Los ángeles de piedra
se desprenden de las fachadas,
caen de noche,
y forman un mosaico
de anatomías seráficas
sobre la acera húmeda.
No es inocuo
el flash del
turista
que deslumbra el cristalino
de los putti
que caen de noche
para no lastimar a nadie.
Nos convocas a una sonrisa con un sentido del humor, fino y sugerente. Precioso poema.
ResponderEliminarSalud
Gracias Manuel, yo creo que cuando caen al suelo se rompen en mil pedazos y estos cachitos de piedra dibujan una anatomía angelical que tarde o temprano será pisoteada.
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breve y genial
ResponderEliminar.
los ángeles de piedra, no temen a la ingravidez que los retiene en los cielos;
le temen sí, a la intangibilidad que agobia a tantos que creen en ellos
.
salut amic
Gracias amigo Omar. Los angelitos son muy prudentes, hacen todo lo que pueden para no lastimar.
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Pienso que los angeles de piedra -tal como el resto de ornamentos adosados a una construcción- se pueden desprender de las fachadas en el momento que entropía se imponga y/o "la naturaleza se cabree" y quiera volver a poner las cosas en su lugar...
ResponderEliminarSi se cabrea mucho y se llama Sandy se puede llevar hasta el edificio entero....
El poema urbano es bonito y creo que no necesita de la picada de almendras para mejorar.
Un abrazo
Amigo Kuto, me preocupan los ornamentos en las fachadas, tienen que quedar bien sujetos, el paso del tiempo deteriora los anclajes y todo se viene abajo.
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Ummm...pero los ángeles ¿no tienen alas ?....
ResponderEliminarSí, Miquel, pero la arquitectura se las petrificó.
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Según leo el poema, mi corazón se conmueve y pesa...
ResponderEliminarSaludos
Kova
Querida Kova, estos angelitos cuando se rompen llegan a conmover los corazones sensibles.
EliminarSalud
Estan demasiado distraidos estos putti y por eso se confian demasiado a los flases que al final es un arma letal.Que pena: con lo bonitos que son. Me encantan los angeles.Una de mís hermanas dice que los querubines y toda esta gama de niños alados le dan mal rollo jajaja.Es porque le da sensación de camposanto.
ResponderEliminarSaludos Francesc.
Amiga Bertha, estas cosas que nos pueden caer de arriba dan un poco de miedo, comprendo a tu hermana. Además esto de ver un niño con alas da mal rollo, es como ver un niño verde o un señor con patas de avestruz, una abuela con cresta o una americana con bigote de monja, todas estas deformidades dan mal rollo.
EliminarSalud
preciosa
ResponderEliminarGracias Còssima. Estos angelitos sufren las agresiones climáticas, la lluvia ácida, la descomposición del mortero, les pueden afectar las grietas de la fachada, las dilataciones...
EliminarPetonets