Luigi Russolo en el laboratorio Intonarumori en Milán.
Luigi Russolo, el músico
futurista italiano, escribió en 1913 a su amigo el compositor Francesco Balilla
Pratella y le decía:
Busca aquellas combinaciones de tonos que resulten muy disonantes, extrañas
y ásperas al oído. Así nos acercaremos cada vez más a la máquina del ruido.
Nosotros, los futuristas, hemos amado siempre la música de los grandes
maestros. Beethoven y Wagner conmovieron, por espacio de años, nuestros
corazones. Pero ahora nos depara mayor satisfacción, la combinación ideal de
los ruidos de tranvías, motores de explosión, automóviles y multitudes
presurosas; preferimos esto antes que volver a oír, por ejemplo, la Heroica o
la Pastoral.
Nos ocuparemos de orquestar espiritualmente los ruidos de las cortinas metálicas,
de los que se golpean, de las multitudes que se deslizan o atropellan, de
estaciones ferroviarias rumorosas, de fundiciones, fábricas, imprentas y
subterráneos. Tampoco deberían ser olvidados los nuevos ruidos de la guerra
moderna.
Las gentes escucharon
estas músicas y años más tarde, enfervorizadas, cuando pasaba il Duce gritaban:
Mussolini ha due palle cosí.
Mussolini ha due palle cosí.
Mussolini
ha due coglioni cosí.
Ayyy,,,si Marinetti levantara la cabeza ¡¡¡
ResponderEliminarOtro gallo, Miquel, con la cresta demasiado levantada.
EliminarSalud
Mussolini "Il Duce": que pesadilla di uomo.
ResponderEliminarBueno más que tener tan realzado lo que ahí se gritaba.Le tenian que haber llamado cretino de la palla y del coglioni.
Saludos Francesc.
Querida Bertha. Muy triste cuando los vítores y las adulaciones se concentran en portuberancias, en hinchazones, en pingos y en pingajos. Muy mal, y además esto se repite a menudo.
EliminarSalud