lunes, 29 de noviembre de 2010

Preferencias

Vino el gorrión a mis pies y comió los trocitos de patata frita que habían caído al suelo. Este pajarito tiene movimientos nerviosos, es inquieto, camina a saltitos, es un pájaro vulgar, despierto, sencillo y vivaz que aprecio más que aquellas aves exóticas que lucen su plumaje de colores en los parques zoológicos o en los reportajes de National Geographic.
Prefiero el pájaro vulgar.

Detesto lo exótico, los paisajes abruptos con depresiones terribles y rocallas peligrosas.
Prefiero el paisaje cercano.

Miro el mar desde la costa mientras me acompañan las voces amables de mis amigos. Las playas solitarias, deben gustar a muy poca gente y, por esta razón están solitarias, sin niños.
Prefiero los cuerpos al sol que las arenas despobladas.

No me interesan las extravagancias ni lo oculto ni lo lejano. Lo que queda dentro de la piel resulta oculto para mí, está demasiado profundo. Y más ocultas aún me parecen las creencias en el más allá. Todo lo que está más allá me resulta incomprensible, está demasiado lejos.
Prefiero todo aquello que es material.

El snobismo y la exclusividad producen en mi ánimo el mismo efecto que me produce el olor agrio de las cosas rancias.
Prefiero lo común, lo corriente y lo general.

Y a todo esto añado la frivolidad del arte por el arte.
Estas formas artísticas no las prefiero.

2 comentarios:

  1. La etiqueta lo resume....yo añadiría aprovechando estas fechas "prefiero una navidad, ruidosa, materialista y luminosa".

    Amen, amigo mio.

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  2. Amigo Experimentosenruido, yo también digo amén, después de la visita de la momia, no quiero otra navidad que no sea la de las bombillitas y de los regalitos.

    Salud

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