza palpable.
El snobismo y la exclusividad producen en mi ánimo el mismo
efecto que me produce el olor agrio de las cosas rancias.
Prefiero lo común, lo
corriente y lo vulgar.
Y a todo esto añado la frivolidad del arte por el arte.
Estas formas
artísticas no las prefiero.
Resumiendo y en otras palabras, prefieres lo real, la razón, y su producto, lo razonado y lo razonable, y la libertad del gorrión que puede volar frente a las cárceles que te reprimen esa libertad.
ResponderEliminarEs imposible no estar de acuerdo con tales pensamientos.
Salud.
No creas, Carlos, tu sabes que muchos prefieren la exclusividad, la ensoñación y dicen que la belleza la llevan por dentro.
EliminarSalud
Estoy de acuerdo en casi todo, porque yo si prefiero las playas desiertas. salut
ResponderEliminarMiquel, amigo mío, estarás solo en la playa, je,je.
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Supongo que entre vulgaridad y sencillez median todo un mundo y al menos dos docenas de abismos, Francesc. Si tuviera que elegir entre todas las preferencias que desgranas, sin dudarlo me quedaría con el gorrión, por su abierta -que no oculta- simbología, que quizá muchos no acierten a vislumbrar.
ResponderEliminarPero no creo que el gorrión sea vulgar, no, no lo creo...
Un abrazo.
Amigo Javier, siempre antepongo la vulgaridad a la exclusividad, no me interesa el alto standing, ni las mansiones aisladas, prefiero los manjares sencillos elaborados con patatas, cebollas y guisantes vulgares, y el gorrión lo prefiero, también, incluso sin considerar su simbología.
EliminarSalud
Yo acepto lo oculto como lo oculto que hay en nuestra mente, que se manifiesta cuando está maduro por sí mismo.
ResponderEliminarPor lo demás, yo también soy partidario de lo cercano.
Saludos.
Amigo Ursus, que se vea, hombre, que se vea, que así lo disfrutamos mejor. Imagínate una persona que tenga una belleza oculta, pues habrá que pelarla para encontrar la hermosura.
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A esto le sumaría si me lo permites Francesc:que en lo cotidiano en lo corriente esta la verdadera filosofía de vida...-Pero no cómo una frase hecha sino como una realidad-Désde hace unos años tengo que ausentarme por tierras de nuestra querida España por motivos laborales y siempre en pueblos dónde hay arquitectura rural para poder después trabajar con la editorial y poder publicarlo en libros de texto...Nunca jamas había valorado nada hasta el punto de que las grandres Metrópolis estan llenas de grandes necios...-La sabiduría popular es riquísima.
ResponderEliminar-Discúlpame por el rollo...sorry;)
Sí, querida Bertha, por estos pueblos encuentras mucha gente sensata, pero los necios, andan también por todas partes y en cuanto a la sabiduría popular tengo mis dudas, porque tengo dudas sobre la sabiduría.
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En este decálogo de la felicidad y el sentido común me quedo; y me he traido el cuchillo de cocina para pelar y picar esa oronda cebolla y el ajo, que hay que preparar un sofrito, que es al guiso lo que la trama a la novela.
ResponderEliminarSalud
Manuel, el sofrito es algo maravilloso, es quizás una de esas pocas cosas que tienen una dimensión mágica de tan incomprensible suculencia como de incomprensible es que haya fe en lo mágico.
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Ya lo dijo Serrat..."prefiero volar bajito, como un gorrión!...¡Despensa,escuela y siete llaves al sepulcro del Cid! Salu2
ResponderEliminarSí Manuel María, volar bajito y llenar el papo.
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que controversias amigo, comparto aquellas cosas simples de la vida, pero también otras que por intangibles no menos mundanas
ResponderEliminarsalut
Omar amigo, ya sabes de mi materialismo. Pocas cosas aprecio más allá de lo tangible.
EliminarSalud
Cuidado con abandonar lo intangible, a veces vuelve como un boomerang, por ejemplo, si me como unas setas sin estos ajos igual pierdo el mundo de vista, los ajos sirven para detectar sustancias venenosas o alucinógenas. Saludos.
ResponderEliminarLamarée, los venenos más mortíferos los detectamos con el microscopio, tienen sustancia, pero no espíritu. Los venenos los envasan en frascos pequeños, pero frascos al fin, en cambio los espíritus malignos nos los sirven con sermones y dogmas, total, simples entelequias para entretenernos o enagenarnos.
EliminarSalud
Doy por sentado que todo el mundo sabe esto pero a veces según quién busca espíritus más allá de las setas, que ya es un decir.
EliminarNo hay nada mas hermoso que lo simple y sencillo, tanto en lo que vemos como en lo que no vemos pero intuimos. La belleza está en como miramos, hacia dentro y hacia fuera.
ResponderEliminarEs una alegría volver a leerte!
Un abrazo
Mi querida Tati, cuánta alegría verte por aquí.
EliminarNo me refiero sólo a lo simple y sencillo, insisto en el valor de la materia aunque sea compleja, pero no quiero saber nada de la maraña espiritual, de la exclusividad que excluye y de las verdades ocultas.
Salud
Si no fuera porque las cebollas me hacen llorar... a pesar de eso insisto en picarlas muy menudo y aguanto y sigo leyendo este texto que me devuelve la alegría y me hace conocerte un poco más. Al ver tus preferencias, llego a una conclusión de poco valor, que me gusta todo, soy de buen conformar y no pongo pegas.
ResponderEliminarSalud
No llores, Loli, ni por una cebolla, son vapores inconsistentes que no merece la pena que se llore por ellos.
EliminarEn definitiva, lo que vale es lo que tenemos a mano, degustado con calma y buen humor y no complicarse la vida con cosas exclusivas.
Salud
A mi lo que realmente me gusta es la salud ,y vosotros pareceis bastante sanos.Os falta un poquito de limoncito ,para el ph.Un placer leeros !
ResponderEliminarNaturalmente, Yeshua, la salud ante todo y en cuanto al grado de acidez, el preciso, o sea, mantener el ph cercano a 7.
EliminarSalud