jueves, 25 de noviembre de 2010
Huida
Vete. Vete a una plaza secreta,
a un lugar recóndito, a resguardo de caricias,
donde ningún beso te atrape.
La lealtad de bronce
es un peligro permanente.
Si no encuentras ningún lugar escondido,
piensa que dentro de la partitura
del alma hay una aldea,
entre la allemande y la sicilianne,
al abrigo de los amores afilados,
donde ningún puñal te marcará la piel.
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Este poema es muy bueno,
ResponderEliminarun saludo Francesc.
Felicitats, Francesc, pel teu llibre "Los cuatro espejos cuadráticos de Quadreny", amb el 4 i el mirall com a símbols. L'atzar negatiu no em va voler fer saber la presentació del llibre, ho sento.
ResponderEliminarUna abraçada, Albert
"Si no encuentras ningún lugar escondido,
ResponderEliminarpiensa que dentro de la partitura
del alma hay una aldea,..."
Aquest trosset és una passada.
L'he vist!
Quizá solamente estemos a salvo en nuestro interior, aunque el camino me parece más retiro que huida, y aunque el camino no se muestre con claridad... aún.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siroco,celebro que te haya gustado el poema, gracias.
ResponderEliminarAlbert, l'atzar juga males passades. Els quatre miralls trastoquen i deformen la realitat.
Mortadel.la, realment hi ha llocs amagats dintre les partitures més íntimes.
Javier. Nuestro interior, isla clara rodeada por un mar de tinieblas, quizás el único refugio a salvo de puñales.
Salud a tutti
¿De veras existe este lugar?
ResponderEliminarPrecioso poema y bella manera de sentir, al menos para mí.
Besos.
L.N.J., existe sin duda este lugar recóndito, se encuentra entre la allemande y la sicilianne, en este emplazamiento tan íntimo que decía Santa Margarita de Pulpis.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado el poema.
Salud