Muy honorable gremio de estimados farmacéuticos
que os ufanáis de tener un miembro distinguido,
un sabio boticario que en libros hermenéuticos
pugnaba por descubrir un principio claro
para subvertir el viejo orden establecido.
Haciendo gala del ingenio dispuso el pensamiento
al servicio de la historia y así surgió el invento:
el artefacto afilado que amputaba la cabeza
coronada del rey, que rodaba presta
desde el filo a la cesta,
Monsieur Le Guillotine
jueves, 11 de noviembre de 2010
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Intrusismo profesional....dijo el verdugo mientras preparaba un ungÜento para paliar sus tics nerviosos.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Gracias Francesc por pasarte por mi blog, y, por supuesto, bienvenido. LLegué aquí, al tuyo, a través de un comentario en el blog de Hugo García. Pasé con los ojos distraídos pero me llamaron la atención tus poemas, género para el que me guío más por intuición que por conocimiento profundo (a pesar de ser filólogo, mis fuertes son otros géneros). Pero si Hugo alaba tus composiciones eso significa que, irremediablemente, son buenas. Y esa es la sensación que tuve cuando leí algunas: que alcanzaban un grado de calidad importante.
ResponderEliminarUn saludo y hasta pronto,
Iván.